verano luz y colorEl verano siempre anuncia la llegada de la luz y el color, la vida en la calle, las vacaciones para algunos o el trabajo para otros. La estación vuelve cada año pero sus formas y sus pausas van cambiando. En tiempos de Cervantes, el verano se diferenciaba del estío llamado así al momento de mayor calor, tal y como recoge Don Miguel de Cervantes en su universal obra de El Quijote de La Mancha (II parte, capítulo 53) y el calendario se regía por los usos agrícolas donde San Isidoro de León escenificaba junio con un labrador segando cereal. Hoy, sin embargo, la tecnología nos acompaña al borde de la playa y los niños viajan al extranjero en cursos de idiomas mientras nuestros jóvenes buscan su oportunidad laboral y vivir sus mejores aventuras como quijotes o sanchos.

Decía un escritor estadounidense que el mejor verano es el que todavía no se ha vivido, con la esperanza de que, en esta ocasión, tengamos más y mejores vacaciones o vacaciones al menos; que no se rompa la
lavadora y no haya que afrontar un pago extra que reduzca o elimine la posibilidad de viajar a ninguna parte; que los niños aprueben con buena nota y no haya que contratar al profesor de matemáticas de
turno, o incluso que el campamento soñado en Irlanda o de aquí al lado sea subvencionado con una buena beca vista en el último momento.

El verano se abre paso tras el letargo del invierno y la extraña primavera que casi ha dejado en armarios y roperos la ropa de entretiempo para ponerse el abrigo un día, la manga corta al siguiente y el anorak al tercer día. Todo eso se ha acabado y la luz se instala en nuestras vidas para abrirnos un mar de posibilidades y experiencias que no se dan en el resto del año. El escenario de nuestras vidas también cambia, del hogar y las cuatro paredes de la casa al color de las calles y plazas de nuestros pueblos, escenarios de verbenas, pandorgas, fiestas, encierros, conciertos, mercadillos y todo tipo de actividades lúdico-festivas casi apenas contempladas en el resto del año.

En verano, el rey Sol nutre a las gentes ávidas de disfrutar del merecido descanso vacacional pero también a otras ilusionadas por poder trabajar como camarero, azafata, limpiadora, enfermera, albañil, monitor, el profesor de matemáticas antes mencionado, o cualquier otro oficio u profesión que dignifiquen a los cuatro millones de desempleados en nuestro país. Tampoco cierran por vacaciones las necesidades de los más débiles, por lo que la solidaridad con los niños más desfavorecidos o las familias más necesitadas también es importante y a tener en cuenta.


Veranos a medida

Cada persona vive o “sufre”, según las experiencias, un verano que modela a su gusto o que ya le han hecho a su medida. Lo bueno, que existe una oferta de ocio enorme actualmente donde disfrutar de unas vacaciones a lo grande y no muy lejos de casa; lo no tan bueno, las necesidades laborales que empujan a muchos trabajadores a continuar al pie del cañón porque en la temporada de verano es cuando más trabajo hay y no se puede parar, o aquellos jóvenes que aprovechan junio, julio, agosto y septiembre
para sacar un dinero extra detrás de la barra de un bar, en un campamento como monitor o dando clase en las escuelas de verano municipales.

Los más afortunados, los que viajan, darán cumplida cuenta de unas merecidas vacaciones con la familia en la playa o en la montaña. Aunque ya no todo es darse el chapuzón a orillas del mar, que lo sigue siendo mayoritariamente, pero cada vez más los ciudadanos diversifican su tiempo de ocio, descubriendo también el interior en una casa rural lejos de cualquier ruido, acudiendo a las fiestas de su pueblo como pueden ser las de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan; intentando superar su propio palmarés deportivo en pleno desierto o a 8.000 metros de altura, o simplemente de ruta turística a pie con una mochila a cuestas.

Las posibilidades son infinitas aunque el bolsillo no, por lo que es importante planificar los días libres de verano con bastante antelación y comparar siempre todas las opciones con el fin de escoger lo mejor y a menor coste.

El calor también nos acompañará y ya las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan a unas temperaturas superiores a los valores normales en los meses de junio y julio. Aún son predicciones,
que no previsiones concretas y específicas, por lo que desde la Aemet señalan que en latitudes medias donde se sitúa España las fluctuaciones aleatorias del tiempo son mayores que las componentes predecibles a escala estacional, es decir, que el tiempo puede variar sin que por ello, en general, se mantengan unas temperaturas elevadas.

No obstante, apuntan la diferencia de que el mes de mayo de 2015 fue muy seco y muy caluroso y en 2016 no, con lluvias durante más de una semana.

La consulta del tieverano luz y calormpo es un ingrediente básico a la hora de hacer una maleta de vacaciones como lo es también incluir todo tipo de nuevas tecnologías. En verano, como en invierno, dependemos por completo de las nuevas tecnologías, son tan necesarias como lo pueden ser las servilletas para un bar o las camas para un hotel, decía gráficamente un experto informático a Ayer&hoy.

Y es que, por ocio, por costumbre o por necesidades de trabajo nunca desconectamos del todo y los dispositivos móviles, tablets o portátiles forman parte del equipaje como el cepillo de dientes o el bañador. Viajar hoy sin un dispositivo de este tipo es inconcebible.

Con permiso del ‘rey’ móvil, la reina es la tablet, la más versátil pues se puede usar para todo, para el entretenimiento de los niños o para estar al tanto de lo que ocurre en las redes sociales. El ordenador portátil también viaja y se usa por ocio, para visualizar archivos multimedia o estar informado de la campaña electoral del 26-J, aunque al final también nos mantiene conectados al trabajo.

¿Wifi segura?
Actualmente, existen conexiones de datos y tarifas que permiten estar ‘on’ todo el periodo estival y a una buena velocidad. Si se viaja el extranjero algunas operadoras han eliminado el roaming en determinados países por lo que es importante estar bien informado de la promoción de tu compañía, los destinos beneficiados y la duración de la misma para evitar una factura mayor de lo esperado. En los lugares de veraneo también se utilizan las redes wifi. En el hotel, en el apartamento que se ha alquilado, en el bar de la esquina, en el chiringuito o en el aeropuerto. Es un servicio que está muy extendido en los hoteles, prácticamente al 99%, y se está incorporando en los grupos de apartamentos que lo incluyen en la cuota
o lo dan gratuito para atraer a la clientela. Hoy en día, ningún empresario del mundo de la hostelería o el turismo concibe un negocio sin wifi pues le puede suponer la pérdida de clientes.

Todo el mundo quiere wifi gratis pero realmente ¿se conocen los riesgos de una conexión sin cable? Es cierto que los hoteles facilitan las claves una vez que el cliente se ha registrado y que existen conexiones más seguras pero, por ejemplo, en los aeropuertos se da por supuesto que su wifi es una red privada. En otros establecimientos cotidianos de hostelería podrían existir menos restricciones y alguien podría acceder a las claves del cliente que tiene en la mesa de al lado o a la propia red del empresario si en la instalación no se ha diferenciado claramente la red de los ficheros y datos de sus clientes de otra que quiera compartir con los usuarios que acudan a su negocio. En este sentido, los informáticos apuntan la importancia de que el empresario, con una pequeña inversión, pueda ofrecer un sistema seguro de wifi.

La Unidad de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Ciudad Real también es clara en las posibles consecuencias: la tecnología wifi es insegura de por sí aunque se puede dotar de cierta seguridad en mayor o menor medida. A priori, un empresario que tiene una wifi abierta para compartir
no tiene ninguna responsabilidad, pero si se comete cualquier intromisión, fraude o delito en el que alguien “esnifa” o utiliza de forma ilegal el tráfico de datos ajenos, averigua las claves del Facebook, del correo electrónico o las claves de la tarjeta del banco de otro cliente del local, entonces el responsable y a quien se le van a pedir explicaciones, en virtud de garantizar la integridad y seguridad de esos datos según establece la Ley Orgánica de Protección de Datos, es al dueño de esa wifi con los consiguientes
quebraderos de cabeza.

El consejo policial también es cristalino para los usuarios: cuanto más se exponga una persona usando wifi, más pierde. Es decir, aconsejan que no se utilice una conexión sin cable si no es estrictamente necesario y para asuntos de poca importancia como puede ser la lectura de la prensa. Para hacer una transacción con el banco, recomiendan utilizar los datos del móvil o llamar por teléfono, nunca expongamos nuestros asuntos de aspecto económico o íntimo en una red wifi, añaden.

Precaución cibernética con los niños
Los delitos tecnológicos, tipificados en el Código Penal español como el resto de delitos, van en aumento y aunque el porcentaje de esclarecimiento es bastante elevado policialmente, el problema es si para una persona más o menos famosa o conocida se siente resarcida porque alguien haya entrado de forma ilícita en su Facebook y haya compartido fotos o datos privados.

En las charlas en los institutos de la provincia, la Policía recuerda igualmente la necesidad de que los padres estén al día en nuevas tecnologías y tengan precaución con sus hijos en la vida cibernética igual que lo tienen en la vida real.

Pero independientemente de nuestra mirada obligada a internet en vacaciones, las buenas temperaturas y las menos horas de sueño posibilitan un abanico de actividades. Para los niños, cada vez es más frecuente que existan multitud de programas previstos para ocupar el espacio que deja el colegio a
finales del mes de junio, como escuelas de verano, campamentos incluso temáticos (cocina, idiomas, deportes, etc.), viajes al extranjero, escuelas-taller, etc. Los jóvenes por su parte buscan todas las posibilidades al alcance de su bolsillo para que éste sea el mejor verano de sus vidas aunque sea sin
salir de su ciudad y trabajando los fines de semana en un bar.

Texto principal: Oliva Carretero en colaboración con la Unidad de Delitos Tecnológicos del CNP y Datavox. Fotos: Ayer&hoy