El Wabi-Sabi es un estilo japonés que se encuentra en la belleza de la imperfección. Más que un estilo es una filosofía de vida que toma de la naturaleza tres ideas básicas: nada es perfecto, nada es permanente y nada es completo.
También se trata de ver el mundo con otros ojos, y valorar la naturaleza, apreciar el paso del tiempo y comprender lo efímero de la belleza La decoración Wabi-Sabi es sorprendente porque su resultado no se parece a lo que estamos acostumbrados de este lado del mundo.
Nada de sofisticación, ni objetos banales. En el Wabi-Sabi se aprecia mucho el espacio libre, el silencio y la simplicidad. Por eso promueve conservar solo lo esencial para estar feliz en la cotidianidad.
Este es un estilo en el que se vive con modestia y, aunque se tienen pocas cosas, el ambiente no se siente frío porque la calidez la dan los materiales. Esta filosofía se inspira en la naturaleza, así que toma de ella todo lo que pueda, madera, vidrio, piedra, mármol, cerámica, hormigón y fibras naturales como el lino, algodón o mimbre.
En un espacio Wabi-Sabi se puede encontrar una mesa decorada con naturaleza, en su espacio puro, hojas, piedras, conchas de mar o un jarrón de cerámica lleno de troncos y ramitas silvestres. En este estilo vale lo asimétrico, lo irregular, lo imperfecto. Todo marca que el clima, el uso o el paso del tiempo hayan dejado en una pieza digna de ser mostrada porque habla de su historia y su vulnerabilidad. Eso la hace realmente única.
Este estilo opta por piezas de aspecto antiguo, rústico y natural. No importa si están viejas, desgastadas o agrietadas. Utilizamos colores apagados que son aquellos que no tienen ni brillo ni intensidad. El Wabi-Sabi toma estos tonos de la naturaleza y los traslada a los espacios con el fin de que aporten confort y serenidad. Por lo general son colores oscuros como marrones, negros, grises y verdes, pero si tu personalidad se inclina hacia colores claros puedes usar tonos arena, beige, blanco nieve o azul turquesa.
Los espacios decorados bajo este estilo suelen tener poca luz para dar sensación de intimidad. Esta decisión permite jugar con sombras para que adornen espacios que parezcan insignificantes. La luz natural debe ser la protagonista para aportar calidez durante el día, mientras que durante la noche, la luz artificial debe resaltar los rincones principales de las estancias. Para lograrlo puedes utilizar lámparas colgantes con focos puntuales.
El hecho de que el Wabi-Sabi no alabe la perfección, no significa que acepte el desorden. Una de sus principales premisas es lograr tranquilidad a través del orden y la sencillez. El Wabi-Sabi es totalmente opuesto al concepto de la decoración que tanto se ha impuesto. En él no destacan los textiles sintéticos, los muebles moduladores, la tecnología; tampoco los acabados simétricos.
Para los que practican esta filosofía, tener vida de diez es disfrutar de un hogar sencillo, que cumpla con nuestras necesidades. No luchar por llegar a estándares de perfección que terminan siendo inalcanzables y agotadores. Quizás por eso resulte tan Fascinante.