Han recibido la formación oportuna durante una jornada que ha finalizado con una convivencia entre voluntarios y usuarios.
La Asociación de voluntarios de personas mayores Pozohondo de Campo de Criptana ha visto aumentada su plantilla con la incorporación de trece nuevos voluntarios los cuales han recibido el curso de formación básica del voluntariado. Con estas incorporaciones, el colectivo suma ya cerca de setenta voluntarios los cuales realizan labores de acompañamiento con más de treinta usuarios.
Técnicos de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados (UDP) de Castilla-La Mancha han sido los encargados de dirigir este curso en el que los nuevos voluntarios han conocido los pormenores de la ley del voluntariado, así como los derechos y obligaciones derivadas de esta, entre los que sobresalen aspectos como el mantenimiento de la confidencialidad en las visitas que realizan, o el aseguramiento del propio voluntario ante posibles incidentes que puedan darse en las casas que visitan. Precisamente, la UDP es la encargada de cubrir los gastos de formación y del seguro de estos voluntarios.
La responsable del servicio en el Centro Social criptanense, Juli Menéndez, ha mostrado su satisfacción por la evolución de este colectivo que lleva funcionando en el municipio desde el año 2000 y se constituyó hace seis años como asociación. Menéndez ha indicado que “cuantos más son a más gente pueden llegar por lo que realizan una labor social digna de alabanza”. De hecho, la responsable del servicio ha indicado que no sólo han aumentado los voluntarios sino también los usuarios quienes “en su mayoría primero vencen el temor a las visitas mediante el servicio del Teléfono del Mayor, y luego crean vínculos muy especiales con los voluntarios”.
Palabras que ratificaba la vicepresidenta de la Asociación de voluntarios local, Mari Cruz Fernández, quien manifestaba que sienten “una inmensa gratitud” por cómo son recibidos por los usuarios “con quienes creamos una especie de familia charlando con ellos o acompañándolos cuando nos necesitan”.
La jornada de formación finalizaba con una convivencia entre voluntarios y usuarios los cuales se reunían para una comida conjunta. Durante la misma, la asociación local ha querido entregar un obsequio de reconocimiento a Santi Quintanar, una de las voluntarias fundadoras del colectivo que aún continúa en activo.