Carlos Peña Sánchez / Agente de Helvetia Seguros

Comprar un piso o una casa nueva tiene numerosas ventajas. Sin embargo, esto no quiere decir que no esté exenta de riesgos, ya que una vivienda recién construida puede presentar fallos en su estructura que pueden ser muy graves, lo que supone un elevado coste de reparación.

Con el objetivo de respaldar la economía de los propietarios de las viviendas ante estos tipos de situaciones, desde el 5 de mayo del año 2000, las promotoras están obligadas a contratar un seguro decenal para todas las nuevas edificaciones de uso residencial que construyan, como así consta en la Ley de Ordenación de Edificación. Sólo están exentas de hacerlo las autopromotoras que construyan una vivienda unifamiliar para uso propio.

Este seguro se llama así porque cubre los posibles daños materiales que se originen en la vivienda durante los 10 años siguientes a su construcción a causa de la existencia de defectos o vicios en su estructura que supongan un riesgo real para la resistencia y estabilidad del edificio. De manera que, los promotores no podrán anular la póliza antes de que finalicen esos 10 años.
En este sentido, hay que tener claro que el seguro Decenal sólo se ocupa de los daños que hemos citado anteriormente. Por tanto, no cubre otros desperfectos, como los que se produzcan en el contenido de la vivienda, los que se originen por modificaciones y reformas posteriores (a menos de que el seguro incluya una garantía opcional específica para este supuesto) o los que se ocasionen por el mal mantenimiento del edificio, entre otros.

Estos son de los plazos de los que disponen los propietarios para reclamar responsabilidades a los promotores de las viviendas:

– Hasta 10 años para los daños que afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, etc.
– Hasta 3 años para los defectos en los elementos constructivos (ventanas, suelos, techos, etc.) y en las instalaciones que no cumplan con los requisitos de habitabilidad (como los malos olores, las humedades persistentes, problemas en la caldera, etc.).
– Hasta 1 año para los fallos que se hayan producido en los acabados de las obras.

El seguro Decenal no desempeña el papel de un seguro de Hogar. Por tanto, aunque no sea obligatorio, conviene que los propietarios al adquirir la vivienda contraten un seguro que la proteja de los posibles percances que pueda sufrir.

La realidad es que el seguro Decenal no sólo aporta mayor protección y tranquilidad a los propietarios tras comprar una vivienda, sino también a sus promotores, cubriendo así su responsabilidad en el caso de que haya defectos que afecten o tengan su origen en la estructura del edificio y sean tan graves que comprometan a su estabilidad.