“La incorporación de la mujer a la actividad cinegética ha sido y sigue siendo la mejor manera de garantizar el presente y el futuro de nuestros pueblos”. Con estas palabras, la presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), Lola Merino, inauguraba este viernes 20 de septiembre en FERCATUR la jornada ‘Mujeres y Actividad Cinegética’.

En el acto, que se ha iniciado con un café-tertulia, el público ha podido disfrutar del testimonio de seis mujeres que viven el mundo de la caza desde diferentes ópticas: como organizadora de monterías, de rehalera, en la literatura, como historiadora, al frente de un restaurante con cocina de caza, etc. En todas ellas, el nexo común, apuntado por la presidenta del Real Club de Monteros, Carmen Basarán, es que la mujer siempre ha estado presente en el mundo de la caza, “la actividad cinegética está impresa en la naturaleza humana y ahora se está viendo que han habido mujeres cazadoras desde la prehistoria”. La nota histórica la ha puesto Águeda Castellano, propietaria de una finca de caza e historiadora, señalando que ya Cervantes indicó que la caza era el ejercicio más noble que se podía hacer, u Ortega y Gasset que la calificó como la mejor pedagogía para forjar el carácter…

En la presentación de la jornada han intervenido el presidente de FECIR, Carlos Marín, y la propia Merino, que ha animado al público asistente a defender el sector cinegético, a sentirse orgullosas de ser mujeres y de pueblo, “para mí la caza no es cuestión de género, la actividad cinegética necesita a las mujeres, también a los jóvenes, y brinda un gran abanico de oportunidades de empleo y desarrollo en los pueblos”. Por su parte, Marín ha advertido que la mujer está plenamente incorporada en el mundo de la caza, “son mejores empresarias, muy buenas cazadoras…, es una realidad que está ahí”. Ha transmitido además la necesidad de que los niños se acerquen al campo, a que vayan a pescar, en definitiva a vivir la naturaleza.

“Solo 174 mujeres disfrutan de titularidad compartida en Castilla-La Mancha”

En una segunda parte de la jornada, la directora de la Oficina Nacional de Titularidad Compartida en las Explotaciones Agrarias (AGROTC), Mariani Fuentes Redondo, ha analizado la situación actual de la titularidad compartida en las explotaciones agrarias. En este sentido, Lola Merino ha lamentado que tan solo se hayan registrado poco más de 600 mujeres en toda España, 174 en Castilla-La Mancha, después de 7 años de la entrada en vigor de la ley. “Es una pena que esta norma jurídica se haya metido en un cajón y no haya repercutido en beneficio de las mujeres rurales, lo hemos pedido hasta la saciedad al ministerio, y también que forme a los funcionarios, pues son tales los trámites que al final ellas desisten”. Para evitar confusiones y debido a que cada comunidad autónoma tiene un registro, AMFAR creó en 2017 una oficina nacional con sede en Membrilla, “es un servicio gratuito que ponemos a disposición de las mujeres”.

A este respecto, Mariani Fuentes ha subrayado la importancia de acudir a esta Oficina donde se le indicarán los pasos que debe seguir para solicitar la titularidad compartida. En primer lugar, hay que tener en cuenta la edad de la mujer, “si tiene 40 años y quiere solicitar una titularidad compartida, debe darse de alta en Hacienda y posteriormente acudir a la Seguridad Social; pero si eres menor de 40 años, antes de tramitar la titularidad compartida, hay que pedir un NIF provisional en Hacienda, después solicitar la ayuda en la Consejería de Agricultura como joven agricultora y con el sello acuñado, darse de alta en la Seguridad Social”. Ha insistido en que desde AGROTC se le orientará y ayudará, porque cada situación es diferente. Están en la calle Huertas, 2, de Membrilla, en el teléfono 689 865 603 y en el email agrotcamfar@mujerrural.com.