Francisco Javier Morales Hervás, Doctor en Historia.

El Homo heidelbergensis iría evolucionando progresivamente hasta dar lugar a una nueva especie humana, el Homo neanderthalensis, más conocido como Hombre de Neanderthal, que aparecería en Europa hace unos 200.000 años y será el protagonista de la etapa cultural conocida como Paleolítico Medio, caracterizada por el desarrollo de un complejo tecnológico denominado Musteriense. Esta industria lítica estará representada, básicamente, por dos elementos: la presencia de raederas como útil más característico y el desarrollo de una forma muy peculiar de trabajar la piedra, conocida como “Técnica Levallois”, que consiste en preparar el núcleo para obtener un útil predeterminado, lo cual pone de manifiesto que los neandertales tenían una notable complejidad intelectual, pues la elaboración de útiles de piedra a partir de esta técnica exige poseer una elevada capacidad de abstracción y un firme manejo técnico para poder realizar un objeto determinado, cuya fisonomía concreta había sido preestablecida mentalmente y, por lo tanto, no podía ser fruto de la casualidad, ya que este tipo de útiles solo pueden ser obtenidos tras un complejo proceso manipulativo.

Esqueleto y reconstrucción de un neandertal. Puede apreciarse la constitución robusta y achaparrada y el prognatismo facial propias de la especie. (Museo Nacional de la Ciencia y la Naturaleza de Tokio, Japón).

En la provincia de Ciudad Real contamos con un notable conjunto de yacimientos en los que se ha podido documentar la presencia de útiles musterienses y se aprecia un incremento tanto en la extensión territorial ocupada como en el número de asentamientos con respecto a la etapa anterior, lo cual parece poner de manifiesto un cierto incremento demográfico, especialmente en el valle del Guadiana, valle del Bullaque, valle del Jabalón, valle del Záncara, valle del Ojailén y zonas lagunares del Campo de Calatrava, es decir, terrenos siempre vinculados a la presencia de recursos hídricos, en los que podemos mencionar la presencia de yacimientos como Dehesilla del Emperador, El Vicario, La Atalaya, El Molinillo, Las Peñuelas, Porzuna, Valdarachas, Laguna de Caracuel…

Por lo tanto, hasta el momento la presencia de neandertales en las tierras ocupadas actualmente por la provincia de Ciudad Real, tan solo se puede inferir a partir de la presencia de los útiles líticos que realizaron, pero aún no se ha podido documentar ningún fósil correspondiente a este tipo humano, aunque sí hay evidencias de restos óseos en otras provincias de Castilla-La Mancha. El Hombre de Neanderthal presentaba una musculatura muy potente, podía medir algo más de 1,70 metros y tenía una capacidad craneal superior a la nuestra. Los estudios de ADN nos están aportando nuevos datos para caracterizar mejor a este tipo humano y gracias a ellos podemos saber que tenían la piel blanca, que un elevado porcentaje tendrían ojos de color claro y que habría un destacado porcentaje de pelirrojos.

Los neandertales vivieron en uno de los períodos más fríos del Pleistoceno y a partir de hace unos 40.000 años empezarían a convivir en Europa con un nuevo tipo humano, el Homo sapiens, que llegaría procedente de África y que acabaría sustituyendo a los neandertales hace unos 30.000 años, desarrollando una serie de complejos tecnológicos que se incluyen en el Paleolítico Superior. Resulta llamativo que, frente al notable incremento de yacimientos durante el Paleolítico Medio, apenas tenemos vestigios en la provincia de Ciudad Real que puedan ser adscritos con seguridad al Paleolítico Superior y, por lo tanto, a los primeros Homo sapiens que habitaron este territorio a partir de hace algo menos de 40.000 años. Es probable que esta circunstancia se pueda deber a un notable descenso demográfico como consecuencia del recrudecimiento del frío durante la última glaciación (Würm), que hizo casi imprescindible el hábitat en cuevas protegidas, las cuales son muy escasas en nuestra geografía provincial. Además, debemos tener presente que la materia prima más abundante en nuestra provincia para realizar útiles líticos es la cuarcita, la cual no resulta muy apropiada para la talla laminar que caracteriza a los complejos industriales típicos del Paleolítico Superior.

Un Neandertal elaborando herramientas copiadas posiblemente de los Homo Sapiens, con quienes convivieron durante 10.000 años. (Wikipedia)