Miembros de la Unidad Militar de Emergencias han vuelto a Torralba de Calatrava durante esta semana, donde realizaron un simulacro de incendio. Cabe recordar que el pasado mes de marzo ya realizaron también un simulacro de desastre químico en el término torralbeño.
El Ayuntamiento de Torralba de Calatrava ha colaborado con la UME, cediendo durante estos días los terrenos donde han realizado su simulacro, a las afueras del pueblo, así como un vehículo destinado a la chatarra para explosionar en el simulacro, y con la colaboración de la Agrupación de Protección Civil, según explica la alcaldesa María Antonia Alvaro.
La UME ha realizado distintos ejercicios en diferentes escenarios de la provincia, desplegando 132 militares especializados en los riesgos tecnológicos, y 47 vehículos.
Como informaba en nota de prensa el ayuntamiento daimieleño, efectivos del Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales (GIETMA), perteneciente al Regimiento de Apoyo e Intervención (RAIEM) de la UME, al mando del Teniente Coronel Carlos Armada Vázquez han estado, del 3 al 5 de noviembre, desplegados en Daimiel, donde se levantaba el puesto de mando y base logística, y desde donde se han dirigido una serie de ejercicios que se han desarrollado en diferentes escenarios de la provincia de Ciudad Real durante estos días.
Un desarrollo que ha contado con 132 militares especializados en los riesgos tecnológicos y 47 vehículos, que forman un Grupo Táctico totalmente independiente y autosuficiente para afrontar incidentes de carácter medioambiental y de riesgo nuclear y químico.
Según el mismo Teniente Coronel el “objetivo ha sido el desarrollo de unas prácticas ‘beta’ de formación y adiestramiento de batallones en Torralba de Calatrava, Valdepeñas y Pantano del Vicario”, sigue diciendo la nota del consistorio daimieleño.
Al igual que ocurriera en marzo, estos ejercicios han despertado una gran expectación en la población torralbeña, cuyo casco urbano ya albergó en marzo una morgue, dos laboratorios, familiares para un simulacro con más de 300 “fallecidos-maniquíes” fruto de esa explosión química, trabajos que supusieron la llegada a Torralba de más 200 personas entre militares de la UME, Guardia Civiles, Sanitarios, Policías Nacionales, Forenses, psicólogos y asistentes sociales, y efectivos de Protección Civil, etc.