El proyecto de Cooperación de la Agrupación Las Balsillas se denomina ‘De la granja a tu casa, de tu casa, a la granja’. Una apuesta por la producción ecológica en diferentes vertientes y el compromiso de expandir los valores sostenibles de una educación ecológica a la sociedad a través de la naturaleza de sus productos y de manera imprescindible mediante la educación a los más jóvenes.
Entrevista con Eloísa Perales López, Gerente
Pregunta.- Estamos ante un proyecto bastante joven, surgido en 2020, ¿dónde está ubicado?
Respuesta.- Granja “La Barja” está ubicada en la Finca “Las Balsillas” que pertenece al término municipal de Tomelloso. La casa donde hoy se desarrollan las diferentes actividades dentro del proyecto es una típica casa de labor manchega, recientemente restaurada, de dos plantas con patio interior y con instalaciones anejas como almacén para aperos y tinadas para alojar ganado.
P.- ¿Y cuál fue el pistoletazo de salida para este proyecto ecológico?
R.- La idea del proyecto de cooperación estaba ahí y se consiguió materializar gracias a la ilusión y tesón de sus principales artífices, Eloísa Perales López y Vicente Serrano Navarro, con la colaboración de la Fundación Cadisla y la Asociación Amigos de la Gallina Negra Castellana (GANECA) y, poco a poco, con más productores ecológicos locales de la comarca.
Para la puesta en marcha del proyecto contamos con una ayuda de la Dirección General de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas de Castilla-La Mancha dirigida a la cooperación entre los agentes de la cadena de suministro para la creación y el desarrollo de cadenas de distribución cortas y mercados locales en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha para el período 2014-2020.
Además, el proyecto cuenta con dos apoyos fundamentales: La Fundación Cadisla, una entidad sin ánimo de lucro con sede en Tomelloso cuyo fin principal es la inserción laboral de personas con discapacidad y enfermedad mental grave y crónica; y la Asociación Amigos de la Gallina Castellana Negra (GANECA).
P.- ¿Cuál es la naturaleza del proyecto que desarrolláis?
R.- El proyecto La Barja, promovido por la Agrupación Las Balsillas, es un plan de cooperación que apuesta por la producción ecológica en diferentes vertientes. Por un lado la producción de agricultura ecológica dirigida al cultivo de la almendra, el pistacho, el piñón, el higo o productos procedentes del huerto ecológico; esta producción se encamina posteriormente a la comercialización de la forma más directa posible, con los mínimos intermediarios en la cadena alimenticia y enfocado a los mercados locales. En el aspecto de la ganadera ecológica, la producción se hace a través de gallina ponedora industrial y gallina autóctona.
Además, a esta producción ecológica se contempla también la asistencia de la Fundación Cadisla en actividades auxiliares, trabajos con material reciclado, clasificación, envasado, etiquetado y reparto de productos a domicilio y hostelería; y la concienciación por parte de GANECA del valor de la ganadería autóctona, en particular de la Gallina Negra Castellana y por ende, del consumo de sus huevos.
A todo esto hay que añadirle un conjunto de labores complementarias: actividades de granja-escuela, talleres medioambientales o divulgación de flora.
P.- ¿Qué nos puede decir de la educación ecológica?
R.- Como proyecto ecológico, en La Barja estamos comprometidos con la expansión de los valores sostenibles a la sociedad a través de la naturaleza de nuestros productos en primer lugar y, también, de la educación a los más jóvenes. Para ello contamos con un programa de educación ambiental que tiene como objetivo el conocimiento del medio rural dirigido especialmente a los alumnos de colegios e institutos, aunque es igualmente adaptable para las necesidades de cualquier persona que desee conocer nuestro trabajo.
La idea consiste en que los alumnos acudan a nuestra granja para explorar y descubrir la naturaleza y los seres vivos con los que convivimos para aprender a respetarlos, además de servir como un refuerzo ideal para habilidades tan necesarias como la responsabilidad o el trabajo en equipo.
Alguna de las actividades que se proponen, hoy limitadas por los problemas de seguridad sanitaria, mostrarán a los jóvenes el proceso de incubación y nacimiento de los pollitos criados en nuestra granja, visitarán a los animales adultos y se realiza una recogida de huevos, se programarán actividades de huerto y senderismo y, además, se realizarán talleres de reciclaje y juegos medioambientales en equipo.
P.- ¿Qué podemos resaltar de la actividad de La Barja en los últimos tiempos?
R.- Son momentos difíciles los que nos han tocado vivir debido a la Pandemia que nos asola. Desde nuestra granja hemos querido colaborar con instituciones que han sufrido de forma trágica los efectos de la Covid-19 y así en nuestra granja ha donado miles de huevos a las residencias de mayores Elder y San Víctor de Tomelloso y a la asociación AFAS Plena Inclusión Castilla-La Mancha.
Además con el deseo de llevar los productos ecológicos a la puerta de la casa de los consumidores cada vez son más los comercios y establecimiento locales donde poder encontrar nuestros artículos.
Y, una actividad de la que nos sentimos muy satisfechos, es el acercar a los colegios las actividades del la granja. Desde el desconfinamiento se suceden las visitas de escolares y actividades en los propios centros escolares donde los alumnos han podido conocer las gallinas castellanas negras, depositar los huevos en una incubadora que permanece en el colegio durante tres semanas y, con los cuidados oportunos, ver la eclosión final de los pollitos.
Ahora, viendo el futuro con optimismo, orgullosos de tener en nuestra granja 300 gallinas de la variedad negra castellana lo que nos hace ser la granja mayor de España con este tipo de especie y gracias a ello colaborar en evitar su extinción.
Texto y foto: Ayer&hoy