Centro único en la provincia de Ciudad Real, con un equipo multidisciplinar en constante formación y una experiencia de 15 años en la evaluación y tratamiento psicopedagógico de los trastornos del neurodesarrollo y las dificultades específicas del aprendizaje, desde las más tempranas edades hasta la etapa adulta. Están en carretera de Toledo, 26 (Centro de Empresas del hotel Cumbria, oficina 102), en www.inclm.es, en Instagram inclm_educasapiens o en los emails marta.benito@inclm.es o manuel.palomares@inclm.es.
Entrevista con Marta Benito, Subdirectora, Especializada en Pedagogía Terapéutica
Pregunta.- ¿Qué es el Instituto Neuropsicopedagógico de Castilla-La Mancha?
Respuesta.- El Instituto Neuropsicopedagógico de Castilla-La Mancha (INCLM) es un centro clínico y sanitario especialista en alteraciones neurológicas caracterizadas por la dificultad en la adquisición de las habilidades del desarrollo, como pueden ser académicas, motrices, sociales, del lenguaje o atencionales, entre otras. Nosotros nos encargamos de evaluarlas y tratarlas, interviniendo en cada uno de esos trastornos y/o dificultades detectadas.
P.- ¿A qué perfiles o en qué tramos de edad suele intervenir el INCLM?
R.- Sí, tanto los trastornos del neurodesarrollo como las dificultades específicas del aprendizaje son amplias en sí mismas y obedecen a varias causas. La primera es congénita, que se produce en el momento de la gestación; pero hay otros motivos, pueden ser perinatales, en el mismo momento del embarazo; o postnatales, por accidente o daño craneoencefálico.
Para la mejor evaluación es preferible que transcurra un tiempo en el desarrollo del individuo; en este tipo de afectaciones los 6 o 7 años es una buena edad para evaluar, pero eso no significa que con 2 o 3 años se advierta del riesgo y se pueda comenzar a trabajar. La mejor edad para intervenir es en la edad escolar, cuando suele verse fracaso académico. Pero no existe un espectro de edades, por ejemplo, he tratado a un joven de 32 años con dislexia detectada a esta edad e intervenida para conseguir un mayor rendimiento en sus estudios superiores ya que antes solo conseguía fracaso escolar.
P.- ¿Qué profesionales forman el INCLM?
R.- Lo conformamos cuatro profesionales, el director Manuel Palomares, psicopedagogo, con 15 años de experiencia; yo como subdirectora, docente de Educación Infantil, especializada en Pedagogía Terapéutica y dificultades específicas del aprendizaje; Laura Delgado, logopeda, se ocupa de las dificultades del habla y la comunicación; y Laura Pardo, psicóloga sanitaria. Somos un grupo multidisciplinar, ya que las dificultades son comórbidas por lo que necesitamos de varios profesionales para buscar el bienestar íntegro del paciente.
P.- ¿Los problemas más frecuentes?
R.- El trastorno más frecuente es el déficit de atención, sin y/o con hiperactividad, conocido como TDA-H. Suele aparecer en edades tempranas. Pero ese déficit de atención puede ser comórbido a una dificultad específica del aprendizaje, relacionado con la lectura y hablaríamos de dislexia; o con la escritura, disgrafía o disortografía, o con las habilidades lógico-matemáticas, que sería la discalculia. De ahí la necesidad de esa interrelación profesional, con la logopeda trabajando los trastornos del habla-comunicación y articulatorios; la psicóloga los comportamientos disruptivos, problemas emocionales, etc., y yo las dificultades de aprendizaje y rendimiento académico. También trabajamos con la familia.
P.- ¿En qué momento un niño diagnosticado con TDA-H necesitaría un tratamiento farmacológico?
R.- Hasta ahora no habíamos entrado en ese campo. El INCLM realiza tratamiento pedagógico, no farmacológico, pero eso no quiere decir que no sea necesario combinar ambos. Aconsejamos que se vaya al neuropediatra, para triangular sus evaluaciones con las nuestras, y valorar si es necesario o no este tratamiento que, en todo caso, sería para un periodo limitado.
P.- ¿Cómo prevenir un trastorno?
R.- Un trastorno del neurodesarrollo o dificultad específica del aprendizaje es para toda la vida, lo que podemos hacer es controlarlo, de ahí la importancia de buscar la complicidad de la familia cuanto antes. En el caso de un niño de corta edad, el INCLM crea un plan de intervención con los familiares; luego un calendario de organización y planificación, donde enseñamos al paciente el manejo y uso de herramientas y pautas adecuadas a su dificultad.
P.- ¿Cómo orientar a las familias?
R.- Anteriormente no había tanto conocimiento sobre estos trastornos. Existe un manual de diagnóstico, el DSM-5, donde se recogen todos los trastornos de neurodesarrollo y se marcan una serie de ítems. Cada especialista puede realizar esos diagnósticos. Pero, aparte, el INCLM es un centro de formación de profesores, especialistas de este campo y de padres y madres; y trabajamos en grupos de investigación en la UCLM.
Lo más importante a mi juicio es la concienciación y visibilizar el trastorno y/o dificultad. Por ello, los colegios públicos deberían contar con un plan de análisis de dificultades específicas del aprendizaje, con un cribado a todos los alumnos mediante un test para detectar el posible riesgo en sus alumnos. Pero ese plan no está vigente. Es cierto que existe la figura del orientador, pero es preciso formar al profesorado para que detecten el riesgo, es un primer paso esencial que, de no suceder, jamás se podrá evaluar la dificultad, derivando en fracasos escolares, mal comportamiento, etc.
P.- Como INCLM, ¿habéis realizado convenios con la Consejería de Educación o colegios?
R.- Tenemos contactos con la mayoría de colegios de Ciudad Real y hemos participado en varios proyectos de la Junta. El último fue en Poblete y Pedro Muñoz, donde desarrollamos la iniciativa ABAN-TA. También tenemos cursos de formación en proceso con el centro regional del profesorado y con el Colegio Oficial de doctores y licenciados en filosofía y letras de CLM; y convenios con centros de formación.
Texto y foto: Ayer&hoy