El almagreño Francisco Manuel Vargas ha reflejado en su diseño ‘En la Cuerda’, los conceptos de la tradición y la fiesta.
La Feria 2024 en Almagro será especial. Se cumplen 650 años de la concesión del privilegio a la villa de Almagro para celebrar dos ferias anuales. Fue el Rey Enrique II de Castilla quien concedió este beneficio dos veces al año: la Feria Pascua de Resurrección- que se celebró hasta mediados del siglo XIX- y la Feria de agosto, festividad de San Bartolomé el 24 de agosto. Ambas ferias destacaron por sus privilegios para el comercio y exención de impuestos por lo que pronto comenzaron a tener auge en toda la comarca y más allá.
Con este fundamento, el Ayuntamiento no quería que esta efeméride pasara desapercibida al tratarse de una de las ferias más antiguas de España que se viene celebrando de manera ininterrumpida desde sus orígenes y convocó un concurso de un logo conmemorativo. Hoy, el alcalde Francisco Javier Núñez y la concejal de Festejos, María del Carmen Peñalta, han presentado el logo ganador diseñado por Francisco Manuel Vargas Sanroma.
“Es un Isologo sencillo, visualmente agradable por la composición y el único tono cromático empleado, representativo de la ciudad de Almagro: “almagre” ha explicado su autor con el que quiere transmitir dos conceptos: tradición y fiesta. Así, la imagen que ha denominado ‘En la Cuerda’ está compuesta por las siluetas de varios tipos de ganados – en referencia a la tradición-, y un sello conmemorativo con las atracciones de feria, globos festivos con la roseta del Corral de Comedias como alusión al teatro y la cruz de Calatrava. Respecto a la tipografía es muy visual a través de la que se pueden ver dos estilos bien diferenciados con respecto a los 650 años de la creación de la Feria de Almagro.
El diseñador almagreño se ha mostrado muy contento de que su propuesta sea la ganadora. Doble alegría por ser almagreño y poder colaborar con su diseño a la celebrar este importante acontecimiento. Además, Manuel Vargas comentó a través de los micrófonos de Onda Almagro la gata coincidencia de que hace justo diez años en el mismo lugar, en el salón de Plenos del Ayuntamiento, recibiera otro premio por su diseño de la etiqueta para los vinos de la cooperativa Nuestra Señora de las Nieves de Almagro.
Vargas, decorador y diseñador gráfico, ha recibido más de una treintena de premios desde que comenzó en 2014 a presentarse a concursos de diseño a nivel nacional e internacional. Compatibiliza su trabajo creativo con sus labores profesionales en el área de Urbanismo y Obras del Ayuntamiento de Bolaños y también desde hace varias décadas en el área de diseño del consistorio de la ciudad vecina. Además, Manuel Vargas ha creado varias aplicaciones informáticas, trabajos de cartografía y sistemas GIS con información georreferenciada.
La concejal de Festejos ha destacado cómo su creatividad y talento han capturado perfectamente el espíritu de nuestras ferias, y estamos encantados de poder compartir su trabajo”. María del Carmen Peñalta ha explicado también que está previsto realizar una exposición con los diseños presentados al concurso.
La presentación del logo conmemorativo 650 aniversario (1374-2024) Ferias de Almagro marca el inicio de una serie de actos y actividades que se irán anunciando a lo largo de estos meses y que culminarán en agosto con la Feria.
El alcalde, que ha felicitado al ganador, ha apuntado que en unas semanas se conocerá el cartel taurino y el concierto pre feria que tanto éxito tuvo el primero que se celebró el año pasado. Núñez ha hablado de la Feria de Almagro como referente histórico a nivel provincial, “una institución que ha pervivido a lo largo de seis siglos y medio y que merece celebrar su historia, su presente y el futuro que debemos legar a las nuevas generaciones”.
Retazo histórico de las ferias de Almagro
Principalmente se trataba de ferias de ganado caballar y mular, animales fundamentales para las labores agrícolas. Al amparo de esos negocios acudían mercaderes de todo tipo: cacharreros, guarnicioneros, hortelanos, especieros y un largo etcétera que convertían a Almagro en un mercado fundamental para la vida económica y social de todo el entorno. Estas tierras habían sido reconquistadas y repobladas hacía poco más de un siglo y era necesario dinamizar la vida en todos los sentidos.
Al situarse Almagro en una encrucijada de caminos, y ser sede del Maestrazgo de la Orden de Calatrava, pronto comerciantes de las regiones aledañas comenzaron a acudir a sus ferias, principalmente de Murcia y Andalucía, siendo la villa un hervidero de gentes que venían a hacer sus negocios y a divertirse con los festejos paralelos que se organizaban, sobre todo los toros. El lugar de celebración era la primitiva plaza mayor y la calle que conducía al Ejido de Calatrava (que aún hoy se sigue llamando calle de la Feria) donde se concentraban los ganaderos y se hacían los tratos comerciales, situándose a lo largo de la calle infinidad de puestos y tenderetes de todo tipo de mercaderías. Así fue hasta los años 90 del pasado siglo en los que se construyó el nuevo recinto ferial.
Las Ferias de Almagro se fueron afianzando y creciendo en el tiempo convirtiéndose en cita fundamental del comercio de Castilla y, sin duda, con la llegada de los Fúcares a Almagro y el gran empuje económico que supuso, su crecimiento sería exponencial, momento en el que se amplía la Plaza Mayor para darle más capacidad. De toda La Mancha y regiones limítrofes venían gentes a comprar y vender ganado y a disfrutar de los días de fiesta tanto en primavera como en verano.
Con el paso de los siglos, los cambios de régimen y leyes, se hizo necesario actualizar y ordenar todo lo relativo a las Ferias, y así ya en el Siglo XVIII el Rey Carlos III confirmará el privilegio de Ferias que había otorgado Enrique II. El documento se conserva en el Archivo Histórico Municipal.
En 1845 se construirá la Plaza de Toros y se hará, como no podía ser de otra manera, en unos terrenos lindantes con el lugar donde se instalaban los ganaderos, de ahí su nombre de «Coso de la Cuerda», puesto que cuerda era el nombre dado al Ejido de Calatrava por la costumbre de llevar atados en reata con una cuerda a los animales para vender.
Hasta mediados del Siglo XX aún se mantenían las dos Ferias, siendo la principal la de agosto y quedando reducida solamente a la venta de ganado la de primavera. Con la mecanización del campo el carácter ganadero se fue perdiendo y ya a principio de los años 60 del pasado siglo terminó por desaparecer manteniéndose el carácter festivo, lúdico y taurino. Así como los peculiares chozos, cuyo origen eran los chamizos que se montaban alrededor de la cuerda en donde los tratantes de ganado comían, bebían y celebraban los tratos de compraventa que hacían. Por eso aún hoy los chozos no son meros chiringuitos, sino que en ellos se sigue comiendo durante todo el día, se festeja y se celebra de la mañana a la noche, siendo un signo de identidad peculiar de nuestra Feria.