Ha sido, para la que suscribe, una entrevista muy especial, un precioso reencuentro con Raquel Guerrero, ya que coincidimos en el instituto Máximo Trueba de Boadilla, en plena adolescencia y he podido comprobar que sigue siendo tan maravillosa y natural como lo era entonces. Sonriente y con esa simpatía que la caracteriza, también algo “gamberra”, nos cuenta cómo se inició en el mundo de la interpretación, su faceta de actriz y de directora. Una mujer que lucha por sus sueños y que ahora está triunfando con su corto “Inútil” y en la serie de Netflix “Machos Alfa”.

“La inclusión de la mujer detrás de las cámaras hace que la mujer como actriz tenga otra presencia diferente”

Pregunta.- ¿Siempre has tenido claro que querías ser actriz?
Respuesta.-
Sí, desde bien pequeña. La primera vez que me subí a los escenarios fue en el colegio con seis años, bailé una coreografía de Alaska y Dinarama con todos los de mi clase y yo era Alaska. En el instituto empecé en los talleres de teatro y la verdad es que me encantaba. Ya en la universidad compaginé la carrera con el trabajo de actriz en la compañía de teatro que Luis Álvarez tenía en Las Rozas haciendo bolos infantiles, ese fue mi primer sueldo.


P.- ¿Recuerdas tu primer papel serio y cómo fue la sensación cuando dicen “cámara y acción”?
R.-
Claro, fue en Hospital Central, hacía de la mujer de Luis Merlo. Estaba flipada, alucinando con todo, muy nerviosa, pero fue muy divertido. A raíz de un curso que hice con el director de casting Luis Gimeno, me llamaron para hacer la prueba y me dieron el papel.


P.- ¿Desde ese primer papel, cómo ha ido evolucionando tu vida profesional: teatro, cine y TV?
R.-
Al terminar la universidad, que hice magisterio musical, y compaginar el trabajo que me salió con uno de los grandes productores, Luis Álvarez, me dediqué de lleno a la interpretación. Me apunté a la escuela de teatro en la Sala Montacargas con José Pedro Carrión, que es un mítico del teatro, y allí estuve dos años, luego me fui a La Lavandería donde estaba Carmen López, en la que estuve otros dos años y, desde allí empecé a crear mis propios espectáculos, a escribir, a moverme poco a poco porque esta profesión es una carrera de fondo y así me fueron saliendo cositas.


P.- Actriz, pero también directora novel con el corto “Inútil”, ¿cómo ha sido esa experiencia?
R.-
Pues ha sido fabulosa, me ha gustado muchísimo estar detrás de la cámara. A ver, me gusta mucho estar delante de la cámara, pero reconozco que estar detrás me ha encantado y voy a seguir haciéndolo porque, al final, ves que estando detrás tienes unas posibilidades creativas más amplias, controlas más cosas, puedes crear en más parcelas y, a nivel creativo, creo que me ha aportado muchísimo, me da una capacidad expresiva más grande para contar más cosas. Todo esto empezó porque tengo escrito el guion de una peli, que estoy intentando levantar, se llama Zoe, y a raíz de esto, decidí escribir el guion de un cortometraje para venderme como directora, y la verdad es que me ha salido muy bien. El cortometraje se llama Inútil, ha estado girando en festivales todo este año, ha ganado bastantes premios y hemos estado en festivales muy, muy importantes. Estoy muy contenta la verdad, he tenido mucha repercusión. He de decir que he aprendido mucho, me he rodeado de muy buenos profesionales, de gente que me conocía de la profesión, de gente que confía en mí y ha sido maravilloso porque he aprendido un montón de todos ellos y me han ayudado muchísimo a salir adelante.


P.- También has hecho mucho teatro, ¿qué tiene de mágico?
R.-
Para mí el teatro es como tirarte sin paracaídas, te da un chute de adrenalina que no te da el cine o la tele porque realmente estás en el aquí y ahora, con el público delante, estás absolutamente desnudo y vulnerable, no hay trampa ni cartón. No puedes repetir, no puedes cortar y el proceso creativo es diferente. Es muy bonito porque tienes mucho tiempo de ensayo, puedes conocer mejor a tu personaje, es un trabajo más profundo en el que puedes llegar a un mayor nivel creativo y psicológico del personaje. Además, conectas con el público y según vas avanzando en las funciones, ves cómo va creciendo y evolucionando el personaje. Eso es lo mágico del teatro.


P.- ¿Si tuvieras que elegir?
R.-
No, no puedo elegir, me gusta todo. Cada cosa tiene su disciplina, su forma de creación, sus tiempos… La tele me gusta porque es más inmediata. El cine tiene su magia, por eso lo llaman el séptimo arte ¿no? En el cine eres una pieza más de lo que está contando el director, es una obra de arte en sí audiovisual y también me gusta muchísimo.


P.- ¿Cómo ves el papel de la mujer en este sector a partir de cierta edad? ¿Hay oportunidades?
R.-
Vamos a ver, afortunadamente después de este movimiento que hubo con el Me too, sí que es verdad que se han removido bastante los cimientos y ha ayudado a que la presencia de la mujer, no sólo delante de las pantallas sino detrás, se haya incrementado bastante aunque todavía no estamos ni de lejos al mismo nivel que la participación de los hombres en esta industria, pero se ha dado un gran paso. Esta inclusión de la mujer en el cine, en la parte de atrás como guionistas, como directoras, hace que la mujer como actriz tenga también otra presencia diferente. Gracias a eso podemos tener otro tipo de personajes porque tenemos otra mirada, no quiero decir con esto que los hombres no la tengan, lo que pasa es que es otro punto de vista, más femenino, que cuentan cosas no sólo de mujeres sino que de repente sitúan a la mujer en otro lugar que no es el de mujer vulnerable, mujer dependiente, al servicio de las historias de los hombres, sino que la mujer toma de repente un lugar, tiene su propia voz y pienso que eso es súper importante.


P.- ¿Qué tipo de papeles prefieres?
R.-
Yo, de manera así como innata, la comedia es lo que me viene dado, pero los dramas se me dan muy bien también. Me gusta mucho el drama, de hecho, sólo escribo y dirijo drama, es curioso, nada de comedia. Pero vamos, me gusta todo: tragedia, comedia…


P.- ¿Cómo ha sido la preparación de tu personaje, Esther, en la serie de Netflix “Machos Alfa” que tanto éxito ha tenido en la primera temporada?
R.-
Esther es un personaje maravilloso. Laura Caballero, que es la directora, me llamó por teléfono y me dijo, “oye tengo un personaje que hemos hecho para una serie y creo que te puede encajar perfectamente. Quiero hacerte una prueba con Fele”. Cuando me dijo que era Fele, con el que coincidí en un pequeño papel en la serie “Estoy vivo” donde nos caímos muy bien, ya que además de encantarme como actor es un tío maravilloso, le escribí y le dije “que voy a hacer la prueba contigo, estoy súper contenta”. Y nada, la prueba salió muy bien, tuvimos mucho feeling desde el minuto cero. Esther ha sido un personaje de esos que dices “¡es que soy yo!”, ¿sabes?, es un personaje muy cercano a mí, te ayuda mucho para lucirte, para poder hacer gamberradas. Está muy bien escrito, los guionistas son espectaculares, han acertado con mi personaje y con los demás porque, al final, todos ellos son prototipos que están muy bien dibujados, creo que todo el mundo se identifica con alguna pareja. La verdad es que son delirantes.


P.- Ahora estáis inmersos en el rodaje de la segunda temporada, ¿mismos capítulos?
R.-
Sí, son diez, igual que en la primera. Empezamos en marzo y para julio o agosto terminaremos el rodaje.


P.- Pregunta obligada, aunque ya sé la respuesta, pero ¿puedes avanzar algo?
R.-
¡¡No!! Netflix tiene drones por todos los lados y me puede pillar si te cuento algo (risas).


P.- ¿Cuál sería tu sueño a alcanzar a nivel profesional?
R.-
Bueno, ahora mismo mi sueño inmediato es rodar mi segundo cortometraje y, sobre todo, poder levantar mi película como directora.


P.- ¿El segundo corto lo tienes ya escrito a falta de conseguir financiación?
R.-
Sí. El corto cuenta la historia de una madre con su hijo intentando huir de la guerra de Ucrania. Es un thriller social también como mi primer corto “Inútil”. Ahora estamos en ese proceso de búsqueda de financiación.


P.- ¿Y próximos proyectos?
R.-
Tengo por ahí varios proyectos, pero todavía no puedo decirlos, ya os iré contando, pero para esta entrevista no puedo decir nada todavía… (risas).

Texto: Kathy Montero Fotos: Cedidas por la entrevistada