Darío Díaz Abellán es el presidente de esta asociación sin ánimo de lucro que se creó hace 7 años a partir de 3 amigos que disfrutaban de la experiencia de comer y saborear los productos de la tierra. Su afición por la gastronomía les llevó a crear la Asociación y visitar una vez al mes un restaurante de la provincia hasta llegar a los 12 establecimientos al año.

“Nuestra única pretensión es poner en valor todo lo bueno que tenemos en Jaén”

Pregunta.- ¿Cómo funciona este proceso exactamente?
Respuesta.- Nosotros nos reunimos en asamblea y aportamos ideas de restaurantes nuevos que visitar. Se elige uno para cada mes y acudimos para una degustación siempre pagada por nosotros mismos, porque entendemos que no puede ser de otra forma. De hecho, en nuestros estatutos está escrito que nadie puede beneficiarse de ser Amigos del Santo Reino. Los restaurantes nos sirven lo que estiman en función al precio acordado y tras las 12 visitas al año, otorgamos unos premios gastronómicos: al mejor restaurante, mejor chef, mejor plato, mejor maridaje y una mención especial. Además, se entregan premios de honor, personalidades importantes de la restauración o personajes públicos, como este año a Vicente del Bosque.

P.- ¿Cómo elegís en asamblea los restaurantes?
R.- Hacemos 3 asambleas anuales y planteamos restaurantes, buscando distinciones, no nos cerramos a nada. Hemos premiado desde cafeterías de polígono hasta otras en sitios recónditos. Ahora mismo en Asamblea somos 12 personas, y todos ponemos de nuestra parte para elegir cuáles serán los locales visitados.

P.- ¿Cómo se sustenta la Asociación?
R.- Los socios pagamos una cuota de 30€ mensuales, además tenemos colaboradores, patrocinadores o instituciones como la Diputación Provincial. Con ello pagamos los premios… Además, pagamos nuestras comidas. ¡Ser socio no es gratuito! Pero vale la pena.

P.- ¿Qué conseguís con esto? ¿Cuál es el objetivo de la Asociación?
R.- Poner en valor todo lo bueno que tenemos en Jaén (restaurantes, productos…) con algo muy bonito, y, es que, lo hacemos sin ningún ánimo de lucro, sino porque nos gusta y entendemos que eso adquiere un mayor valor, sobre todo porque pagamos por disfrutarlo.

P.- A raíz de la creación de la Asociación, ¿cómo habéis crecido?
R.- Nunca nos imaginábamos que íbamos a tener la repercusión que hemos tenido ni que íbamos a llegar a donde hemos llegado. Ya tenemos sede propia que se llama GastroReino, dentro del Mercado Municipal de Peñamefécit dentro de un convenio con el Ayuntamiento de Jaén, ellos nos ofrecieron un local que llevaba cerrado muchos años y los socios, fruto de una iniciativa privada y con algunos colaboradores, hemos restaurado las instalaciones en las cuales se imparten cursos de cocina y colaboramos también con asociaciones benéficas como Los niños del Sáhara, Proyecto hombre… Se busca siempre un fin social.

P.- Una intención colaborativa y coloquial, podríamos decir…
R.- El fin es ese, poner en valor todo lo bueno que tenemos en la tierra desde un punto de vista de personas que no son profesionales en la materia, que eso es importante y está también dentro de nuestros estatutos, entiendo como presidente que nuestra marca de identificación es que somos ciudadanos de a pie y disfrutamos con ello a nivel inexperto.

P.- ¿Recibís críticas por el sector que sí se dedica especialmente a la gastronomía?
R.- Hay muchos intereses dentro de este terreno. Las guías muchas veces tienen intereses comerciales. A raíz de que la gastronomía está de moda han salido muchas “pseudo-asociaciones” que al final están enmascaradas haciendo creer que son asociaciones siendo realmente empresas. Eso desluce lo bonito de lo que estamos intentando hacer nosotros, que es todo lo contrario, que es que realmente no exista ningún interés nada más que el de disfrutar, pero por desgracia hoy en día nos movemos en un mundo absolutamente mercantilizado y con modas como MasterChef y demás, aparecen empresas que quieren aprovecharse de la situación. Es lícito, pero que no se enmascaren en asociaciones sin ánimo de lucro, porque al final son empresas que quieren sacar partido y deberían ir de frente.

P.- ¿Qué público tiene la Asociación? ¿Algún segmento de la población específico?
R.- Ten en cuenta que, al final, lo que hacemos es poner a qué restaurantes hemos ido. Pero público… ¡bastante! Aquí no existe un público objetivo como tal, a todo el mundo le gusta saber dónde hay un buen sitio de cocina al que cualquiera pueda ir y pueda permitírselo, a la par que pueda descubrir lugares nuevos y de alta calidad.

En redes sociales hemos sido muy bien aceptados, ya tenemos más de diez mil seguidores.

P.- ¿Hay competencia?
R.- No debería. Debería haber alianza. De hecho, yo soy también el delegado de la Federación Andaluza de Cofradías Gastronómicas de Andalucía, que lo que intenta es aglutinar a las Cofradías y Asociaciones sin ánimo de lucro. Entonces, competencia no debería haber, lo que hay es rivalidad con las empresas que sí quieren lucrarse de esto…

P.- ¿Pero ha habido crítica de aquellos que sí son profesionales en la materia?
R.- La crítica cada vez nos hace más fuertes. Como nosotros aportamos una visión distinta y somos muy claros y transparentes siempre, parece que molesta. Hoy en día hay gente que se considera con mayor o menor nivel en la gastronomía, y yo entiendo que la gastronomía es muy amplia y que tiene acceso todo el mundo. Nosotros vamos con la honestidad del que llega, paga y decide si le gusta o no. Habrá profesionales que se dediquen a esto de forma más técnica u objetiva, pero al final todo es gastronomía. Nosotros somos totalmente transparentes, no somos profesionales.

P.- En cuanto a ti como presidente de la Asociación, ¿cómo te defines?
R.- La fundé junto con dos socios más, pero intento que todo el mundo tenga participación dentro de la Asociación. Al final, un presidente siempre es la cara visible, pero todo lo que te estoy transmitiendo de la gastronomía es lo que nos define. Estoy convencido de que Jaén es muy grande en todos los aspectos y quiero disfrutarlo, hacer disfrutar a los míos y hacer disfrutar a la gente con el contenido que nosotros generamos. Obviamente como presidente tengo que tirar un poco más del carro, pero es lo que genera el cargo.

Yo no me dedico profesionalmente a esto, pero siempre he estado muy ligado al sector de la restauración porque es mi hobby y mi afición. Siempre digo que tengo dos grandes aficiones, una que suma y otra que resta: ¡La que suma es la gastronomía y la que resta es el deporte! Una me sube calorías y otra me las baja.

P.- Por eso comenzó este viaje con la Asociación Amigos del Santo Reino ¿no?
R.- Efectivamente, éramos 3 amigos que disfrutábamos muchísimo probando vinos y juntándonos cada cierto tiempo a probar bares y restaurantes. Comenzó en la taberna Beluga, una taberna pequeñísima donde nació este proyecto probando vinos. Decíamos “Oye, si quedamos una vez al mes, ¿por qué no contamos por redes sociales lo que estamos probando y que la gente lo sepa…?” No imaginábamos que íbamos a tener esta repercusión, mi referente fueron los Chocos Vascos, Cofradías Gastronómicas.

P.- ¿Qué futuro le ves a la Asociación?
R.- Como presidente lo que intento es no perder la cabeza, porque al final te deslumbra. Al final, no te dedicas a esto y de repente ves como hemos tenido el otro día, un auditorio con 500 personas y fuera se han quedado otras 500.. No puedes dejarte llevar por eso. El futuro que deseo a la Asociación es que siga siendo lo mismo que era cuando nació el primer día: Un grupo de amigos que come y disfruta. Eso nos está haciendo dar los pasos que estamos dando, eso hace que yo, Darío, coja el teléfono y llame a Vicente del Bosque, a 10 restauradores de estrellas Michelín, llame a escritores, a músicos de primer nivel nacional o internacional y me atiendan la llamada, porque lo único que ven es la honestidad. Del Bosque me llamaba el otro día y me decía que no se imaginaba lo que se encontró en Jaén y lo a gusto que estuvo. Pero tanto él como los demás vienen con unas expectativas distintas a las que se llevan. “No nos imaginábamos encontrar una familia”, me decía Vicente. Otros, como Álvaro Palacios, nos decía que ha viajado por todo el mundo y en Jaén fue una de las veces que más a gusto se ha encontrado.

P.- Que te digan eso es reconfortante.
R.- Pero porque intentamos hacer lo que hacemos, es una pena que aquí se sientan tantas envidias, es una realidad que cuando aquí haces algo bonito, al final es criticable, pero yo intento que eso pase desapercibido y seguir haciendo lo que hacemos: Comer, divertirnos, hablar, no nos importan ideologías, nos importa la experiencia. Somos una familia.

Texto: Mery Espinosa Barta Foto: Cedida por Darío Díaz