A los gastos de alimentación se suma una alta ocupación hotelera
El Ayuntamiento de Manzanares estima que el impacto económico directo por la presencia de la Unidad Militar de Emergencias en esta localidad durante la pasada semana con motivo del simulacro “Gamma 2015” de Daimiel es de unos 80.000 euros en gastos de intendencia, a los que se suman los de alojamiento -con un 83% de ocupación hotelera-, compras y combustible. Los costes de la cesión de instalaciones municipales han sido de casi 800 euros por consumo energético.
Por cada euro que ha costado al Ayuntamiento la presencia de la UME en la localidad, la economía de Manzanares ha recuperado más de cien euros. El municipio únicamente ha tenido que sufragar los costes de energía eléctrica del recinto de FERCAM y del Pabellón Polideportivo del Nuevo Manzanares, que según el Concejal de Hacienda, Obras y Servicios, Alfonso Mazarro, han ascendido a 754 euros. La UME se hizo cargo de la limpieza de los recintos y también de algunos desperfectos menores ocasionados en el ferial, como los de los globos de alguna farola afectada por la acción de las hélices de los potentes convertiplanos (aeronaves) V-22 Osprey.
En Manzanares hubo unos 1.500 efectivos entre el Puesto de Mando Operativo de FERCAM y el Centro de Damnificados ubicado junto a la A-4 y al Hotel El Cruce. La UME trajo a su personal de cocina para el comedor militar instalado en la zona de la cúpula del Pabellón Ferial. Éste se abasteció a diario de carnicerías, pescaderías, panaderías y otros establecimientos de alimentación y supermercados de la localidad, con unos gastos globales estimados en 80.000 euros.
Junto al alojamiento dispuesto en el Pabellón del Nuevo Manzanares, otros muchos participantes en el simulacro se albergaron en los hoteles de la localidad, que presentaron alta ocupación estos días, con una media superior al 83%. Según datos de la concejalía de Turismo, el Castillo de Pilas Bonas, Saga II y El Ancla estuvieron llenos. El Cruce, Saga I, Hotel Manzanares, Menano y Parador de los Galanes tuvieron una ocupación de entre el 70 y el 95%. Por su parte, el Parador de Turismo estuvo al 50%.
La presencia de la UME y personal de otros cuerpos y ejércitos también tuvo repercusión económica en otros sectores por las compras efectuadas por sus miembros a nivel particular durante estos días. En su tiempo libre pasearon por la población y muchos de ellos adquirieron quesos manchegos y otros productos de la tierra. Además, el importante parque móvil desplazado, sobre todo los vehículos ligeros, repostó combustible en las estaciones de servicio de la zona.