100 años de historia en La Solana. El legado continúa

Don Luis María Jarava Muñoz, soltero, y persona que en La Solana tenía muchos bienes, tras su fallecimiento al inicio de la Primera Guerra Mundial, dejó en su testamento la casa conocida como “Ferrón”, situada en la calle Comendador Nº 1, y un capital en metálico de algo más de 158.000  pesetas para establecer en esa casa un centro de enseñanza.

Alumnas del colegio en el año 1920.

El 7 de septiembre de 1917 pisan por primera vez las calles de La Solana cuatro religiosas de la Congregación de San Vicente de Paúl que venían a hacerse cargo de la dirección y funcionamiento del colegio que se iba a inaugurar. Estas cuatro primeras hermanas fueron sor María Cristina, que era de nacionalidad francesa, sor Vicenta, sor Eulalia y sor Josefina.

Cuando estas Hijas de la Caridad vieron la casa, observaron que era totalmente imposible impartir clases, ya que no reunía las condiciones mínimas para tal fin, por lo que se dirigieron a hablar con don Pascual Jarava, comunicándole que, “O se les daba otro lugar para abrir el colegio o tendrían que marcharse”.

Don Pascual lo pensó todo muy detenidamente y tomó la decisión de prestarles de forma gratuita la casa del fundador, don Luis María Jarava, situada en la plaza de la Torre 1 y 3 (lo que hoy es conocido como Centro Cultural Don Diego), siempre y cuando él pudiera disfrutar de las cuadras, el patio de carros y la portada de la casa. Así, de esta forma, pudieron abrir el colegio, ya que ese edificio sí reunía las condiciones mínimas para dar clases.

El 15 de septiembre de 1917 se abría la matriculación de alumnas y pronto se vio completo el cupo de niñas que podían admitirse. Los niños también fueron admitidos hasta los siete años, siendo la inauguración oficial el 24 de septiembre de ese mismo año y comenzando el día con una misa en la parroquia de Santa Catalina.

Religiosas de la Congregación de San Vicente de Paúl.

El pueblo quería ver el colegio, ver la capilla, observar de cerca a las hermanas, todo ello era novedad, fantasía, ilusión, algo nunca visto y por eso, deseado, comentado y discutido. Tan bien cayó en La Solana este centro de enseñanza que hoy, a los 100 años de su inauguración, aún se sigue hablando del mismo, y precisamente el hablar de alguien o de algo es importante. Cuando esto ocurre es que algo no pasa desapercibido. Esto precisamente es lo que le ha ocurrido al colegio durante estos 20 lustros de existencia, ha vivido en constante renovación.

El colegio comenzó con cuatro clases de Enseñanza Primaria; dos gratuitas y dos de pago en las que se impartían las mismas áreas: Religión y Moral, Lectura, Caligrafía, Gramática Castellana, Historia Sagrada y de España, Geografía, Aritmética, Noción de Ciencias, Higiene, Economía Doméstica, Urbanidad, Costura y toda clase de labores. Existían otras asignaturas extraescolares de bordado, pintura y francés. Las horas de clase eran de 9 a 12 de la mañana y de 2 a 5 de la tarde.

En el mes de septiembre de 1941 muere don Pascual Jarava, dejando la casa donde estaba el colegio a su hijo don Gabriel. Como a este señor le hacía falta la casa, pide a las hermanas que trasladen el colegio a la casa “Ferrón”. Y, así, surgen las negociaciones, reuniones, pausas, vuelta a reunirse y a entrevistarse una y otra vez, hasta que por fin se llega a un acuerdo y se traslada el colegio a la calle Comendador.

Un grupo de niñas en el día de su Primera Comunión, en los años 70.

En la década de 1960, en este nuevo edificio ya había siete clases y además se impartía la Segunda Enseñanza. Este centro docente gozaba de gran reputación en el Instituto de Ciudad Real, que es donde iban a examinarse las alumnas, hasta tal punto que la directora de este centro llegó a felicitar al colegio. En 1970 se dejaría de impartir la Segunda Enseñanza.

Con el tiempo, la casa donde se situaba el colegio iba día a día deteriorándose, llegando el momento, en el año 1973, en el que las hermanas tuvieron que tomar la decisión de trasladarse. En 1976, los primeros cursos pasaron a dar clase a una casa particular y, los cursos mayores, pasaron a la casa de Extensión Agraria. Mientras, se empezaba a construir el nuevo colegio situado en la calle Santa Ana Nº 10.

La primera piedra fue colocada el 5 de mayo de 1976, y se terminó de construir el 10 de septiembre de 1977. El nuevo y actual colegio San Luis Gonzaga era inaugurado el 22 de diciembre de 1977. Desde esa fecha se da clase en este colegio.

En 1978 se matriculó la primera clase mixta y, al año siguiente, se incorporó al claustro el primer hombre. Llegada la década del 2000, en el año 2006 todos los cursos pasaban a ser concertados y por tanto gratuitos, siendo en el año 2011 cuando se marcharían las Hijas de la Caridad de La Solana, pasando el claustro de profesores a formarse solamente por seglares.

Durante el curso 2017-2018, son numerosas las actividades que se están desarrollando para celebrar el centenario del colegio. Entre ellas, una exposición retrospectiva con los uniformes, libros, fotografías y otros utensilios que simbolizan los cien años de historia. Una gala que rindió homenaje a todas las personas que han hecho posible las historias de este centro bajo el epígrafe “100 años en La Solana. El legado continúa”, en la que interpretaron el Himno del Centenario compuesto para la ocasión y que hacía un guiño a los fundadores de las Hijas de la Caridad. Y también ha recibido el título de “Sembrador” en la Semana de la Zarzuela.

Profesores del colegio San Luis Gonzaga celebrando el centenario del colegio .

Sin duda, el legado continúa, y este centro, ya centenario, aún tiene muchas cosas que contar.

Texto: Ayer&hoy

Fotos: Colegio San Luis Gonzaga