Eduardo Herrezuelo de la Sierra / CEO de Henara Gestora Global

Adquirir una vivienda es una de las decisiones más importante de nuestras vidas, por lo que hay que ver las opciones más interesantes cara a la planificación de nuestros ahorros. Existen numerosas alternativas y posibilidades y entre ellas destaca la Promoción en Cooperativa, que es una forma de sociedad jurídica sin ánimo de lucro, formada por personas físicas y jurídicas, con un mismo objetivo común: ser propietarios con un precio inferior al mercado, para ello existe una legislación tanto estatal como autonómica, recientemente regulada y fiscalizada por un Registro de Cooperativas Autonómicas, garantizando de este modo que las cantidades entregadas por los cooperativistas para el pago de la vivienda estén avaladas y destinadas únicamente a los gastos de promoción, lo que posibilita que las viviendas puedan ser protegidas o viviendas de lujo. El proceso que sigue una Cooperativa de Viviendas, se puede dividir en varias fases:

  1. Adquirir.- Se trata de comprar un terreno urbano a un precio competitivo. Una vez comprado, es posible empezar a construir gracias a las aportaciones económicas que van realizando los socios cooperativistas. De esta manera, se elimina el beneficio del Promotor, en una acción que influye decisivamente en el precio final de la vivienda.
  2. Parcelar.- Cuando se ha registrado la propiedad, hay que comenzar a edificar sobre el solar. Previamente se ha definido un Proyecto de Arquitectura, con las viviendas y sus anexos; por lo que cada socio sabe cuál es su vivienda elegida; siendo esta decisión anterior a su entrada en la Cooperativa.

Una vez confeccionado el Proyecto Básico y de Ejecución, se puede solicitar la Licencia de Obras, lo que supone un hito importante de cara a las entidades financieras para obtener la sanción bancaria de la operación.

Se elige una Empresa Constructora, mediante licitación de varias empresas constructoras, de reconocido prestigio y solvencia; se firma un Contrato a Precio Cerrado con la Constructora y todos los socios realizan las contribuciones económicas acordadas para poder financiar la promoción; por lo que no hay riesgos de variaciones de precios finales.

Al final del proceso y una vez concluidas las obras con las calidades acordadas, el beneficio económico para los Cooperativistas es patente en términos de ahorro y eficiencia, frente a la promoción del Promotor Privado, que incrementa los costes con su beneficio promotor.