Con la ilusión por bandera, el Centro de Mayores de La Solana ha reanudado algunas de sus actividades presenciales. Los usuarios llegan colmados de ánimo y con más ganas que nunca, tras un prolongado periodo de ausencia obligada por la pandemia. Las dependencias vuelven a tener tránsito y los talleres se desarrollan con relativa normalidad. Ha llegado el principio del fin y todos lo celebran como niños con zapatos nuevos.

Las mascarillas dificultan la visión de unos rostros que rebosan júbilo y regocijo. El brillo de sus ojos delata sus emociones. Son caras llenas de ilusión. Tenían ganas de volver, de reencontrarse con sus semejantes, de seguir aprendiendo… Es como el primer día de clase, en cualquier colegio, después de las vacaciones de verano. La diferencia está en la edad de los educandos. El taller de coro y rondalla ha sido uno de los primeros en ponerse en marcha.

Ilusión y ganas

“Estábamos deseando volver y regresamos con muchísima ilusión, con ganas de tirar para adelante y de seguir con nuestra vida normal” confesaba Tomás Araque, uno de los laudes de la rondalla del Centro de Mayores de La Solana, a la emisora municipal. Reconoce que han sido aplicados en este compás de espera “hemos ensayado mucho todos los días, porque nos lo pedía el cuerpo, y estábamos locos por venir otra vez”.

Gabriela Fresneda, integrante del coro, también se mostró muy regocijada por el retorno a la actividad “estábamos deseando venir porque aquí se está de maravilla y nos gusta aprender”. A diferencia de su compañero de cuerda, confesó no haber practicado mucho en estas vacaciones forzosas “he entrenado muy poco la voz en este tiempo, pero mi marido y yo teníamos ganas de volver porque no hemos perdido la ilusión”.

Un monitor muy comprometido

Antonio Serrano Montoya continúa al frente del conjunto, mientras sigue lidiando una persistente enfermedad “para mí es muy importante volver otra vez con ellos después de dos años compaginándolos con mis tratamientos”. Sus circunstancias personales no le permiten dedicarse de lleno a la enseñanza relacionada con el manejo de instrumentos de cuerda, pero colabora en la medida de sus posibilidades. “He visto caras muy alegres y gente con muchas ganas de juntarse otra vez y de cantar”, indicó Serrano, recalcando “la unión que tiene este grupo, son como una gran familia”. El monitor subrayó el compromiso de los mayores durante la pandemia “han sido buenos alumnos y continuaron realizando actividades gracias a las redes sociales, demostrando el entusiasmo por seguir adelante con el coro del Centro de Mayores”.

La directora del centro, Juana Almarcha, reconoció que la vuelta no ha sido fácil “se habían creado otros hábitos distintos de estancia en el centro y ha sido complicado, pero a la vez también ilusionante para ellos”. La celebración del Día Internacional de las Personas Mayores, previsto para este viernes 1 de octubre, ha servido de acicate “por eso, hemos tratado de impulsar a todos los grupos que tenemos (gimnasia, bailes de salón, bailes regionales, rondalla…) para que actúen y se han involucrado rápidamente”. En definitiva, todos se muestran muy satisfechos de la reentré “estamos muy contentos, felices con los reencuentros y esto debe ser un punto de inflexión y un impulso hacia adelante”, apostilló.