Plata significa joyas, pero también mucho más pues se utiliza en sectores como la medicina, la electrónica, la odontología o la fotografía. Además, uno de los usos más llamativos es su aplicación para la creación de lluvia artificial por su capacidad de reflejar la luz. Su conocimiento por parte del hombre es muy antiguo pues antes del año 700 a C. se usaban monedas de este metal, siendo desde siempre un sinónimo de dinero. Además, en el antiguo Egipto se la consideraba más valiosa que el oro. Los fenicios usaban recipientes de este metal para mantener los alimentos en buen estado durante más tiempo pues se ha demostrado que en cantidades muy pequeñas la plata es capaz de matar bacterias como los antibióticos.

La plata se limpia muy fácilmente aplicando un poco de agua caliente con bicarbonato sódico y un paño para frotar.

Finalmente, el nombre de la plata tiene su origen en el latín. En otras lenguas mantiene su denominación original latina “Argentum”, sin embargo, en español acabó llamándose plata debido a que en la época romana había numerosos yacimientos del metal en la península ibérica y, para poder transportarlo, se le daba forma de “plattumargentum” (láminas de plata). Poco a poco se perdió la palabra “argentum”, mientras que “plattum” evolucionó hacia plata.