“Recorrerla, conocer sus calles y gentes, su gastronomía y tradiciones, es revivir el mundo que conoció Cervantes”.
La Ruta El País del Quijote, una Ruta de Ensueño, ha sido presentada hoy día 18 en Fitur en el pabellón 7, por la presidenta Rosa Idalia Cruz Campo. Cada uno de los representantes de los pueblos que la integran ha insistido que está Ruta es un parque temático de los lugares del Quijote. En la presentación les ha acompañado la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo
Perderse en la ruta que componen Argamasilla de Alba, El Toboso, Campo de Criptana, y Alcázar de San Juan, en el centro de la llanura manchega, es adentrarse en el alma del Quijote.
Visitar y conocer sus calles y sus gentes, su gastronomía, sus tradiciones, es revivir el mundo que conoció Cervantes, los lugares donde surgiera la historia del más famoso y tenaz de los caballeros andantes.
Alcázar, el Corazón de la Mancha, guarda en su iglesia sanjunista de Santa María la Mayor, la partida de bautismo de Miguel de Cervantes. La cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba, conserva aun las piedras, entre las que surgió la Historia, que ha dado a conocer La Mancha fuera de nuestras fronteras. Campo de Criptana, tierra de gigantes, con sus molinos recortados bajo el añil del cielo manchego, donde Cervantes imaginara la batalla de su caballero. El Toboso, patria del amor de universal, donde Dulcinea guarda su casa con el corazón de don Quijote encerrado en ella.
Los cuatro lugares se unen en esta ruta de ensueño, la esencia de la obra cervantina, los rincones donde como afirmo Cervantes por boca de don Quijote. “Hanse de casar las fabulas con el entendimiento de los las leyeron…de modo que anden a un mismo paso la admiración y la alegría juntos”.
acordarse.
Situados estratégicamente en el centro de la llanura manchega, a poca distancia de Madrid, Levante y Andalucía, la Ruta de Ensueño, conforma un territorio, un corazón en la tierra del Quijote, desde el que revivir la aventura del personaje cervantino, una tierra que aún conserva los lugares y escenarios reales de la aventura quijotesca.
El protagonista de esta aventura cuando el turista recorra el País del Quijote no será sin embargo este legado, el protagonista serán las emociones y experiencias que vivirá, una experiencia en la que no faltaran molinos, atardeceres en un mar de tierras, casas y monumentos que le remitirán a nuestro siglo, y todo ellos rodeado de una gastronomía difícil de olvidar, en la que no faltaran, nuestros excelentes quesos y vinos.
Lugares donde alojarse, desde hoteles de cuatro estrellas con capacidad para grandes grupos y todo tipo de prestaciones, hasta casa rurales llenas de encanto, restaurantes, bares de vinos, bodegas,…y como no, naturaleza y patrimonio, todo ellos en un entorno con todo tipo de servicios, donde podrá disfrutar y conocer el alma del Quijote.
En Alcázar de San Juan, podemos realizar una visita a la Casa Museo del Hidalgo, casa solariega manchega del s.XVI donde descubrir el modo de vida de La Mancha en la época del Quijote, o conocer visita a la fábrica donde se elaboran las conocidas «Tortas de Alcázar», siguiendo una receta con más de 400 años de antigüedad, y alojarnos en uno de los mejores hoteles de la zona, reconocido con la Q de calidad turística.
En Argamasilla de Alba, recorreremos sus típicas calles hasta llegar a la Cueva de Medrano, lugar donde una antiquísima tradición afirma que Cervantes sufrió prisión , concibiendo aquí su inmortal obra, la iglesia de san Juan bautista con el cuadro exvoto de don Rodrigo de Pacheco, y nos acercaremos, como no, a las maravillosas lagunas de Ruidera.
Ya en Campo de Criptana, como no llegar hasta la sierra de los molinos y asombrarnos en esta tierra de gigantes, mientras contemplamos uno de los lugares más bellos de nuestra ruta, y disfrutamos de una magnifica comida en algunos de los restaurantes situados en la sierra. Y alejándonos un poco, no podemos perdernos la visita al albaicín o al Pósito.
Y por último, El Toboso, lugar del amor cortes, pueblo de Dulcinea, donde conocer su casa, el Museo Cervantino, donde se guardan más de 600 ejemplares del Quijote, y sus casas y calles llenas de sabor y encanto, mientras nos dirigimos a alguna bodega a catar un buen vino manchego.