Los alimentos, medicinas, ropa y otros enseres con destino a Ucrania, que vayan a ser llevadas a las dependencias municipales habilitadas para ello desde el pasado lunes, pueden entregarse hasta las siete de la tarde de este jueves día 3 de marzo.

Aunque en un principio estaba previsto que la recogida pudiera realizarse hasta el mismo viernes, la magnífica respuesta de los ciudadanos de Puertollano ha hecho saltar todas las previsiones. Una auténtica avalancha de solidaridad que ha provocado que se adelanten todas las labores de recogida, embalaje y distribución en los medios de transporte para que estos estén ya preparados para su marcha el sábado día 5 con destino a Ucrania.

Por tanto, se ruega a todas aquellas personas que tengan pensado entregar algunos de los artículos de primera necesidad con destino a ese país en guerra, que lo hagan antes de esta tarde. Según se desarrollen los acontecimientos, se decidirá la conveniencia de volver a establecer de nuevo en las próximas fechas esta recogida solidaria con destino a Ucrania.

Agradecimientos

Tanto por parte del Ayuntamiento como de las familias ucranianas residentes en Puertollano se quiere hacer público el agradecimiento a todos los ciudadanos de la localidad y de la comarca que han colaborado de manera tan extraordinaria en esta acción solidaria, un enorme ejemplo de ayuda humanitaria, que se ha extendido como la pólvora y que ha llamado la atención de numerosas poblaciones de todo el país.

Luisa López, una puertollanense que lleva años defendiendo los derechos del pueblo saharaui y enviando ayuda humanitaria a sus campamentos, y que en esta ocasión ha puesto todo su esfuerzo, trabajo y conocimientos en ayudar a las víctimas de esta guerra en el este de Europa, ha expresado también el especial agradecimiento a la ciudad de Puertollano, «una ciudad que ha vuelto a dar ejemplo de solidaridad».

López señala que en estos días se han dado muchos casos que han demostrado la extraordinaria humanidad y sensibilidad de nuestros vecinos, pero ha querido destacar emocionada el caso de un hombre mayor, «un pensionista que ha ido a un supermercado con 900 euros y una lista de los alimentos que se necesitaban y ha pedido que los llevaran para ayudar a los damnificados por la guerra».