En agosto de 2010 China vivió el mayor atasco de su historia. La retención de 110 kilómetros de longitud se produjo en la autopista G110, la encargada de comunicar el Tíbet con la ciudad de Pekín, y se tardó 10 días en salir del atasco y algunos de los vehículos se movían a un ritmo de 1 kilómetro al día. El embotellamiento se produjo porque la operación retorno de vacaciones coincidió con unas obras que se estaban haciendo en un tramo de dicha pista. Debido a la magnitud de la retención, este es considerado el mayor atasco de la historia del automóvil.