Tras tres meses de su nombramiento, Juan José Rubio Guerrero (Madrid, 1957) concentra sus esfuerzos en dos aspectos: uno, acercar la universidad a la sociedad ciudarrealeña, y dos, potenciar un listado de másteres de calidad que les diferencie del resto de facultades. De momento, va a desarrollar un título propio en Derecho Mercantil, Contabilidad y Fiscalidad que pasará a ser máster. Sobre la inserción laboral de los egresados reconoce que el nivel está siendo razonable.
Pregunta.- ¿Con cuántos alumnos cuenta la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales del campus de Ciudad Real?
Respuesta.- Con cifras del curso anterior a la espera de que en octubre se cierren los datos definitivos hay 1.900 alumnos matriculados, incluidos los de doctorado y másteres. De ellos, la mayor parte estudian Administración y Dirección de Empresas, ADE (762), en Derecho hay 687 matriculados y en Relaciones Laborales 340, más los 52 alumnos del doble grado de Derecho y ADE. Para los que acceden por primera vez no sabemos aún las cifras pero tenemos un límite de 100-120 plazas por titulación.
P.- ¿Qué proyectos quiere afrontar tras su nombramiento como decano?
R.- Hay dos elementos que considero fundamentales. Primero, la relación con la sociedad castellano-manchega y de Ciudad Real en particular. La Universidad no puede convertirse en una torre de marfil donde se realicen muchos estudios sin que tengan repercusión en la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos. En esa interrelación queda mucho por hacer, por lo que estoy contactando con las instituciones más representativas para trazar un esquema de colaboración. En segundo lugar, lo tengo como una obsesión, y es la potenciación de los másteres, que es donde cada universidad puede diferenciarse. Abogaré por una oferta de másteres de calidad enfocada a las necesidades de formación de nuestra gente en función del tejido social y económico de Castilla-La Mancha. Así, podríamos ofrecer formación en dependencia, inserción laboral, innovación empresarial para la pyme y el sector cooperativo… para cualificar a nuestros egresados fijándolos en nuestro territorio.
P.- Para este próximo curso entonces, ¿qué másteres nuevos se van a ofrecer?
R.- Vamos a desarrollar un título propio en Derecho Mercantil, Contabilidad y Fiscalidad para que los alumnos con formación estrictamente jurídica puedan combinarlo con formación económica y viceversa. La idea es que este título pueda convertirse en un máster de dos años. Pero hay que tener en cuenta que tenemos unos recursos bastante limitados, hay que ser muy exigentes evaluando muy bien el coste-beneficio de cada proyecto docente, somos muy escalares en los procesos. En este sentido, es reseñable igualmente el cambio normativo reciente que permite que algunos grados pasen a tres años por lo que a partir del año próximo en la Universidad española podríamos tener ya titulaciones de tres años en Economía y Derecho. Ya no sería necesario siquiera el doble grado de ADE y Derecho sino una formación básica jurídica o económica complementada con un máster en la disciplina no tratada en el grado. Esa es la tendencia universitaria actual, con másteres ‘profesionalizantes’.
Habrá un nuevo título en Derecho Mercantil, Contabilidad y Fiscalidad”
P.- Desde la Facultad, ¿existe un seguimiento de los egresados, se sabe cómo y cuándo es su inserción laboral?
R.- La Facultad de Derecho dispone de una Comisión de Garantía de la Calidad que realiza encuestas a los egresados sobre su inserción en el mercado laboral y el desfase temporal entre el fin del grado y el primer empleo. Además, el propio Rectorado tiene un departamento de Garantía de Calidad. Y en general los resultados son buenos, el nivel de salidas laborales está siendo razonable, teniendo en cuenta que hemos pasado por una situación crítica en el mercado laboral. Todo esto está sujeto a la verificación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad que valida si realmente la formación impartida se adecúa a las salidas profesionales. En ese sentido, la UCLM está pasando sin problemas todos los procesos de acreditación de los títulos por parte de la ANECA.
P.- Como economista, en materia económica preocupa y mucho la hucha de las pensiones. El pasado julio se retiraron 10.000 millones del fondo de reserva, ¿habrá pensiones a medio y largo plazo?
R.- No hay que alarmar, la pensión se va a cobrar, lo que no sabemos es con qué cuantía. Hay una serie de datos preocupantes sobre el funcionamiento del sistema público de pensiones en España. Desde 2008 hemos perdido 3,5 millones de cotizantes y en 2014 ganamos 1,6 millones pero seguimos con un decalaje de 1,5 millones. Por otra parte tenemos un volumen de 8,5 millones de pensionistas, 9 si contamos los que cobran doble pensión. Haciendo una proyección, en 2050 se estima que puede haber 17 millones de pensionistas, o sea, en tres décadas nos podemos encontrar con el doble de pensionistas. A partir de ahí tenemos un problema. Además, la esperanza de vida se incrementa de forma significativa, cada 10 años aumenta en 16 meses, a lo que se añade que las personas que están falleciendo actualmente tenían pensiones bajas pero las personas que se están jubilando ahora disfrutan de pensiones un 30% superior a la media de los que están falleciendo. Consecuencia: tenemos que revisar el sistema de pensiones de arriba a abajo. ¿De qué manera? La primera, incorporando el factor de sostenibilidad y los elementos de graduación de la pensión al tiempo de cotización. Los técnicos hablan de las cuentas nocionales, un sistema a partir del que la pensión se aproxime a la cotización en la vida laboral. Luego están los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El primer paso sería que los PGE asumieran las pensiones no contributivas (hablamos de 20.000 millones de euros) y después, si es necesario, complementar parte de las pensiones de cotización con alguna inyección presupuestaria.
Todo esto nos lleva a que probablemente se vaya reduciendo el poder adquisitivo de las pensiones a medio y largo plazo y, por tanto, se pueda reducir la capacidad de compra. Pero tampoco hay que alarmar a la gente, pensiones va a haber. Es importante, sobre todo los jóvenes que inician su actividad, que se planteen complementar la pensión pública con algún tipo de prestación privada.
P.- También preocupa el desempleo demasiado elevado aún… ¿cuál es el problema de que una persona con una titulación no pueda encontrar trabajo?
R.- No hay tejido empresarial suficiente para poder integrar toda la oferta de personal cualificado, ni tampoco hay mentalidad de crear empresas. Durante muchos años se ha demonizado al empresario, pero hay que transmitir a la opinión pública que hay que emprender, estimular la innovación empresarial y proteger al autónomo. En mi opinión hemos cometido un error estratégico durante la crisis y es que hemos permitido que se destruya mucho tejido empresarial e industrial. A lo mejor con un pequeño esfuerzo de apoyo muchas empresas se podrían haber mantenido bajo mínimos, porque es muy fácil destruir una empresa pero crearla es complicadísimo. Esta filosofía ha faltado en el pasado, achacable a los sucesivos gobiernos de este país. Dicho esto, el asunto de la flexibilidad laboral tan criticada ha impedido que se destruyan más empresas y que ahora se necesite más empleo. Confío en que en un periodo de dos o tres años podremos aproximarnos paulatinamente a un nivel de empleo y una tasa de paro razonables. Es difícil que bajemos del 10-12% de desempleo por motivos estructurales pero es posible llegar al 12-15% en tres años.
P.- Otro aspecto importante del ámbito económico es el fraude existente, ¿cómo se puede atajar esta situación?
R.- Hay que separar la evasión fiscal nacional de la internacional. Respecto a la primera, habría que dotar de más recursos a la Agencia Tributaria a la vez que establecer mecanismos de sanciones lo suficientemente potentes como en otros países para que el infractor sienta el peso de la ley. En el ámbito internacional es importante la coordinación de políticas fiscales y macroeconómicas entre los países. Ya he hablado anteriormente de mi defensa de una Agencia Tributaria Internacional. Ello permitiría actuaciones conjuntas que puedan financiar acciones internacionales importantes. Hoy en día, ningún país, ni siquiera EE UU o China, tiene fuerza suficiente como para poder condicionar al resto de países.
P.- En esa coordinación, ¿puede ser un handicap el Brexit?
R.- Estará integrado o no, pero el Reino Unido es Europa y participará de una u otra manera. Es una lástima que se hayan separado, han pasado de ser cabeza de león a cabeza de ratón. Han perdido proyección y capacidad de liderazgo internacionales.
P.- ¿Nuevo Gobierno y más recortes?
R.- Recortes va a haber. Vamos a tener que ajustar entre 12 y 14.000 millones de euros y eso es mucho dinero, es el 1,3% del PIB y esa desviación de los requisitos nos podrían suponer problemas importantes.