Blanca Esteban Luna / Seguridad Alimentaria (Asociación de Celíacos y
Sensibles al Gluten)

La persona celíaca debe compartir su cocina a diario con otros familiares o compañeros de piso que consumen gluten. Esta proteína puede causar serios problemas de salud, incluso en cantidades muy pequeñas, a aquellas personas que por motivos de salud deben evitar el gluten en su dieta de por vida.

Eliminar el gluten en la dieta es el primer paso que debe dar una persona diagnosticada de enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, pero también debe evitar la contaminación cruzada en su día a día. La contaminación cruzada se produce cuando los alimentos se preparan en superficies comunes o con utensilios de cocina que no se limpian a fondo después de preparar algún alimento que contiene gluten. Esta contaminación puede tener lugar al cocinar u hornear en casa y sobre todo con ingredientes muy volátiles como la harina y el pan rallado con gluten, ya que pueden quedar en suspensión y contaminar las superficies como encimeras, utensilios de cocina y alimentos sin gluten. A continuación, te damos una serie de recomendaciones para evitar la contaminación cruzada en casa:

1. Informa a las personas que conviven contigo:
las personas que comparten tu hogar deben ser cuidadosos a la hora de manipular los alimentos con gluten (por ejemplo, a la hora de cortar el pan, etc.).
2. Guarda tus alimentos sin gluten separados de los que contienen gluten: busca en la cocina un lugar para guardar tus alimentos sin gluten, siempre bien cerrados y con la etiqueta para evitar contaminación y confusión. Conviene elegir un armario situado en la zona superior para evitar que puedan caer restos de otros alimentos como migas de alimentos con gluten. En el congelador haz lo mismo, utiliza el cajón superior para guardar los alimentos sin gluten.
3. Guarda los ingredientes con gluten en las estantes inferiores de la cocina: de esta forma evitaremos que si se derraman contaminen los alimentos con gluten.
4. Utiliza solo harinas y pan rallado sin gluten para todos: la harina y el pan rallado son los dos ingredientes más problemáticos por lo que si se utiliza sin gluten para todos, evitarás limpiezas extras y muchos de los platos que se hagan podrán ser consumidos por todos los convivientes sin tener que realizar preparaciones aparte.
5. Ten cuidado con los productos de untar: todos los convivientes serán cuidadosos con estos productos ya que es muy frecuente dejar restos de migas en los mismos, por lo que se servirán en cuencos o la persona celíaca dispondrá de un recipiente específico que no utilizarán el resto de los convivientes.
6. Evita utensilios de madera o muy porosos: son muy difíciles de limpiar por lo que conviene sustituirlos por otros materiales.
7. No utilices trapos de cocina: en su lugar utiliza papel desechable de un solo uso.
8. Limpia bien todos los robots de cocina antes de utilizarlos: desmonta la cuchilla si es posible y déjala bien limpia.
9. No hornees a la vez productos con y sin gluten: antes de usar el horno verifica que está limpio. Y hornea de forma secuencial, primero los productos sin gluten (sin activar la función de aire) y a continuación los productos con gluten.
10. Precaución con tostadores, sandwicheras, gofreras, etc. Verifica su limpieza antes de utilizarlos, y en aquellos que sea complicado limpiar como el tostador valora comprar un tostador para los productos sin gluten o utiliza en su lugar una sartén limpia o una bolsa de tostar.
11. No compartas la freidora: no se puede utilizar la misma freidora para alimentos con y sin gluten, valora tener dos freidoras o utilizar una sartén con aceite limpio.
12. Delimita en la cocina una zona especifica para cortar el pan con gluten: todos deben ser muy cuidadosos al manipular los alimentos con gluten, especialmente el pan por las migas que genera.
13. Si preparas un plato sin gluten y todavía no lo vas a tomar, tápalo: así evitarás que le puedan caer restos de otros alimentos.