175 años de historia del colegio más antiguo de La Solana

Aunque fue en el año 1843 cuando el edificio de “El Convento” fue cedido al Ayuntamiento de La Solana para dedicarlo a escuelas, la historia se remonta muchos años atrás. En el año 1603, los solaneros pedían hacer una reforma de la Orden de la Santísima Trinidad, Fray Juan Bautista de la Concepción, para que fundara un convento en La Solana. El convento solanero fue sede en 1605 del primer curso de la reforma, impartiéndose enseñanzas equivalentes a las universitarias y albergando trinitarios como San Miguel de los Santos y Fray Tomás de la Virgen, contando con un total de 31 religiosos a mediados del siglo XVIII.

Con la llegada de la Desamortización de Mendizábal en 1835, promovida por diferentes gobiernos liberales de la nación en materia de supresión de conventos, el convento de La Solana quedaría suprimido y abandonado por los religiosos. Ocho años más tarde, el convento sería cedido al Ayuntamiento de la localidad. El edificio, aun estando muy ruinoso en aquella época, comenzaría su actividad educativa, siendo durante muchos años la única escuela existente en el pueblo.

Durante la década de los años 30 del siglo pasado, el índice de analfabetismo en la localidad era del 60%. Igualmente el estado sanitario de las escuelas se encontraba en una situación totalmente penosa. En 1935, y tras la insistencia del Consejo Local de Primera Enseñanza, el Ayuntamiento decide dar una solución para realizar una serie de mejoras en las instalaciones, eso sí, y según refleja el pleno de abril de ese mismo año, “cuando las disponibilidades económicas del municipio lo consientan”. Aun así, las escuelas siguieron impartiendo su enseñanza, incluso en años de guerra civil y posguerra, iniciando a su vez clases para el analfabetismo y un comedor escolar para los niños más necesitados.

Izq.: Maestro y alumno en el año 1930. Centro y dcha.: Niñas del colegio junto a Antonia Cortes entre los años 1925 y 1930.

Durante la década de los años 40, las escuelas solaneras atendían, además de niños, a personas de mayor edad, muchos de ellos analfabetos. También por aquella época, existían los cotos, que era una pequeña granja que había en algunos centros escolares. Una especie de gallinero que durante los recreos los alumnos limpiaban y preparaban el pienso para los animales además de recoger los huevos.

Igualmente, durante muchos años y en época de primavera, tenían lugar unas fiestas escolares en las que los niños llevaban regalos (dinero, dulces típicos, etc.) a los maestros, celebrando un día de suspensión de las clases habituales, conocido también como la “comadre”.

Llegada la década de los años 50, existe un gran porcentaje de abandono escolar de niños entre 8 y 9 años que eran llevados por sus familias para ayudar en las tareas agrícolas. Aun así, en las escuelas de “El Convento”, se reflejaba en alguna crónica periodística que había un alto porcentaje de alumnos que leían bastante bien, escribían algunas palabras sueltas y calculaban, dibujaban y participaban en actuaciones teatrales.

En 1955, fallecería la maestra Doña Antonia Cortes, que desde 1923 impartió clases a numerosas solaneras y que era muy querida por la gente de la localidad, rindiéndole un homenaje por su dedicación a la enseñanza y dando su nombre a la calle Portadas del Convento de por aquel entonces.

La década de los años 60 está marcada por la demolición del edificio. En la primavera de 1962 se decide desalojarlo por su estado ruinoso y, en consecuencia, por riesgo de derrumbe, con el problema añadido de buscar ubicación para los más de 400 niños y niñas. Nada más conocerse el cierre del edificio, hubo un movimiento de mujeres manifestándose para que no se hundiera, pero tras unos años fue derruido. Provisionalmente, los alumnos y alumnas fueron alojados en diferentes escuelas como la denominada “Casa de las Aguas”, pero que era popularmente conocida como “Casa del Pueblo”.

Izq.: Primeras escuelas. Dcha.: Las nuevas construidas en 1967.

Tras cuatro años del cierre del edificio, en el año 1966 se procede a su demolición, pero con varias gestiones realizadas para la construcción de un nuevo colegio en el “Convento”. Al año siguiente era construido el nuevo edificio, moderno y funcional, con 16 aulas y el primero en La Solana que contó con un pabellón deportivo cubierto.

Estas nuevas escuelas construidas en 1967 fueron demolidas en el año 1991, construyendo un nuevo edificio, el que nos encontramos en la actualidad, inaugurado en el 7 de septiembre de 1992. El polideportivo también se deterioró con los años y, en el año 2009, pasaría a derruirse junto con las aulas de Escuela Infantil que se mantenían en pie, para la construcción de un polideportivo nuevo que se inauguraría en el año 2011.

Quién lo diría, casi dos siglos han pasado. El colegio más antiguo de la localidad solanera puede sentirse orgulloso de ser lo que es. Y es que, somos muchos los que nos acordamos de cuando nos preguntaban: ¿A qué colegio vas? “Al Convento”, decíamos. Sí, porque siempre ha sido, es y será como popularmente lo conoceremos, aunque oficialmente se llame “Sagrado Corazón”.

Izq.: Alumnas en el año 1961. Dcha.: Alumnos de 2º de EGB en el curso 1974-1975 (junto a ellos, el maestro de educación física, Augusto Luna); alumnos en el año 1997 con el maestro Domingo Fernández.

Texto: Juan Diego García-Abadillo. Fuente: Paulino Sánchez Delgado (Cronista oficial de la Villa de La Solana).

Fotos: CEIP Sagrado Corazón/ Paulino Sánchez/Particulares