Se ratifica el abandono de la ciudad íbera a finales del siglo III a.C. o comienzos del II a.C. y se datan los restos de dos jóvenes decapitados en un sacrificio ritual en el año 244 a.C.
El yacimiento íbero Cerro de las Cabezas sigue sacando a la luz algunos de sus secretos y uno de sus últimos hallazgos ha sido un foso del sistema defensivo de la muralla sur de la ciudad. Así lo ha anunciado esta tarde el Teniente de alcalde de Cultura, Turismo, Comercio y Educación del Ayuntamiento de Valdepeñas, Manuel López Rodríguez, que en conferencia de prensa daba a conocer los hallazgos más destacados de los trabajos realizados entre los meses de septiembre y noviembre de 2015, a través de un proyecto de investigación del patrimonio arqueológico y paleontológico en el que se invirtieron 28.958 euros, de los cuales el Ayuntamiento de Valdepeñas aportó 18.751 euros y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha financió 10.207 euros.
López Rodríguez ha destacado que por primera vez en la región se ha excavado un foso defensivo, perteneciente en este caso a la muralla sur del Cerro de las Cabeza, unos trabajos que ha permitido documentar un tramo de 200 metros cuadrados del foso así como una serie de estructuras asociadas a las últimas fases de construcción en la ciudad.
“Para evitar posibles degradaciones de la muralla, al estar al aire libre al poner el descubierto el foso, lo que se ha hecho es documentar el foso a través de fotografías y documentación y volverlo a tapar para la protección del propio foso y de la muralla, que aproximadamente tiene 9 metros de alto”, explicó el responsable municipal de Cultura, que indicó que las investigaciones también arrojaron luz sobre fechas de restos óseos humanos hallados en las excavaciones a lo largo de los últimos años.
Carbono 14
En este sentido indicó que los resultados de los trabajos realizados durante el pasado año también han permitido ratificar, a través de las dataciones obtenidas a través de la prueba del Carbono 14, el posible abandono de la ciudad íbera a finales del siglo III a.C. o comienzos del II a.C.
Los análisis han sido realizados por el profesor Gilberto Calderoni, del departamento de Radiocarbono del Laboratorio de Ciencias de la Tierra de la Universidad de la Sapienza de Roma (Italia), que ha estudiado los restos óseos de dos cuerpos decapitados de jóvenes de entre 10 y 15 años de edad que se hallaron en el yacimiento en el año 2010 y que pudieron ser víctimas de un sacrificio ritual. En este caso los restos han sido datados en el año 244 a.C. con un margen de error de esta prueba de +/-14 años. Del mismo modo también se han datado otros restos óseos humanos que pertenecen al año 134 a.C. y al año 264 a.C., ambos con el mismo margen de error de +/-14 años.
También hay que destacar que se realizaron estudios geofísicos mediante georadar y tomografía de dos áreas concretas del yacimiento que permitirán a los investigadores excavar en puntos clave, donde se encuentran restos de edificios o murallas, lo que permite un ahorro de tiempo y dinero.