Diversidad, ecología, naturalidad, sencillez, personalidad, imagen…, son algunas de las palabras que mejor definen las ceremonias y los eventos de hoy en día. La pandemia por el coronavirus quizá ha podido consolidar unos cambios que ya venían produciéndose en años prepandémicos, con una digitalización omnipresente en todos los aspectos que ha venido a quedarse, y donde la pareja o los clientes eligen aquello que mejor les sienta o que va con su carácter, sin complejos y sin estereotipos que cumplir, o sí. Por tanto, demos la bienvenida de nuevo a los días más importantes de nuestras vidas y a la gran lista de eventos, familiares o profesionales, que se han reanudado casi al minuto después de finiquitadas las restricciones por el COVID -aunque nunca hay que bajar la guardia- y de los que hay ganas, muchas ganas de celebrar y pasar página.
Uno, dos y hasta tres años han aplazado algunos novios su boda por la maldita pandemia. Aunque la crisis sanitaria no nos ha abandonado todavía y la incidencia acumulada está en sus niveles más bajos, las parejas quieren darse el ‘sí quiero’, regalándose el día inolvidable que merecen y que anhelaban desde hace meses. 2022 puede ser el año de las bodas y los eventos, muchos profesionales ya tienen sus agendas comprometidas para el próximo año e incluso algo de 2023, sin dejar de lado eventos familiares, congresos, jornadas, cenas de Navidad que se organizan a muy corto plazo… Mucho trabajo en general aguarda a proveedores y profesionales del sector, algunos más incluso que antes de la crisis sanitaria, cómo no morir en el intento o estar preparado para la que se avecina serán claves para un mercado en creciente demanda. En 2019 se celebraron 175.000 bodas en nuestro país, si bien en 2020 la estadística cayó en más de un 80 % por cuestiones de sobra conocidas y en el presente año, los profesionales han llenado sus agendas principalmente desde primavera. Para 2022, según el portal de bodas.net, con 20 millones de usuarios y 700.000 empresas adheridas, el crecimiento será de más de un 20 % con respecto a 2019.
Inma y Fernando se casaron este pasado verano, querían formalizar su relación después de varios años conviviendo juntos. Su boda estaba prevista para junio de 2020 y no pudo ser por el COVID pero a cambio no tuvieron una sino dos bodas, una más íntima en el juzgado en noviembre de 2020 acompañados de los testigos solamente “aprovechando que teníamos todos los papeles y que queríamos una unión civil”, y la segunda ha sido en julio de este año, “nuestra boda soñada, rodeados de la gente que queremos y, aunque aún había restricciones, fue un día inolvidable que no cambiaríamos por otro”, comentan.
Hasta llegar a ese punto, hay mucho que organizar y hacer. El primer lugar al que se acude es internet y las redes sociales. Según el libro blanco de bodas.net, realizado en colaboración con ESADE y Google, el crecimiento de búsquedas es constante y sostenido durante todo el año pese a la estacionalidad de este tipo de eventos, más frecuentes de mayo a octubre. El público potencial está cada vez más informado y tiene estabilidad económica (la media de edad de los novios es de 34 años). 9 de cada 10 busca en internet ideas para su boda, el 65 % la planifica de forma online y el 25 % crea una web para su enlace. De ahí que sea vital para los profesionales del sector cuidar su reputación online, es ahí donde se mueve el negocio.
Con cientos, miles de fotos guardadas, muchísima información en la tarjeta del móvil y un presupuesto más o menos cerrado, llega la hora de moverse por nuestra cuenta o contratar a una Wedding Planner, una profesional que cada día es más demandada en nuestro país. Empecemos por el lugar de celebración, sea boda o evento. Fincas, enclaves únicos, edificios históricos, jardines y cómo no, salones y hoteles. Éstos últimos han experimentado una gran transformación acorde a las necesidades del público y a las restricciones sanitarias establecidas.
Salones clásicos a la última.- Uno de los profesionales de la hostelería dedicado a los eventos y bodas durante más de 35 años, Pepe Crespo, de Casa Pepe, asegura que la elección de los nuevos escenarios no supone el abandono del salón clásico aunque sí una reconversión del mismo en cuanto al cuidado de los detalles, a la personalización del diseño y la decoración, a la elección del menaje, a la durabilidad de la fiesta… Por su experiencia, ahora se prefiere la ceremonia de mediodía y más reducida, con familiares directos y amigos íntimos, “en general el perfil de los novios es más maduro, tienen claro lo que quieren aunque se dejan aconsejar teniendo presente el presupuesto que se han marcado”. En su opinión, la diferencia no está tanto en la gastronomía (se ha avanzado mucho en cocina y la calidad de cualquier salón consolidado está sobradamente garantizada y demostrada) sino en el abanico de novedades que surgen casi a diario, “se buscan salones diáfanos con decoración sencilla y elegante pero personalizada para cada pareja, al igual que en mesa, con vajilla, cubertería y cristalería singulares y únicas”. Tanta es la exclusividad que se busca, que este hostelero dispone de una organizadora de eventos para la decoración interior de salones y los entornos de jardines y accesos. Algunos salones, como es el caso de Crespo, cuentan con servicio de catering para trasladar lo mejor de su cocina a ese lugar de ensueño de una boda o a cualquier escenario para una celebración profesional o familiar. Asimismo, la opción de carpas o montaje en el exterior es también contemplada por muchos salones de banquetes, deseosos de poder satisfacer todas las demandas. En resumen, añade el profesional, ahora el banquete tiene que ser una fiesta continua aunque no de cualquier manera, “se pone bastante celo en que esté todo bien hilvanado de principio a fin”.
En cuanto a los eventos (congresos, cenas asociativas, jornadas…), Crespo, también presidente provincial y regional de la Asociación de Empresas de Hostelería de Castilla-La Mancha, nota cierto empuje y ganas pero aún sin el 100 % de seguridad respecto a lo que teníamos en 2019, porque la situación es diferente y aún hay declarada una pandemia, por lo que la prudencia y responsabilidad desde el propio sector deben seguir estando presentes, reclama.
Otro escenario tradicional son los hoteles. Esta pasada primavera fue el pistoletazo de salida para eventos familiares como las comuniones, todavía con restricciones, pero con ganas de reunir a la familia. “La gente respetó todo, mascarillas, aforo, entendían que estaba en juego su salud…, pero a medida que quitaban restricciones, aumentaban los eventos, la semana que quitaron todo fue brutal, los eventos de 60 personas crecieron en un 50 %”, nos cuenta Audrey Benoit, directora del hotel Parque Real. El cuidado puesto por este establecimiento ha evitado contagios entre el personal o los clientes, “hemos hecho como eventos burbuja, con su zona de cóctel, de salón y de bar solo para ellos, incluso las celebraciones de interior han tenido su reservado fuera”.
En la planificación de 2022 cuentan con grandes eventos y bodas, ya que algunos novios han esperado a que no hubiese ninguna restricción –este pasado verano aún había limitaciones en la barra libre y en los horarios de cierre-. Para Navidad, Benoit confiesa que las previsiones son buenas, “se tiene muchas ganas de celebrar y pasar página a todo lo que hemos pasado, creo que puede haber más actividad que antes de la pandemia”. Ellos continuarán por su parte ofreciendo la misma seguridad, con ventilación y desinfección de todos los espacios del hotel para mantener 0 contagios.
El vestido, sencillez y elegancia.- A diversidad de estilos, gran variedad de vestidos, dice la diseñadora y responsable del Atelier Carmen Alba, que diseña y confecciona trajes de novia y ceremonia a medida en Ciudad Real desde hace 11 años. “No se puede decir que haya esta o aquella tendencia sino que cada mujer elige lo que va más con sus gustos y personalidad, sí puedo decir que el vestido princesa está desterrado prácticamente pero, al ser a medida, tenemos desde novias con vestidos más recargados y complejos a otras con sencillos y elegantes trajes de chaqueta con brocado”, comenta Carmen Cambronero, dueña del atelier. En el término medio, añade, está la mayoría, que prefieren tejidos vaporosos, fluidos, como crêpes o gasas, de color liso con algún corte diferente o detalle. Para la diseñadora, es recomendable acudir con un año de antelación si es novia y con cuatro o cinco meses para madrinas o invitadas.
Carmen Alba es ejemplo claro de empuje a la digitalización durante la pandemia. “Ha significado un antes y un después, un punto de inflexión enorme en el que antes nadie venía con referencias mías y ahora la gente viene aprendida, es increíble, somos los mismos, trabajamos igual, pero ahora nos veneran, por lo que digitalización sí o sí”. Dicha empresa contaba con redes e internet, pero la diferencia estriba en que han contratado a profesionales del ramo, “para mí es una inversión, hoy en día si no estás en redes no existes, los que vivimos del evento tenemos que dar una buena imagen para que te contraten, porque al final vendemos imagen”, subraya Carmen.
Diversidad y estilos.- Imagen como la que trabaja Ino Crespo en su centro de peluquería, estética y maquillaje. Para esta profesional con más de 40 años de experiencia, la peluquería es fiel reflejo de la sociedad, una sociedad donde predomina la diversidad y se presume de ecologismo, donde existen numerosas alternativas estéticas y donde lo importante es la coincidencia en el tiempo y espacio de la visión estética de la novia con el o la profesional de peluquería.
A su juicio, la influencia de Instagram y Pinterest, entre otros portales, es “bestial” desde hace tiempo pero ayuda a establecer un diagnóstico más preciso del peinado de la novia, “que viene mucho más ilusionada si cabe por poder celebrar por fin su boda, un enlace más personal, más reducido y familiar, por lo que puede buscar algo más natural y sencillo”. No obstante, existen dos vertientes claras para esta asesora de imagen: la de la joven súper sencilla que se deja aconsejar, que prefiere lo de toda la vida para no fallar; y la de la ‘joven Erasmus’ que está o ha estado en el extranjero, bebiendo de numerosas influencias socioculturales que se traduce en conceptos estéticos más libres.
Para Ino Crespo, colaboradora mensual de la Revista Ayer&hoy, se está confundiendo el concepto de sencillez en la estética del cabello, “existe ahora la tendencia de un vestido sencillo sin demasiadas florituras acompañado de un peinado lo más cercano a lo de todos los días y creo que es un error, porque no te estás vistiendo como todos los días”. En su opinión, una sencilla melena al viento requiere de cuidados, de elección de color, un adecuado corte y un gran lustre que acompañe a la estética global de la imagen de la novia, “diría más, a la estética de toda la boda”. El maquillaje, por otro lado, está cobrando mucho más protagonismo que el propio peinado, las influencias de las redes están enriqueciendo sobremanera este campo. Por último, Ino Crespo, considera que en maquillaje y peinado debería pesar más el asesoramiento personalizado de un profesional experto con el fin de que estética y estilo encajen.
Las flores son otro elemento diferenciador. Lilium, margarita, lisianthus… son las más demandadas aunque eucaliptos, paniculatas y otros verdes acompañan en la decoración de estas ceremonias, “son más informales, naturales”, nos explica la florista Sonia Simón. Los ramos bouquet con tallos vistos o los campestres verdes africanos “con verdes Brunia, como recién cogidos del campo” son los más solicitados en la floristería El Pasaje de Ciudad Real.
Ya arreglados, es la hora de la fotografía. Tras un año de crisis, las bodas, bautizos, comuniones y eventos vuelven a llenar la agenda de fotógrafos como JaviCeci. En general, son eventos más reducidos, las bodas suelen ser de 120-130 comensales, con la diferencia de que la gente cubre parte del rostro con la mascarilla, “algo que influye tanto al profesional que debe llevarla puesta en todo momento como a los invitados a los que no se les puede ver la cara si están en el interior, al menos al principio, en el salón de bodas la gente se relaja”, explica. Eso ha hecho que muchos se decantasen por celebrar la ceremonia en exteriores, bien en fincas o carpas al aire libre. Para JaviCeci, en la primavera de 2022 puede igualarse el número de eventos registrados en 2019 a tenor de sus reservas, “tengo todo el año que viene a reventar y este año he tenido bodas todos los fines de semana hasta noviembre”. Fotografía JaviCeci cuida al máximo detalles como el fotomatón, “desinfectamos cada elemento, los cotillones son de usar y tirar, para uso personal y exclusivo”.
Nuevas profesiones para eventos: el/la Wedding Planner.- El organizador de eventos y, sobre todo, de bodas, conocido en su acepción inglesa como Wedding Planner es un fenómeno relativamente reciente en España al que todavía no acuden la mayoría de las parejas por dos motivos, bien porque no lo ven necesario o bien por malas experiencias en casos cercanos debido al “intrusismo existente como nueva profesión en nuestro país”. Así nos lo explica Cristina Cabello, Wedding Planner experimentada. Nadie mejor que ella para explicar las funciones de su colectivo: “Un organizador de eventos o de bodas es un profesional capaz de gestionar, agilizar y controlar todos los proveedores de un evento, ajustándose a los gustos, necesidades y presupuesto de la pareja, actuamos como intermediarios entre empresas y clientes”. No solo se ocupan de lo tangible y más conocido, sino que deben controlar aspectos legales, como registro civil, contratos, protocolo, además de la gestión de equipos, emociones…, “hay que ser bastante empático, solventar todos los imprevistos y, lo más importante, tener en cuenta que el evento es de los clientes, no de uno mismo, por lo que hay que dejar opiniones y gustos personales a un lado, a no ser que nos lo pidan, los clientes siempre tienen la última palabra”, enfatiza.
Para formarse en dicha área, ya existen grados universitarios de gestión de eventos y protocolo para obtener una sólida formación, a lo que se unen las ganas de aprender tendencias, estilos, oportunidades… que aparecen en webs y RRSS a diario.
Por la experiencia de Cabello, un Wedding Planner debe estar preparado para organizar bodas con un año de antelación, que es el periodo medio de tiempo, pero también en dos meses, bodas exprés. Las exigencias principales de la pareja se centran en el espacio de celebración o banquete y en la comida, “cada vez cobra mayor protagonismo el cóctel de bienvenida, con estaciones de cocina en vivo, puestos temáticos, música en directo para que los invitados se diviertan; en el caso del banquete, se buscan presentaciones más cuidadas, platos más elaborados y menos copiosos, si bien lo clásico es una apuesta segura”.
En cuanto al presupuesto, Cristina Cabello recomienda tener una estimación de gasto para evitar sorpresas, “la evolución de estos grandes eventos se debe a que ahora el 70 % de las parejas corre con los gastos de su boda, decidiendo lo que quieren y lo que no”. En materia de regalos, la gente ya no pide vajillas, equipos de música o sartenes, “pues la mayoría de parejas ya viven juntas”, sino viajes, experiencias, noches de hotel, excursiones, masajes… El dinero también sigue siendo una opción para regalar, conviviendo el método más antiguo como el sobre hasta el más actual, el Bizum.
Los eventos de hoy en día.- Cualquier persona o colectivo puede organizar un evento, máxime ahora cuando todos estamos deseosos de celebrar. Pueden ser desde una comida con amigos, presentaciones de productos, team building, congresos o eventos corporativos multitudinarios. Al igual que los enlaces, un evento debe estar perfectamente organizado, con detalles personalizados y muy cuidados, donde la privacidad y la profesionalidad son las principales exigencias del cliente. La elección del lugar es más importante si cabe que antes de la pandemia, ya que la oportunidad de poder mantener la distancia permitirá la relajación independientemente de que se lleve la mascarilla puesta o no.
Para Cristina Cabello, 2022 va a ser el año de los eventos, si no cambian las circunstancias sanitarias. En su caso, “ya tenemos eventos profesionales contratados para 2022 y 2023, mientras que en bodas hemos aumentado el número existente en tiempos pre-covid, hemos cerrado prácticamente la agenda para el año próximo y ya hay contrataciones para 2023”.
En definitiva, las bodas y eventos son un sector en auge donde no existe una tipología única y donde se ha roto con algunos tópicos, ya que las parejas de hoy en día trabajan, conviven juntas, están muy bien informadas y cuentan con recursos económicos para decidir SU día especial sin imposiciones ni compromisos. De gran interés es la conclusión que realiza Carles Torrecilla, doctor en Comercialización e Investigación de Mercados en el libro blanco de Bodas.net al señalar que “nos encontramos ante un sector con tendencia positiva y sano, donde los actores del mercado están haciendo aquello que éste les solicita, si bien pronto deberán reinventarse para poder satisfacer un sector que se va a sofisticar y a segmentar”. Es decir, los profesionales y empresas deberán adaptarse a la tipología del cliente, ser camaleónicos, y donde lo intangible será lo que marcará la diferencia.
Debe tener una biblioteca muy variada, seleccionada y organizada
El Dj, una figura ya imprescindible para tu boda
Hace algunos años el Dj, Disc-Jockey o Pinchadiscos de boda era ese personaje que estaba ahí en un rinconcito un poco apartado que amenizaba la barra libre con canciones grabadas en Cd´s de varias temporadas y, que en muchas ocasiones, era la misma música para todas las bodas que se celebraban en ese año. Con el paso del tiempo, la figura del Dj en este tipo de eventos ha ido evolucionando, convirtiéndose en algo imprescindible para un día tan especial como es el día de nuestra boda.
Juan Reina, popularmente conocido en este mundillo del Dj, sabe bastante al respecto, ya que lleva media vida amenizando con su música diferentes fiestas y eventos de este tipo. Comenzó con apenas 14 años a trabajar en un Disco-Pub de la localidad de La Solana donde adquirió experiencia, lo que le hizo dar el salto a una de las salas más emblemáticas de finales de los 90 y de la década de los 2000, la discoteca Milenium, de sobra conocida en toda la región. Tras su paso durante varios años por esta sala comenzó a trabajar en varios Pubs de La Solana, de Valdepeñas, de Tomelloso, de Ciudad Real… hasta que, hace aproximadamente unos 7 años, a través de un gran amigo y compañero, comenzó a echarle una mano en un salón de bodas.
Desde hace unos 3 años, Juan Reina ha comenzado a meterse de lleno en este tipo de eventos y celebraciones, de hecho, este 2021 lo ha tenido prácticamente completo y, de cara a 2022, ya tiene muchas fechas cerradas.
Y es que un Dj de boda se ha convertido en algo esencial en este tipo de celebraciones, de hecho, las bodas han cambiado mucho en estos últimos años, con cada vez más detalles, ambientes más familiares, más preparativos… para que todo salga perfecto y sea un día inolvidable, por eso, como los detalles cuentan, la figura del Dj también. Si bien es cierto, “aún queda mucho por hacer, ya que todavía hay personas que buscan en el servicio que damos que sea barato y no valoran lo suficiente el servicio que prestamos para que el día de su boda sea inolvidable”, señala Reina.
Pero dejando a un lado el tema económico, la mayoría de personas que contratan los servicios de un buen Dj buscan sobre todo que la gente lo pase bien y que el Dj se preocupe por los gustos musicales de los novios, de los invitados y que animen la fiesta. En este sentido ha cambiado el concepto que teníamos sobre un Dj de bodas, ya que los novios se preocupan cada vez más y hacen mucho hincapié en la música que suena en la barra libre. “A mí personalmente me gusta mantener una entrevista unos días antes de la boda para conocer sus gustos musicales, lo que no les gusta, la música que suelen escuchar, aconsejarles y repasar todos los detalles del evento para que no se escape ningún detalle, ofreciéndoles cercanía y confianza, y eso al final, los novios lo agradecen”, indica Reina.
Los servicios que ofrece un Dj engloban muchos momentos del evento, ya que, “hay personas que te contratan solamente para poner música en la barra libre, pero otros muchos quieren que estés presente desde que comienza la ceremonia, sobre todo las civiles, para que controles la sonorización y la microfonía, amenizar con música un poco más tranquila en el coctel o en la parte del banquete que suenen canciones a la entrada de los novios al salón, en el corte de tarta, en la entrega de regalos o controlar el sonido en los montajes audiovisuales”.
¿Y cómo tiene que ser un buen Dj en este tipo de celebraciones y más concretamente en el final de fiesta como suele ser la barra libre? Pues sobre todo que tenga una mente abierta musicalmente. “Un buen Dj tiene que tener una biblioteca muy variada, bien seleccionada y bien organizada, eso es lo principal”. Música de los 70, de los 80, de los 90, rumbas, pop, rock, salsas, música actual, canciones míticas, canciones bailables, etc., y muy importante, “interactuar con la gente y ser cercano para no dejar indiferente a nadie y que todos y cada uno de los presentes disfruten de la música”. Y a su vez, destaca, “tener los ojos bien abiertos para ver qué pasa a tu alrededor, es decir, ver si la gente se está divirtiendo, si lo está pasando bien o si por el contrario tienes que dar un giro al estilo musical que se está escuchando”. “Hay que ser observador, ya que en un evento de este el público es muy variado y de diferentes edades”.
Y por supuesto, otra de las claves es contar con un buen equipo de sonido profesional para que todo suene bien y si hay algún problema pueda solucionarse lo antes posible. “Hay muchas empresas de profesionales de sonido e iluminación en nuestra zona, por lo que, siempre aconsejo que se informen bien en este aspecto e incluso les asesoro en el equipo que necesitan”. De hecho, cada vez son más los eventos que se celebran en fincas privadas o salones que instalan carpas al aire libre y no suelen tener equipo de sonido profesional, por lo que hay que alquilarlo. Por lo tanto, tanto la figura de un buen Dj como un buen equipo profesional de sonido, son piezas claves para que todo suene a la perfección en un día tan especial.
En definitiva, “la profesionalidad, la confianza, la cercanía y el tener una mente abierta hará que esos novios y sus invitados pasen un día inolvidable”, concluye Reina.
Alquiler de fincas y espacios al aire libre: una opción cada vez más demandada
Las fincas se han convertido en un escenario cada vez más solicitado para la celebración de bodas y diferentes tipos de eventos. Es el caso de Finca La Losilla, regentada por Rafael Castellanos, y que cuenta con un espacio de más de 16.000 m2. “Las fincas están teniendo mucho éxito porque la gente va evolucionando y va buscando otras alternativas al típico salón de bodas”, señala Castellanos. Asimismo, “en los últimos años se ha visto un gran cambio y existe más competencia, que a la vez es buena, ya que hasta hace poco se podía ver como 2 o 3 bodas se celebraban en un mismo día en un mismo salón y ahora la gente se reparte más, quiere exclusividad”. Este cambio también se ha visto reflejado a la hora de realizar bodas y eventos, sobre todo en verano, donde la gente va buscando cada vez más el celebrar ese evento tan especial al aire libre, por lo que el alquiler de fincas y espacios al aire libre ha visto incrementada su demanda.
En cuanto a Finca La Losilla, al igual que muchas otras, suelen ofrecer el alquiler de sus espacios y servicio de catering para bodas, “trabajamos con una empresa de catering y les ofrecemos los distintos menús que pueden elegir, aunque si bien es cierto, el cliente tiene la opción de alquilar solamente el espacio y buscar el catering por su cuenta sin ningún problema”, indica Castellanos. La joya de la corona de esta finca, además de sus espléndidos jardines, es su plaza de toros, donde suelen celebrar los cocteles de bienvenida de los novios, ya que es un lugar completamente diferente a lo que podemos encontrar en otros sitios. Incluso el convite puede celebrarse ahí. Asimismo, dentro de sus jardines cuentan con una gran explanada de pista de baile con escenario y una barra rodeada de césped para cuando llega la hora de la barra libre.
Como norma, según señala Castellanos, “durante los últimos meses del año se suelen hacer las reservas para las bodas y comuniones del año siguiente, de hecho, de cara al 2022 ya hay bastantes reservas realizadas” y, a partir de enero, “abrimos agenda para cubrir los fines de semana que están libres para diferentes tipos de eventos como despedidas conjuntas, fiestas de cumpleaños, comidas o cenas de empresa, bautizos, etc.” En definitiva, “ofrecemos nuestra finca para cualquier tipo de evento”, concluye Castellanos.
Texto: Oliva Carretero y Ayer&hoy.
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