Ino Crespo, Asesora de imagen

Ino Crespo, Asesora de imagen

Los colores se agrupan en cuatro grandes familias, que se corresponden con las estaciones, y cada una depende principalmente del color de la piel y del de los ojos, sin olvidarse de los reflejos naturales del cabello: primavera, verano, otoño e invierno.

Primavera.- Tez clara y dorada, melocotón, marfil con pecas y doradas con coloraciones rosadas en las mejillas. Piel frágil que no aguanta el sol. Ojos de mirada clara azul pálido, verde suave, gris verdoso, marrón claro miel. Cabellos rubios medios con tonalidades doradas y cobrizas.

Verano.-Tez clara y rosada, beige claro. Piel frágil, algunas veces con tendencia a aparecer manchas rojizas, las beige se doran fácilmente al sol de forma ligera. Ojos claros, azules, verdes gris azulado y castaño. Cabellos, de rubios muy claros a rubio oscuro.

Otoño.- Tez clara y dorada, del color ámbar claro al albaricoque oscuro, pieles frágiles que broncean poco con numerosas pecas. Ojos de mirada intensa color avellana, verde, turquesa y moreno dorado. Cabellos desde el rubio oscuro al moreno con reflejos cálidos caobas y cobres.

Invierno.- Tez beige mate, a veces muy blanca, cetrina en otras. Bronceado duradero para las pieles mates y beiges. Ojos de mirada profunda oscuro, negro verde o azul intenso. Cabellos oscuros desde el castaño medio al negro.