Donde la enseñanza y el aprendizaje se funden en un clima de convivencia único para una formación adulta de calidad

Con más de 2.500 alumnos, de 18 a 94 años de edad, y 34 profesores en el claustro, el Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) ‘Antonio Gala’ de Ciudad Real puede presumir de ser uno de los mayores centros educativos y formativos de identidad propia de la provincia de Ciudad Real. Pero además disfruta de una educación muy variada y diversa que ha ido aumentando con los años y que continuará en el futuro, ya que su actual directora, Rosa García Baeza, respaldada por el equipo directivo de la escuela, apuesta por más enseñanzas como un nuevo ciclo de grado medio en Impresión Digital -que esperan les autoricen el próximo curso-, impulsar la FP o el Bachillerato para mayores de 19 años. Pero hasta llegar aquí, muchos han sido los proyectos y desvelos, y muchas las personas que han aupado este centro de adultos a un puesto de relevancia en la educación provincial.

En España, el marco legislativo de estos centros se establece en 1973 cuando se aprobó el Programa de Educación Permanente de Adultos, antecedido por una campaña nacional de alfabetización de adultos en 1963. En Ciudad Real, esta campaña tuvo su sede física en el Centro Piloto de Educación de Adultos ubicado en la planta superior del Colegio Carlos Eraña, donde se obtenía el certificado de estudios primarios y el graduado escolar, y años más tarde, se impartían clases de mecanografía, corte y confección, música y canto, trabajos manuales así como la preparación para el examen de acceso a la UNED. El claustro lo formaban 11 profesores, dirigido por Manuel Mazuelas Álvaro.

Izq.: los directores anteriores a Rosa García Baeza, Alfonso Fernández-Medina (2º izda.), Manuel Mazuelas (3º izda.), Fátima Serrano (1ª dcha.) y Amalio Astilleros (2º dcha.) en 1983. Dcha.: Antonio Gala visitó el centro en dos ocasiones, en el año 2004 y en el 2010, en este último año estuvo acompañado por el entonces presidente de Castilla-La Mancha José María Barreda.

En octubre de 1981 arranca el Centro de Educación Permanente de Adultos en Ciudad Real. Fue en la misma ubicación del Carlos Eraña, trasladándose en el curso 1987/88 al edificio actual de la calle Bernardo Balbuena esquina con Santo Tomás de Villanueva. Dicho bloque, propiedad del Obispado, era la Casa del Apostolado adjunto a la iglesia de San Pablo y fue adquirida por el Ayuntamiento en enero de 1985 por 18,5 millones de pesetas para ceder al Ministerio de Educación, como publicó el diario Lanza.

Tras un accidente de tráfico deja la dirección Manuel Mazuelas y pasa a ser director del Centro Alfonso Fernández-Medina Criado, que permanecerá en la misma durante casi 25 años. En todos estos años la dirección junto al claustro de profesores trabajan incansablemente para convertir el Centro de Adultos en un referente para la ciudad y en un lugar en el que cualquier persona, sea cual fuera su edad o su situación social, pudieran encontrar las enseñanzas necesarias para acceder o mejorar su situación laboral. Para eliminar prejuicios y motivar a la población, en la programación se incluían multitud de actividades extraescolares y complementarias. Una de las actividades estrella era la Semana Cultural, con actuaciones teatrales en diversos espacios de la ciudad como la Talaverana. Y es que hasta que se generalizó la necesidad del título de Graduado Escolar, la mayoría de los usuarios adultos tenían muchas reticencias a compartir espacios con alumnos muy jóvenes con la etiqueta de “malos estudiantes”, comenta García Baeza.

La mentalidad hacia el centro cambió afortunadamente, y en 1990 la matrícula era de 2.197 alumnos en actividades diversas como alfabetización, posgraduado, bailes regionales, matemáticas, inglés, mecánica del automóvil, nutrición y alimentación, ortografía, taquigrafía, socorrismo, teatro, marquetería… además de la obtención del Graduado Escolar.

A Alfonso Fernández-Medina le sustituye Amalio Astilleros Ramos hasta el año 2000, continuando la labor educativa que se venía desarrollando, manteniendo el apoyo de administraciones locales y otras asociaciones como Cruz Roja en la aportación de profesores y monitores para las actividades complementarias.

Otra etapa importante ha sido la llevada a cabo por Fátima Serrano Borge, directora del centro durante 12 años. Fátima Serrano y su equipo directivo, entre quienes estaba ya Rosa García Baeza como jefa de Estudios, proponen en 2004 que el nombre del Centro sea el de Antonio Gala. Esto sucede después de haber iniciado las gestiones con el escritor que accede a la petición. Antonio Gala en persona visita el Centro para proceder al “bautizo del mismo” en presencia del entonces consejero de Educación, José Valverde Serrano. “Debería haber más centros así, ya que son muchos los adolescentes que entienden el significado de una buena formación cuando, tras un fracaso escolar, se ven entre mayores”, fueron las palabras de Gala en el acto.

Izq.: Claustro de profesores en el curso 2019/20. Dcha.: Fátima Serrano con el entonces presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, y la que era consejera de Educación, María Ángeles García
Moreno, entre otros, en la entrega de unos ordenadores al centro.

Durante dos años, las aulas del CEPA se trasladaron al antiguo Hospital Provincial por obras de ampliación –en 2009 había 4.000 alumnos- y adaptación a las nuevas tecnologías del edificio de Bernardo Balbuena. Concluidas las obras en 2010, el entonces presidente regional, José María Barreda Fontes, y el padrino del centro, Antonio Gala, reinauguraron el centro.

Actualmente, las enseñanzas ofertadas son adquisición y refuerzo de competencias básicas I y II, módulos de ciclos formativos de grado medio de Imagen y Sonido, Emergencias Sanitarias, Estética, Atención a Personas en Situación de Dependencia, informática, inglés, francés, alemán y cursos preparatorios para la prueba de acceso a ciclos formativos de grado superior, para graduado de secundaria, para la prueba libre de bachillerato y para el acceso a la universidad para mayores de 25 y 45 años. A lo que hay que añadir la incorporación de otros programas como el Aula Mentor, de formación a distancia, y como no mencionar las enseñanzas impartidas con ayuda del Fondo Social Europeo a través del Plan de Garantía Juvenil para jóvenes de entre 18 y 29 años desempleados, así como el desarrollo de proyectos Erasmus con el fin de impulsar una conciencia europea e internacional en el Centro.

A diferencia del resto, la educación de adultos no es una enseñanza obligatoria y cuenta con algo esencial que otros no tienen, apunta la directora, y son las ganas de aprender de los alumnos y de progresar a nivel académico para poder trabajar, así como el clima del propio centro, “como docentes aprendemos mucho de aquellos que nos han precedido, y la convivencia entre alumnos es perfecta, se produce una simbiosis increíble entre los alumnos mayores y los más pequeños, dando como resultado un gran éxito académico”.

Cabe mencionar el papel activo de la Asociación de Amigos y Colaboradores del Centro, constituida en 1983, con más de 500 socios y una amplia programación de cursos, actividades, excursiones, etcétera.

Por último, la directora del Centro anima a toda la ciudadanía a solicitar la admisión en alguna de las enseñanzas que ofertará el Centro para el próximo curso y recuerda que el plazo de dicha solicitud será del 1 al 17 de julio.

Texto: Ayer&hoy. Fotos: CEPA ‘Antonio Gala’ de Ciudad Real