El Consistorio prioriza este tipo de métodos frente a los fitosanitarios, soltando en parques y jardines 500 unidades de la adalia bipunctata y 10.000 crisopas para aprovechar la capacidad depredadora, así como 20.000 unidades del parásito Aphidius colemani.

 

El Ayuntamiento de Valdepeñas ha vuelto a recurrir este año a un método biológico para controlar la plaga del pulgón, y lo vuelve a hacer a través de la suelta de la larva de la adalia bipunctata (conocida popularmente como mariquita) y otros insectos como solución a los inconvenientes que genera el pulgón por la suciedad que produce.

La aplicación de este tratamiento biológico, que se realiza en dos fases en los meses de mayo y junio, se lleva a cabo en parques y jardines y consistente en la suelta de 500 unidades de la adalia bipunctata y de 10.000 crisopas para aprovechar la capacidad depredadora de ambos insectos, así como 20.000 unidades del parásito aphidius colemani, todos inofensivos para los seres humanos y animales.

“Estamos haciendo un equilibrio natural, que es de lo que se trata y sobre todo protegemos a las personas”, explicaba el teniente de alcalde de Medio Ambiente y Agricultura, José Antonio Sánchez Elola, durante una de las sueltas en la Plaza de la Yenka apuntando que el Consistorio prioriza este tipo de tratamientos frente a los fitosanitarios, que suelen resultar además más costosos y contaminantes. Por ello reseñaba que “cuando pulverizamos lo hacemos siempre con productos autorizados pero esta manera de hacerlo, sin duda, es la forma más sana para los ‘bichos grandes’ que vamos por las calles porque estos otros bichos no nos van a comer”.

El ciclo de vida de estos insectos suele ser de 15 días, periodo en el que aprovechan acabar con los pulgones dado a su carácter depredador o como como parásitos que depositan sus huevos en el interior del pulgón, acabando con ellos. La ingeniera técnica industrial Paula Artime afirmaba durante la suelta de estos insectos que con este método “no contaminamos nada, estamos utilizando especies que de forma natural existen en el medio ambiente y que aquí en poblaciones también pueden existir de forma natural, como estamos en un medio antropizado es complicado que las poblaciones sean estables”.

En este sentido resaltaba las ventajas del control biológico “con el que nos olvidamos de químicos, de emisiones, de vertidos y de contaminación, es lo más parecido a lo que puede suceder en la naturaleza”, aseveró.