Fue el hostelero, afincado en Almería, Rodolfo Lussnigg el que acuñó el término Costa del Sol para promocionar la costa de Almería a la que hacía referencia originalmente de forma exclusiva. Inició la campaña promocional el 16 de febrero de 1928 en el periódico La Crónica Meridional, con el objeto de atraer a los visitantes que se dirigían a las Exposiciones Internacionales de 1929.
Pero no es sino a partir del año 1947 cuando empieza a popularizarse el término Costa del Sol en medios de comunicación, siendo en los años sesenta cuando el término Costa del Sol se extiende ya a toda la costa mediterránea de la Andalucía Oriental. Sin embargo en la actualidad este término se ha reducido exclusivamente a la costa malagueña, puesto que a la costa granadina se publicita utilizando la marca Costa Tropical, y el término Costa de Almería hace referencia al litoral almeriense.
Pero lo que no cabe duda es de que tanto hace ya 50 años, como 30, como en la actualidad, es una de las zonas turísticas más importantes de España, que concentra en torno al 35% del turismo en Andalucía y que acoge entre 17 y 20 millones de pernoctaciones hoteleras anuales. Todo ello gracias a un clima agradable, con una temperatura media al año de 19 °C y con más de 300 días de sol.
Ya en la década de 1950 comenzó el auge del turismo internacional y desde entonces es un destino preferencial para extranjeros, principalmente para británicos, alemanes, escandinavos y franceses, y como consecuencia se ha producido un fuerte crecimiento económico y demográfico en esta área geográfica.
Pese a que el boom turístico provocó un gran auge constructivo y un desmesurado y descontrolado crecimiento urbano. Aún quedan reductos poco modificados y espacios naturales, algunos protegidos, como los parajes naturales de la Desembocadura del Guadalhorce y los Acantilados de Maro-Cerro Gordo y los monumentos naturales de las Dunas de Artola y el Peñón del Cuervo.