Más bodegas, más referencias en la Galería del Vino, importadores procedentes de 100 países, 10.000 contactos comerciales previos… y algunas novedades de la Diputación Provincial como un stand propio donde promocionar lo nuestro, son las credenciales de la decimotercera edición de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) que se celebra en el complejo ferial IFEDI del 6 al 8 de mayo en horario de 9 a 19 horas. Una feria en la que expositores y profesionales vuelcan toda su profesionalización y calidad del producto en comprar y vender lo máximo posible frente a desafíos nacionales e internacionales. Vuelve FENAVIN, más FENAVIN que nunca.
Siempre hay margen de mejora. Es la frase grabada a fuego por la organización de la Feria Nacional del Vino (FENAVIN) para una profesionalización cada vez más eficaz y eficiente, pero también es un empeño y esfuerzo constantes de los cientos de bodegas, cooperativas, denominaciones de origen, pagos, enólogos, viticultores, profesionales y sumilleres afanosos, en su quehacer diario, de impulsar y fomentar uno de los inputs más sensibles y a la vez más trascendentales de nuestro vino: la calidad.
Profesionalización y calidad, calidad y profesionalización. Como aquellos Reyes, denominados Católicos por el entonces pontífice de un Estado Vaticano ahora en pleno cónclave, tanto monta como monta tanto, y es que ambas características van intrínsecamente unidas en un producto que, del 6 al 8 de mayo, se expondrá y venderá al mundo en FENAVIN, la mejor feria de vino español en el mundo, en el complejo ferial IFEDI de Ciudad Real.
PROFESIONALIZACIÓN, un sello de garantía que crece en cada edición.- La apuesta por la profesionalización de este gran escaparate obedece principalmente al interés por incrementar las oportunidades de negocio. Y, para que se produzca la compraventa de la forma más cómoda, profesional y con las mejores garantías, esta decimotercera edición de Fenavin cuenta con unas cifras de escándalo que superan los ya de por sí elevados índices de anteriores ediciones. En los más de 31.000 metros cuadrados de superficie ferial, se ubicarán 1.922 bodegas de todas las regiones vitivinícolas del país, 15 más que en la edición anterior; con miles de compradores nacionales e internacionales, 900 de ellos captados directamente por la Cámara de Comercio, el ICEX, la propia organización y la Fundación Tierra de Viñedos procedentes de 100 países diferentes, entre ellos Brasil, Canadá, Vietnam y nuevos importadores de Mónaco y San Marino. Además, el Centro de Negocios, el programa Contacte Con… que permite fijar encuentros entre bodegas y compradores de forma previa a la feria -en el momento de suscribir estas líneas, la cantidad se elevaba a los 10.000 contactos-, o la Galería del Vino, con 1.487 referencias, 30 más que en la edición de 2023, son ingredientes esenciales de una feria que va a más porque ambiciona más.

Al mando de todo ello se encuentra un nuevo equipo de Gobierno de PP y Vox en la Diputación Provincial, organizadora de FENAVIN, con el estreno de Miguel Ángel Valverde como presidente de la Feria y la vicepresidenta Sonia González como coordinadora institucional, pero con todo un Ejecutivo provincial plenamente entregado a la noble tarea de hacer de FENAVIN 2025 “el mejor de todos los tiempos, pero el peor de las futuras ediciones que vendrán”. Para esta edición, el presupuesto aprobado se sitúa en torno a los seis millones de euros.
Valverde defiende y ampara Fenavin, siempre ha reconocido su gran profesionalización, la garantía de éxito y la marca que identifica a la provincia y que es conocida nacional e internacionalmente, “si algo funciona, hay que mantenerlo e incluso mejorarlo”, ha subrayado el líder político en numerosas ocasiones.
En ese afán de superación, Valverde se ha marcado el doble objetivo de fortalecer la profesionalización para, consecuentemente, multiplicar las opciones de negocio, como se ha indicado anteriormente; y, en segundo lugar, ya como presidente de la Diputación, incentivar y auspiciar un mayor retorno económico a la provincia aprovechando el marco de Fenavin. A este respecto, la nueva dirección política ha incorporado algunas novedades como la instalación de un stand propio de la Diputación, ubicado frente al complejo ferial para evitar “contaminar” la esencia de la muestra, con los cometidos concretos de difundir todas las bondades del sector vitivinícola de la provincia, facilitar los contactos con las pequeñas bodegas ciudadrealeñas, además de ofrecer y promocionar otros valores patrimoniales, culturales, naturales y gastronómicos de nuestra tierra. Uno de los programas creados ex profeso será la presentación de vinos embotellados con etiquetas distintivas de los personajes de El Quijote pintados por Alfredo Palmero, en línea con la idea de enlazar este gran escaparate vinícola con nuestra riqueza patrimonial, histórica, cultural y paisajística.
Asimismo, se ha previsto a posteriori un programa de visitas a bodegas que introduzca a los compradores internacionales en un mayor conocimiento de la historia y del relato de los vinos de Ciudad Real, posibilitando además más operaciones comerciales. Al cierre de esta edición de Ayer&hoy, más de 50 importadores habían confirmado su inscripción a esta novedosa iniciativa que serán acogidos por 22 bodegas de nuestra tierra, “son profesionales interesados no sólo por conocer el vino y el precio del mismo, que también, sino por indagar más en la historia de la bodega que lo produce, en la familia que lo regenta, en el viñedo, en definitiva, en el relato del vino”, comentó Valverde en la presentación de Fenavin 2025.

“El cambio tecnológico en la vitivinicultura ha sido la gran revolución”
Pero la Diputación y el cualificado equipo técnico dirigido por Manuel Juliá no caminan solos. Fiel aliado de esta empresa siempre ha sido la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha cuyo presidente, Emiliano García-Page, se declara fiel “devoto” de esta feria que representa no sólo a Ciudad Real, sino a Castilla-La Mancha y a todo el país. En el acuerdo suscrito el pasado 25 de abril se cerró una cifra de 500.000 euros, para el stand regional, la promoción y la captación de compradores a través del IPEX. El Gobierno nacional, a través del ICEX, también aporta 150.000 euros en el programa de compradores internacionales. La Cámara de Comercio, merced al acuerdo de colaboración, es otra de las importantes entidades implicadas, “una buena compañera de viaje” con la captación de importadores y la puesta en marcha de las diversas herramientas de negocio, además de la Federación Empresarial de Ciudad Real y la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo, amén de entidades bancarias y de crédito.
CALIDAD, la constante batalla.- Al igual que en la profesionalización hay margen de mejora, en la calidad, aunque se ha avanzado sobremanera en las últimas décadas, también se puede y se debe continuar con esa constante batalla de mejora. En general, los vinos españoles gozan de una excelente calidad que compiten de igual a igual con cualquier otro vino de Francia, Italia, Chile, Australia, etc. En Castilla-La Mancha, donde presumimos de tener la mayor extensión de viñedo del mundo con una mayor superficie a su vez en la provincia de Ciudad Real, también tenemos arrestos y argumentos poderosos para poder vender en igualdad de condiciones nuestros extraordinarios vinos. Apuntó en este sentido el propio Valverde que nuestra provincia había arrebatado a Barcelona el liderazgo del valor de las exportaciones de vino de España, un hito más que reseñable merced a la potente oferta vinícola de la provincia catalana.
En las bodegas, apunta el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, Jaime Villena Ferrer, los avances tecnológicos han mejorado los procesos de fermentación y conservación de los vinos. La implementación de sensores y sistemas automatizados asegura un control más preciso de las condiciones de fermentación, lo que resulta en vinos de mayor calidad.

“Se cuida tanto la calidad del vino a granel como del embotellado”
Para meternos de lleno en la apuesta por la calidad, qué mejor manera que hacerlo con los enólogos y técnicos de laboratorio de destacadas e importantes bodegas y cooperativas de la provincia de Ciudad Real. Juan Nieto Martín es director técnico de cooperativa El Progreso, de Villarrubia de los Ojos, lleva 23 años en la cooperativa, fundada en 1917 y de actividad ininterrumpida desde entonces. Procesaron esta última vendimia 92 millones de kilos de uva, siendo una de las referentes de producción y exportación de toda Europa.
“Vinos más aromáticos y armónicos gracias a la tecnología”.- Considera Nieto que la tecnología ha ayudado en todo, tanto en el viñedo como en bodega, “en general, el cambio tecnológico en la vitivinicultura ha sido la gran revolución”. Sobre el terreno, defiende la salud de la viña en Castilla-La Mancha, “aunque no seamos 100 % ecológicos, somos la zona del mundo con una menor aplicación de productos fitosanitarios al cultivo y donde más sanos y ecológicos somos”. En el proceso de elaboración, “antes eran unas fermentaciones mucho más espontáneas, era difícil controlar la temperatura de fermentación, y ahora, sin embargo, son mucho más regulares, con lo que se consiguen vinos mucho más aromáticos y más armónicos”.
Merced a esta ‘revolución’, la cosecha está más controlada, con análisis en la propia cepa para ver el equilibrio de acidez y el grado de azúcar y, consecuentemente, la recogida óptima de la uva. Cuando llega a cooperativa, nos explica Nieto, se separa la uva por calidades gracias a unos aparatos multiparamétricos que evalúan de forma instantánea la sanidad de la uva, su acidez, grado, el color en el caso de la tinta y así hasta 5 o 6 parámetros que derivan en tres tipos de calidades: A o Premium, B y C. Asimismo, se procede una vez hecho el mosto a su limpieza de forma más exhaustiva gracias a la maquinaria actual, inexistente hace unas décadas.
Reconoce el responsable de El Progreso que el vino a granel continúa siendo el gran negocio de los vinos de la provincia de Ciudad Real, “en nuestro caso comercializamos a distintos países como Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos… con un vino a granel de similares estándares de calidad al que nosotros embotellamos, aunque lógicamente las mejores partidas siempre nos las quedamos nosotros para el embotellado”.

“Los vinos de La Mancha pueden competir con cualquier tipo de vino a nivel nacional e internacional”
Preguntado por el consumo, Juan Nieto indica que las tendencias actuales se encaminan hacia los blancos (Airén, Sauvignon Blanc y Chardonnay) e incluso rosados, “vinos muy afrutados, frescos, con una graduación no demasiado elevada; y en tintos, no se quieren muy envejecidos en roble, sino jóvenes, ligeros, sin mucho cuerpo y, en algunos mercados, con un toquecito de azúcar”. Del mismo modo, se está comprobando el aumento de vinos sin alcohol, “es una tendencia fuerte, aún con poco porcentaje, pero que creo irá en aumento; en diez o quince años habrá, a mi juicio, una gama importante de vinos sin alcohol, no sólo para atraer a la gente joven sino para aquellos que no quieren tanto alcohol, pero quieren seguir bebiendo vino”.
En referencia a los aranceles impuestos por la administración Trump, confiesa que les preocupa y afecta, aunque no de forma directa a sus vinos embotellados, con unos precios ya de por sí baratos, “en el mercado norteamericano pueden suponer 2 o 3 euros y con los aranceles subir a 3,30 o 3,40 euros, algo que el bolsillo del estadounidense puede soportar; sin embargo, a nuestro vino a granel enviado a Italia, Francia o Alemania, que revalorizan, sí le va a afectar”.
Mejoras en todos los procesos para una calidad de producto superior.- Antonio Pérez Carrascosa, enólogo de Bodegas Yuntero-Cooperativa de Nuestro Padre Jesús del Perdón (Manzanares) desde hace 13 años, subraya que Yuntero ha optado por mejoras en todos los procesos, tanto de elaboración de vinos a granel como embotellados, para tener al final una calidad de producto totalmente superior.
Yuntero alcanzó una producción de 179,5 millones de kilos de uva en la última vendimia, un 28% más, lo que la consolida como la segunda cooperativa de primer grado con mayor dimensión del país. Se distingue asimismo por su gran variabilidad de producto de calidad excelente para poder ofrecer tanto al mercado nacional como internacional.
En la cooperativa manzanareña, nos cuenta Antonio Pérez, la recogida y entrada de uva en bodega está “súper controlada y planificada” con el fin de que cada variedad llegue con una calidad excelente y en su momento óptimo de maduración. En el punto de recepción, continúa, se somete el producto a una serie de parámetros químicos “que nos dice qué calidad tiene el producto, algo muy importante ya que, a largo plazo, se refleja en qué calidad va a tener el vino”. A esa recepción le siguen la incubación inicial en depósito, limpieza y calificación de mostos y la fermentación a temperatura controlada.

En los últimos 10 o 20 años, explica Antonio Pérez, se ha dado un salto de gigante en el laboratorio para no sólo medir el contenido de azúcar, sino otros parámetros tan o más importantes que este, como el control de la temperatura de la uva “no es lo mismo recepcionar el producto a las 7 de la tarde en agosto a 35 grados que a las ocho de la mañana a 16-17 grados”, la medición del PH-acidez “fundamental en la elaboración inicial y final del vino”, del potasio “puede dar problemas de estabilidad o de precipitación a largo plazo en botella” o del ácido glucónico “indicador de hongos y bacterias”. Para evaluar y controlar todos estos epígrafes, Yuntero dispone de un equipo bastante puntero para hacer una valoración potenciométrica, en base al método oficial de la Organización Internacional del Vino.
Yuntero cuida tanto la calidad del vino a granel como del embotellado “ya que cuando aquel llegue a destino será igualmente envasado en botella, brick o packing box”, defiende Pérez. En el presente y futuro, abogan por incrementar el porcentaje del 10 % de embotellado, “al final es por lo que se te conoce en el mercado”. Yuntero, Epílogo gama Premium, Mundo de Yuntero en ecológicos o Casa la Teja son algunas de sus marcas más conocidas. Precisamente en FENAVIN, donde han estado presentes desde su primera edición, presentarán unos vinos gasificados, un frizzante blanco.
Máximos estándares de calidad y homogeneidad de los vinos.- En Bodegas Cristo de la Vega, Socuéllamos, se buscan cada año los máximos estándares de calidad. Produce unos 90 millones de kilos, siendo una de las cooperativas más grandes de España y Europa con más de 1.200 socios.
Natalia Gómez, técnico de laboratorio en Bodegas Crisve desde hace 10 años, subraya la importancia del control de todos los parámetros desde que llega la uva hasta que sale la botella para su consumo. Subraya también la relevancia de la homogeneidad, es decir, que las características organolépticas del vino sean similares todos los años, para lo que seleccionan el producto a su recepción.
Como cooperativa, el vino se trabaja desde la raíz, en el campo, con los agricultores aplicando técnicas más innovadoras para un cultivo sano, con una cantidad de producción controlada en aras a tener el mejor producto posible. En bodega, la innovación también es constante tanto en maquinaria como instalaciones, “mimamos el producto todo lo que podemos, en laboratorio tenemos en cuenta cada vez más parámetros y somos más eficientes a la hora de la cata para hacer una valoración conjunta de todo el equipo”. En Crisve se pueden llegar a analizar más de 20 parámetros en menos de un minuto a lo largo de todo el año, “aunque no son indicadores fijos, varían dependiendo si se trata de tinto, blanco o rosado”.
En Cristo de la Vega, Yugo Airén es el vino más vendido, “para nuestra cooperativa es un orgullo poder embotellar un vino con la uva autóctona de La Mancha”, aunque dispone de otras marcas como Yugo Tinto varietal, Yugo Barrica, Crianza o Reserva Tempranillo; la gama La Vida Bohemia, Camina, y un vino gasificado que se dejó de producir y han recuperado en las pasadas navidades, Sotanillo Frizzante Rosado, con el fin de atraer al público más joven.
Preguntada por la competitividad de los vinos de La Mancha, Gómez considera que se está invirtiendo mucho en tecnología en bodegas y cooperativas, lo que redunda en una calidad de vinos excelentes, “que pueden competir con cualquier tipo de vino a nivel nacional e internacional, como atestiguan los premios obtenidos en concursos nacionales e internacionales”.

El cultivo del viñedo.- España es una de las principales potencias vitivinícolas del mundo, merced a la larga tradición en el cultivo del viñedo, al clima mediterráneo y a la diversidad de variedades y zonas vitícolas que aportan cualidades únicas a nuestros vinos, nos explica el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, Jaime Villena Ferrer. La aparición de las denominaciones de origen y de otras figuras de calidad, añade Villena, vinieron a sumar en el gran objetivo de impulsar y fortalecer la calidad vinícola de nuestro país, constituyéndose en garantes de las zonas donde se afincan, estableciendo por normativa y geografía, unas condiciones de clima, suelo y tradiciones particulares que confieren características distintivas a sus vinos.
La calidad fue, es y será una de las luchas eternas del sector. Una calidad que comienza en el viñedo, como defiende el también investigador ciudadrealeño, continuando en la recolección y vendimia, pasando a la bodega y terminando en la mesa del consumidor o de cualquier restaurante. El cuidado y control de todas y cada una de las fases o procesos redundará sin duda alguna en beneficio de un producto con señas de identidad propias. A juicio de Jaime Villena, el origen de la calidad parte del propio viñedo, “si tratamos bien el cultivo, trabajamos adecuadamente los parámetros de humedad y temperatura obtendremos buenos vinos”.
“Hacer marca y posicionarnos como país de vino de calidad”.- Uno de los organismos ocupados y preocupados por el indicador cualitativo del vino español es la Organización Internacional del Vino Español (OIVE) que en 2022 y hasta 2027 ha marcado una estrategia con la visión de “posicionar a España como un referente vitivinícola de valor nacional e internacional en base a sus cualidades únicas y diferenciadoras: calidad, diversidad, historia, tradición, sostenibilidad y modernidad”.
Partimos para ello de una situación inmejorable siendo líderes mundiales en superficie de viñedo (944.000 hectáreas), con Castilla-La Mancha como la primera CCAA que más extensión dedica al cultivo; más de 4.000 bodegas, 101 denominaciones de origen protegidas y 42 Indicaciones Geográficas Protegidas, más de 500 cooperativas y 560.000 viticultores a tiempo completo. En lo relativo a la producción, se registra una media de 44 millones de hectolitros de vino y mosto producidos, generando unos 23.700 millones de euros de valor añadido bruto. En materia de consumo, en el mercado nacional se consumen 10,4 millones de hectolitros (2020).
En cuanto a la exportación, el vino español está presente en 189 países del mundo. España se sitúa como el primer país en cuanto a volumen, un total de 26,4 millones de hectolitros (tanto vino, mosto o vinagre) que acumulan 2.950 millones de euros.
Con estas cifras, en los próximos años la OIVE o Interprofesional del Vino Español ambiciona la recuperación de la cuota de valor de las exportaciones en los mercados internacionales y detener la pérdida de superficie de viñedo. En el primer caso, la OIVE se marca subir hasta un 10,2% de cuota, generando 1.200 millones de euros adicionales (+40%) de valor para el sector en 2027 y mantener una revalorización creciente (+3% anual) en el mercado español. En el segundo caso, trabaja por estabilizar la superficie productiva en el entorno de las 950.000 has, alcanzar un 26% de viñedo ecológico en 2027 y el Net Zero en 2035 (las emisiones netas de gases de efecto invernadero sean cero).
La propia presidenta de la OIV, Susana García, impartirá una conferencia en la Feria Nacional del Vino el 7 de mayo en la que hablará de la importancia de crear marca país y “posicionar entre todos a España en el imaginario internacional como un país de vinos de calidad”, tal y como se recoge en www.fenavin.com
En el presente, recuerda Villena Ferrer, el sector continúa la adaptación y la superación de obstáculos ante nuevos desafíos económicos y la circunstancia climática gracias a la dedicación y experiencia de viticultores, cooperativas y bodegas. Del mismo modo, apunta, la estabilidad y las nuevas técnicas en el proceso de elaboración han mejorado notablemente la calidad de los vinos. El uso de la fórmula tradición+innovación ha ofrecido resultados interesantes en la aparición de una gama diversa de expresiones al albur de los gustos y preferencias cambiantes del consumidor. “Ser estables en una oferta de calidad y tener capacidad de innovar son claves en mi opinión para mantener la competitividad en el mercado global”.
La tecnología transformadora del sector.- La aplicación de la tecnología en el viñedo y en las bodegas, como hemos visto anteriormente, ha sido la última revolución destacada en el sector. En el terreno se utilizan drones para crear mapas de cultivo, lo que permite un manejo más preciso del viñedo, “adelantándonos a un posible estrés de las plantas o a la proliferación de plagas y/o enfermedades”. Como profesor donde también imparte nuevas tecnologías en Agricultura, Villena explica que los drones provistos de cámaras multiespectrales facilitan imágenes térmicas del estado de la planta, alertando del estado nutricional, vigor, plagas, etc. Con esa información, añade, se puede enviar otro dron pulverizador para que actúe en una determinada zona ante un foco de araña roja, por ejemplo.

También se está implantando la sensorización de los viñedos, con dispositivos que monitorizan la humedad del suelo y temperatura, proporcionando datos en tiempo real que ayuda a los viticultores a gestionar el viñedo, por ejemplo, haciendo un riego más eficiente y ahorrando hasta la última gota de agua, “hay que tener en cuenta que, a pesar de las últimas lluvias registradas, estamos en una zona muy castigada por la sequía y la escasez de agua”, apostilla el profesor de Agrónomos.
En el viñedo objeto de investigación, la Escuela ha instalado sensores de humedad y temperatura, al lado de donde brotan los racimos para comprobar cualquier enfermedad; sondas de humedad y de temperatura en el suelo y sensor de humectación, “desde casa podemos comprobar si se necesita agua y durante cuánto tiempo”.
Tras las últimas lluvias, comenta Jaime Villena, “los viñedos están en muy buen estado, están brotando, se espera buena calidad del viñedo, no hay ningún tipo de enfermedad fúngica, todavía es pronto, las viñas están recién brotadas, no existe probabilidad de enfermedad de momento y ahora viene el calor, por lo que, de momento, perfecto”.
Variedades.- El profesor Jaime Villena Ferrer informa de que alrededor del 80 por ciento de la superficie dedicada al cultivo de la vid en España la ocupan solo 12 variedades. En Castilla-La Mancha, las principales son la Airén, la Tempranillo-Cencibel y la Garnacha.
En los últimos años se está fomentando desde diferentes institutos de investigación como el IRIAF en Castilla-La Mancha, IMIDRA en Madrid o IMIDA en Murcia, la recuperación y estudio de variedades tradicionales. La viticultura española está haciendo un esfuerzo por avanzar en la recuperación y experimentación de variedades tradicionales, utilizando nuevas técnicas de elaboración.
Una de las mayores preocupaciones actuales en el sector, continúa explicando, son los efectos del cambio climático, el aumento de la temperatura y las condiciones de sequía prolongada están alterando los ciclos naturales de la vid, afectando el rendimiento y la calidad de las uvas. Estos cambios se reflejan en los vinos, con variaciones en los niveles de azúcar y acidez. Por ello, se investiga sobre la adaptabilidad de las variedades a la escasez de agua y a una mayor eficiencia en el uso de ella. Se están realizando estudios sobre variedades autóctonas e históricas para determinar su capacidad de adaptación a las nuevas condiciones climáticas.
Observando la tendencia actual, los periodos de sequía y calor extremos serán más frecuentes y acusados, variedades como Benedicto y Moribel, emparentadas con la Tempranillo, se presentan como alternativas prometedoras para el futuro, ofrecen una mayor resistencia al estrés térmico y la sequía, sin comprometer el rendimiento. Cada vez son más los viticultores o las bodegas que están interesándose e introduciendo nuevas variedades. Otra de las posibles soluciones sería encontrar variedades con las que conseguir un retraso en la maduración y recolección de sus uvas, para que se desarrollen en condiciones más frescas, lo que sería beneficioso para poder elaborar vinos de calidad. Permiten una mayor complejidad de aromas y sabores, así como una suavidad en los taninos, mejorando la experiencia del consumidor.
El cambio climático, con el aumento de temperatura y el consecuente desequilibrio con azúcares y acidez, “no tenemos el agua suficiente ni tendremos en el futuro, por lo que desde distintos estamentos y organismos como el IRIAF, se ha trabajado en un proyecto de recuperación de variedades tradicionales, han analizado varias variedades y han determinado que la Benedicto, como un parental femenino, un clon, de la Tempranillo (donde se están produciendo esos desequilibrios), y la Moribel tienen cualidades para soportar esos efectos negativos del cambio climático, no necesitan tanta agua y resisten mejor las altas temperaturas.
Tendencias de consumo.- El consumo de vino está experimentando cambios significativos, aunque otros técnicos apuntan a que la demanda siempre atiende a ciclos. Lo que sí es notorio es que los vinos blancos, espumosos y rosados han experimentado un aumento en el consumo, mientras que los vinos tintos han disminuido. “Vinos tipo frizzantes y los de baja graduación, están ganando popularidad entre los consumidores más jóvenes. Sin embargo, los enólogos siguen evolucionando e investigando sobre la elaboración de vinos tintos, adaptándolos a los gustos del consumidor moderno, creando vinos más frescos, agradables y fáciles de beber”, señala Villena.
Para el investigador y profesor, el sector vitivinícola español se caracteriza por su capacidad de adaptación y superación de desafíos. La combinación de tradición y modernidad, junto con la innovación tecnológica y la investigación, asegura un futuro prometedor para sus vinos. La diversidad varietal y la adaptación al cambio climático serán claves para enfrentar los desafíos futuros y mantener la calidad y singularidad de los vinos españoles.

Club de Vinos: Análisis Crítico del Sector
La Asociación Cultural Club de Vinos de Ciudad Real (Ascuvi-CR) tiene su origen en 2009, pero es en marzo de 2011 cuando se constituye formalmente como asociación. Aunque sólo han pasado catorce años desde entonces, es posible hacer un resumido balance crítico acerca de la situación del sector vitivinícola en nuestra región. Podemos, sin embargo, remontarnos un poco más atrás y comenzar nuestro análisis comparativo en el año 2000, ya que los seres humanos tenemos una especial predilección por los números que consideramos “enteros” sin pararnos a pensar que, aunque tal aniversario no tenga calificativo, tan exacto es cumplir 13 años de casados como 25, por más que hablemos de bodas de plata.
El año 2000 es, además, muy importante para nuestro sector ya que en dicho año se toman dos decisiones políticas de gran transcendencia: por una parte, la Diputación de Ciudad Real crea Fenavin, cuya primera edición se llevaría a cabo al año siguiente; por otra, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha publica en su boletín oficial el día 1 de agosto la normativa referente a la denominación protegida Vinos de Pago, posteriormente reconocida a nivel nacional y, finalmente, europeo. Esta perspectiva temporal nos permite apuntar con mayor conocimiento histórico, cuáles han sido, en opinión de nuestro Club, los cambios más relevantes en el sector vitivinícola regional.
El primero de ellos ha sido la exitosa implantación de los Vinos de Pago. En 2002, y acogiéndose a la normativa entonces sólo regional que acabamos de comentar, solicitan su adscripción a la misma dos bodegas: Dominio de Valdepusa, en Malpica de Tajo (Toledo) y Finca Élez, en El Bonillo (Albacete). Desde ese momento hasta la actualidad, el número de pagos reconocidos en toda España asciende a 25, de los cuales 13 están localizados en Castilla-La Mancha. Otras regiones que cuentan con bodegas identificadas como pagos son Castilla y León (tres pagos), Navarra y Valencia (cuatro pagos en cada una) y Aragón (un pago). En todos los casos se trata de bodegas de tamaño pequeño/mediano que producen vinos de muy alta calidad y tienen en la exportación su primer mercado.
El segundo cambio es el que afecta a lo que podemos denominar el paradigma bodeguero en Castilla-La Mancha, que va transformándose -paulatina pero firmemente-, de región mayoritariamente conformada por enormes Cooperativas (Cristo de la Vega, Virgen de las Viñas, El Progreso) y grandes bodegas (Señorío de los Llanos, Félix Solís, Vinícola de Castilla, más recientemente García-Carrión) a una geografía cada vez afortunadamente más rica en pequeñas bodegas (Lucendo, Más que Vinos, Fernández de la Ossa, Vega Tolosa, Garage Wines, Rodríguez de Vera, Bodegas Cano…) que generalmente elaboran vino de sus propias viñas y mantienen la tradición que los franceses denominan terroir (¿terruño?) y que supone el resultado de una variedad de uva, un suelo, un clima y una cultura enológica característicos.
Podemos señalar un tercer cambio sin duda muy positivo y fruto, en buena medida, de la colaboración entre el sector público, a través del Instituto de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM) y diversos pequeños bodegueros que es el rescate y la puesta en valor de antiguas variedades (Malvar, Albillo Dorado, Tinto de la Pámpana Blanca, Brujidera, Tinto Fragoso, Moribel,…) y, muy importante, la recuperación de antiguos clones de nuestra Cencibel, nombre que casi estuvo a punto de perderse en beneficio de la denominación Tempranillo por resultar ésta más comercial, pero que bastantes bodegas han recuperado no sin esfuerzo.
Y, por último, un cambio negativo: la sobreproducción de escasa calidad y nula sostenibilidad ambiental, basada en la transformación de nuestras tradicionales (¡y muy bien adaptadas a nuestro clima!) cepas en vaso para pasar a la malhadada espaldera, arrancando en muchos casos viñas centenarias, de pie franco y tan castellano-manchegas como el queso, las gachas o el calor en agosto. Si viajan por nuestra querida región castellano-manchega verán que, salvo escasísimos casos localizados, por ejemplo, en la comarca de Almansa (Albacete), los nuevos majuelos son espalderas con cobertura total de goteo y vendimiadas mecanizadamente. Se está perdiendo (¡se ha perdido ya!) un patrimonio biológico y cultural de muy difícil recuperación. Como cantaba La Vieja Trova Santiaguera: “¡Cómo cambian los tiempos, Venancio!”
Con todo, el balance total parece -sin duda- positivo y lo muy grande puede y debe coexistir con lo más pequeño, como coexisten el granel y el vino embotellado de calidad internacional. Castilla-La Mancha, afortunadamente, da para todo.
José María Alía, Profesor del Grado en Enología de la UCLM y miembro de Ascuvi-CR
Proyecto de Investigación de la Etsia de la UCLM
Energía AgroVoltaica para mejorar la producción y la calidad de nuestros vinos
La Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos en el campus de Ciudad Real de la UCLM participa en el proyecto de investigación denominado ‘Smart PVwine Project’ que estudia mediante un sistema avanzado e inteligente el impacto de la energía AgroVoltaica en la vid, es decir, busca paliar los problemas del viñedo a causa del cambio climático y evitar así el desequilibrio de la calidad de los vinos.
“Estamos analizando sobre el terreno la simbiosis que se produce con la instalación de placas solares, en la que, por un lado, aprovechamos esa energía agrivoltaica para el propio centro universitario, y, por otro, sombreamos el viñedo, rebajando y controlando la temperatura para corregir el desequilibrio que se produce por las elevadas temperaturas del verano en perjuicio de la calidad del producto”, nos explica el profesor de la ETSIA Jaime Villena Ferrer.
En esta iniciativa, de duración hasta 2026 y de colaboración público-privada fruto de una convocatoria del Ministerio de Ciencia financiada por la UE, están trabajando el Instituto de Sistemas Fotovoltaicos de Concentración (ISFOC) de Puertollano; Leitat España; Sensing&Control España (para monitorizar y sensorizar el viñedo) y la ETSIA de la UCLM.
Ha sido este año cuando se han instalado los paneles solares y se han colocado los sensores de temperatura y de humedad en el suelo y en el ambiente, en el viñedo ubicado junto a la Escuela “con el fin de comprobar cómo influye en las enfermedades y plagas que se puedan producir en la estación veraniega”, ha indicado el profesor Villena.
El año próximo, ha continuado, se colocarán otros paneles solares traslúcidos, para comprobar cómo traspasa esa energía al viñedo.
Aunque aún es un proyecto de investigación, se está evaluando su aplicación en bodegas y fincas vitícolas reales, con su uso tanto en viñedo de espaldera como de vaso y con la ventaja de que se pueden adaptar al paso de máquinas cosechadoras en vendimia. Además, la energía acumulada de las placas podría aprovecharse por las propias bodegas que tengan sus viñedos alrededor, o bien, comercializarla.
Ha añadido el profesor de la ETSIA que este programa busca un objetivo más ambicioso aún como es evitar la eliminación de tierras de cultivo muy fértiles y provechosas en detrimento de la instalación de parques solares o fotovoltaicos perdiendo esos suelos y esa identidad varietal y paisajística de la que tanto se hace gala en Castilla-La Mancha.
El innovador proyecto de aprovechamiento solar de las energías agrivoltaicas ya se está estudiando en otras universidades y centros de investigación por el interés global de este asunto.


Entrevista con Miguel Ángel Valverde, presidente de Fenavin
“Fenavin 2025 será un punto de inflexión en la búsqueda de nuevos mercados particularmente asiáticos”
P.- Primer FENAVIN para este equipo de Gobierno, una feria por la que han apostado por activa y por pasiva, ¿no?
R.- Sí, lo hemos hecho como equipo de gobierno y también cuando estábamos en la oposición. Nunca cuando estuvimos en la oposición discutimos la importancia de FENAVIN y el retorno al sector vitivinícola de la provincia y, por supuesto, del vino español. Y ahora, con más motivo, puesto que estamos en el gobierno y tenemos la responsabilidad de organizar una feria de esta envergadura, en donde nos hemos fijado dos objetivos fundamentales. El primero, mejorar la profesionalización de la feria de cara a que el negocio del vino crezca y en segundo lugar, provocar, y esto es un objetivo de la Diputación, mayores retornos económicos a la provincia.
P.- ¿Qué mecanismos se van a incorporar o en qué se va a incidir para hacer una feria aún más profesionalizada?
R.- Sobre todo mejorar las herramientas que ya tenemos. El programa Contacte Con…, cada vez más intuitivo, más fácil, con más atención para que el comprador y el vendedor puedan contactar con antelación. La implementación de traducción simultánea en el Centro de Negocio que agilice los contactos comerciales o una galería del vino con más referencias con una degustación tranquila y sin interferencias.
En el futuro queremos seguir trabajando para ahondar en la profesionalización de una feria que ya tiene una marca muy consolidada y que posiblemente nos va a exigir todavía más esfuerzos para seguir manteniéndola donde está.
P.- ¿Cuántas reuniones previas se han cerrado en el Contacte Con…?
R.- La idea es cerrar al menos 10.000 contactos comerciales. Se va a registrar un crecimiento en el número de expositores, de 1907 a 1922, también en las referencias en la Galería del Vino habrá 30 más, y vamos a tener prácticamente 100 países de procedencia de los compradores internacionales gracias al programa de la propia organización de Fenavin, de la Cámara de Comercio, de la Fundación Castilla-La Mancha Tierra de Viñedos, del IPEX y del ICEX. Un modelo singular de esta feria que por cierto están imitando otros. Unas grandes cifras que dan cuenta de que la feria está totalmente preparada para que sea el gran negocio del vino.
P.- ¿Qué contenido va a tener el stand de la Diputación, una de las novedades principales de esta edición?
R.- El stand va a ir dirigido a las actividades institucionales de la Diputación, a la recepción de autoridades y a la firma de acuerdos protocolarios comerciales y la oferta de un espacio para la relación comercial de bodegas de la provincia.
En dicho stand presentaremos un programa en el que se vinculará el mundo del Quijote con la cultura del vino a través de las pinturas quijotescas de Alfredo Palmero plasmadas en etiquetas de vinos de la provincia. Esta iniciativa va en la línea de enlazar la Feria con valores patrimoniales, culturales, históricos, artísticos, naturales de Ciudad Real.
P.- En la presentación habló de un programa de visitas a bodegas tras la Feria. Cuénteme en qué consiste.
R.- Tenemos muy claro que Fenavin no se puede contaminar de ningún tipo de localismo, es la mejor feria del vino español del mundo y, por tanto, todos los territorios vitivinícolas de España, incluidos los nuestros, merecen las mismas oportunidades. Ahora bien, como Diputación Provincial sí podemos intentar que, aprovechando este esfuerzo tan grande, podamos utilizarlo para poder ofrecer otros valores del territorio. Lo hacemos con ese escaparate que vamos a tener enfrente, al margen de Fenavin, pero lo vamos a tener también con otras medidas que la Diputación está impulsando. La primera, las misiones comerciales deben ser continuas y más habituales. Hicimos una experiencia piloto con bodegas de la provincia y funcionó muy bien, por lo que queremos abrirlo a otras bodegas de España. Y en segundo lugar, una vez acabado Fenavin, ofrecemos la posibilidad de que los compradores conozcan cómo se hace el vino in situ. Se han inscrito 53 importadores que visitarán 22 bodegas, lo que podría suponer más operaciones comerciales.
P.- ¿Se ha entendido políticamente el relato que está proponiendo?
R.- Políticamente ha habido dudas, pero creo que al final sí se ha entendido el mensaje, la única manera de continuar es mejorando cada edición. Tenemos que tener la humildad de reconocer que hay competencia, Barcelona está empujando fuerte, y no nos podemos quedar donde estamos. Por tanto, que la Diputación proponga que compradores internacionales alarguen su estancia en Ciudad Real, creo que no perjudica a nadie y que es legítimo que la Diputación lo haga. ¿Por qué tenemos que ser neutros a la hora de decir desde la Diputación que queremos que los vinos de Ciudad Real se beneficien más allá del beneficio global? Creo que esto lo entiende todo el mundo.
P.- ¿Cuál es el presupuesto de la feria? R.- Hay muchas acciones que no son propiamente de FENAVIN pero que son para la Feria. El presupuesto está en torno a los seis millones de euros.
P.- Page habló en la presentación de la apuesta por el mercado asítico, ¿qué opina usted al respecto?
R.- Están en la línea de lo que todos pensamos y el sector plantea. Hicimos una misión comercial a Vietnam y Thailandia acompañados de bodegas. Y no fue por casualidad. Son mercados muy emergentes, donde el interés por el vino español cada vez es mayor. Es importante que en estos países en pleno crecimiento económico, de población y renta, estemos bien posicionados antes de que lo hagan otros.
Nos sorprendió mucho que la embajadora de Vietnam nos dijera que era la primera misión comercial que venía de España, en dos años. Por tanto, es una iniciativa a repetir y una vez introducidos a nivel institucional, deben replicar las cámaras de comercio y los empresarios.
Y Asia es un objetivo preferente. Seguramente, en Fenavin firmaremos un protocolo con la Asociación de Ciudadanos Quintañíes Chinos en España, una de las regiones más prósperas y con 70 millones de habitantes; después de la Feria suscribiremos también unos acuerdos con la embajada de la India, posiblemente con la embajada china y también con la de Chequia. También es fundamental Brasil. Vendrán los representantes del sector de las grandes superficies agroalimentarias de Brasil, un país que apenas consume vino, pero que son 230 millones de habitantes, y se abre un escenario nuevo con Mercosur.
Tenemos que buscar nuevas alternativas y creo que esta feria va a ser un punto de inflexión en cuanto a la búsqueda de nuevas operaciones comerciales en otros países particularmente asiáticos.
P.- Entonces, el tema arancelario de Trump, ¿debería verse como una oportunidad más que como un desafío?
R.- Sí. Cuando estuvimos en Brasil, la mayor parte del vino que se vendía allí procedía de Chile o Argentina, sin aranceles, o de Portugal, con aranceles igual que con España. ¿Por qué Portugal? Por razones históricas, pero sobre todo porque lleva haciendo misiones de manera permanente en Brasil, y al final, a pesar de ser un vino de la misma calidad que el chileno o el argentino, se vende a un precio mucho mayor y lo compran. Por tanto, no es tanto el problema sino la oportunidad. Quizá a corto plazo se puedan originar desajustes, pero en el medio y largo plazo se generarán otras oportunidades comerciales y el que mejor posicionado esté, tendrá ventaja.
Texto: Oliva Carretero Ruiz.
Fotos: Ayer&hoy, cedidas por las bodegas