Gastronomía con personalidad propia

Álvaro Madrigal Galiana tiene 41 años y la mitad de ellos se los ha pasado aprendiendo en las mejores escuelas y centros de enseñanza de gastronomía, entre ellas la de Toledo, trabajando con los más prestigiosos cocineros, y realizando continuamente prácticas tanto en España como en el extranjero. Superados los cuatro años de especialización en la Escuela Superior de Gastronomía y Hostelería, se queda en la misma otros cuatro como formador. Posteriormente, y tras trabajar con su familia dos años y otros dos como jefe de cocina en un reconocido hotel de Ciudad Real, monta su propia empresa: “Tentempié”, primero como taberna y posteriormente, en nueva ubicación y mayor superficie, en la Avenida de Las Tablas de Daimiel, con dos zonas, la de restaurante y la de barra. Ahora acaba de abrir un nuevo establecimiento en la Avenida del Rey Santo, “Soga”, con una estética y decoración peculiar en la que abunda la madera y las cuerdas que dan nombre al restaurante. “Se trata de un local en el que se ofrece comida informal, razonable en el precio, siempre con alimentos frescos (nunca congelados), tanto en pinchos, raciones (chipirones en su tinta o encebollados), como toda clase de platos cocinados, o ensaladas, pasando por carnes tradicionales (solomillo de ternera o cerdo ibérico), pero salvaguardando la textura de la comida, su sabor, y sus valores nutricionales con platos muy decorados y que, entre todos estos aspectos, se guarde un gran equilibrio”, afirma Álvaro. Cocina tradicional (por sus platos y productos) pero aportando toques modernos, (mediante la elaboración, controlando mucho los procesos tradicionales y las temperaturas, y en la presentación) entre la que encontramos callos con garbanzos, pochas con almejas, pinesas de Malagón, marmitako o platos de caza, a los que se ha puesto mucho amor y tiempo. “Le ponemos ese tiempo que habitualmente en las casas no se tiene”.

Al ofrecer guisos tradicionales los platos resultan más económicos, por lo que comer o cenar en “Soga”, sin ofrecer lo que habitualmente se conoce como plato del día, puede salir por unos 12 euros. “Y siempre con producto de temporada. De ahí que debamos destacar sus platos de caza, ya que esta carne puede considerarse como la más natural de todas al haberse creado libre en la naturaleza”, nos confirma Álvaro, a la vez que nos informa de que en Soga se puede desayunar, tomar la cerveza del medio día, comer, cenar y, también, cerrar la jornada con una copa.