Rafael Céspedes

Rafael Céspedes / AzulAlicia Fotografía

Rafael Céspedes Castejón es funcionario en la Universidad Regional desde 1989 y presidente del sindicato CSI·F, en la provincia de Ciudad Real desde hace tres años. Su relación con este sindicato viene de hace mucho tiempo. Primero empezó colaborando para, posteriormente, llegar a un acuerdo de integración. El principal motivo que le impulsó a afiliarse fue la libertad de actuación que se le prometió y que, año tras año, se ha respetado.

Pregunta.- ¿Por qué se integró en CSI·F?
Respuesta.- Me llamó la atención su independencia cuando me ofrecieron colaborar más estrechamente con este sindicato. Por eso me embarqué en la aventura.

P.- ¿Por qué se fijaron en usted? ¿Se movía mucho, es usted reivindicativo?
R.- No es que yo meta mucho ruido, pero sí es cierto que, dada mi experiencia en la Universidad, en muchas ocasiones se me pedía opinión sobre las material laborales que se iban a negociar. Es algo muy propio de este sindicato, funciona teniendo muy en cuenta las opiniones y sugerencias de los afiliados y simpatizantes, ya que pueden aportar mucho. Yo era de esos que aportaba. De ahí que se me pidiese que me integrase, lo que hice, como ya he indicado, por las grandes facilidades que se me daban, tanto de libertad de actuación como de respeto a las decisiones tomadas.

P.- ¿No se arrepiente de haberse hecho sindicalista profesional?
R.- No. ¿Por qué? Me encuentro como pez en el agua dentro de este sindicato, sobre todo porque nunca me ha faltado esa independencia prometida, ni me han escatimado los medios y apoyos que en todo momento he considerado necesarios para desarrollar mi tarea en defensa de los trabajadores.

P.- Antes de seguir adelante, ¿nos podría decir qué es CSI·F?
R.- Sí. Es un sindicato independiente, profesional y no sólo de funcionarios, sino que abarca todo el espectro laboral de la sociedad.

P.- Vamos a desarrollar los tres puntos. ¿Qué significa independiente?
R.- La independencia de este sindicato ha quedado patente, (sobre todo en Castilla-La Mancha, donde se nos acusaba de ser un partido ligado a la derecha), a través de las numerosas movilizaciones y huelgas, oportunas, llevadas a cabo tanto durante el Gobierno del Partido Socialista como en el Gobierno del Partido Popular. CSI·F se manifiesta en contra de aquellas medidas que perjudican laboralmente al trabajador, tanto si gobierna un partido como si lo hace otro. Y lo demuestra en todo tipo de instituciones y empresas. Por eso, desde dentro, valoramos muy positivamente esta independencia. Y eso se ha logrado porque nos interesa el beneficio del trabajador, sea quien sea la Administración o empresa privada con la que negociemos. Y esta independencia no es sólo ideológica o política, también lo es en su forma de trabajar. Nunca interferimos, de forma jerárquica, en las negociaciones que realizan los diferentes sectores.

Nosotros no somos un sindicato de “olímpicos”

P.- El segundo punto era la profesionalidad.
R.- Sí. Nosotros intentamos mantener, a lo largo del tiempo, a los liberados, ya que nos parece muy importante mantener una línea de permanencia y de formación en el tiempo. Creemos en la profesionalización. Por eso mismo prescindimos rápidamente de aquellas personas que no reúnen los requisitos requeridos. Somos muy serios y rigurosos con nuestro trabajo. Esta profesionalidad incluye el aspecto formativo para que, tanto el liberado como cualquier delegado, cuenten con las mejores herramientas (formación) para defender los derechos de los trabajadores.

P.- Y el tercer punto, decía usted, es que no es un sindicato sólo de funcionarios.
R.- Exacto. Existe una imagen, ya anticuada, de que este es un sindicato exclusivo de funcionarios. Es verdad que nace, en los años 80, como defensor de los trabajadores del sector público, pero con el paso del tiempo ha evolucionado y ya se presta mucha atención a la empresa privada, en el cual estamos creciendo de una forma continua, teniendo una muy importante presencia y desempeñando un destacado papel. Y puedo citar a empresas grandes, como AENA, o en nuestra provincia a Fertiberia o Vestas.

P.- ¿Cuáles son las principales diferencias entre este sindicato y los otros, históricos, de nuestro país?
R.- Una importante diferencia viene dada por la financiación. Estamos mucho menos subvencionados que ellos ya que somos más pequeños. El ochenta por ciento de nuestro gasto se financia con las cuotas de los afiliados. Pero además auditamos de tal forma nuestros gastos e ingresos que, cualquier afiliado puede tener libre acceso a todos los datos y conocerlos en su totalidad.

Pero otra gran diferencia es que CSI·F es eminentemente negociador. Nuestra postura siempre es de negociar, de conseguir pactos, acuerdos que posibiliten el bien de todas las partes. Pensamos que las posturas radicales no benefician ni a la empresa ni al trabajador. Que quede muy claro que a la empresa, por sí misma, no nos importa lo que le ocurra, ya que siempre pensamos en el trabajador. Pero si a la empresa le va mal al trabajador no le puede ir bien, así que si conseguimos que la empresa vaya bien, a la vez logramos mejorar la vida laboral del trabajador, que es nuestra finalidad. En resumen, nos importa que el trabajador gane siempre, así que si para ello es necesario que la empresa vaya también bien, mejor para todos. No tenemos nada contra las empresas, simplemente queremos siempre un bien para el trabajador. Destruir por destruir no es nuestro lema. De ahí que intentemos llegar siempre a un punto medio en el que el trabajador obtenga el máximo de beneficio.

Otra gran diferencia con el resto de los sindicatos es que nosotros no somos “olímpicos”. O sea, de los que sólo aparecen cada cuatro años, cuando hay elecciones.

P.- Últimamente parece que les va muy bien en las elecciones sindicales que se están celebrando. ¿Es así?
R.- Sí. En las distintas elecciones que hemos tenido en los últimos meses (Enseñanza, La Junta, Sanidad. Universidad, Diputación…), hemos resultado ser la primera fuerza electoral. Quiero interpretarlo como un reconocimiento a la labor que venimos desarrollando, tanto el sindicato en su conjunto, como los delegados concretos y aquellos que les apoyan. Además estos buenos resultados también los estamos obteniendo en el ámbito de la empresa privada.

P.- ¿Cuál es el futuro de CSI·F y dependerá éste de los movimientos políticos?
R.- El condicionamiento político no va a existir. Separamos de forma rigurosa el pensamiento político del ciudadano, o el signo político de las instituciones, de nuestro trabajo. Nos da igual, entre comillas, quien gobierne. Porque en nuestro sindicato cabe todo el mundo. Lo que sí vamos a intentar, y ya estamos metidos de lleno en ello, es recuperar las condiciones laborales que se han perdido en los últimos años. Por eso a los nuevos gobiernos les vamos a pedir que tengan en cuenta el gran esfuerzo que han hecho tanto los empleados públicos como los trabajadores de la empresa privada, el gran desgaste laboral que ha sufrido este trabajador en nuestra provincia.

Nuestro objetivo más inmediato es recuperar los puestos de trabajo y las mejores condiciones laborales, así como reivindicaciones concretas, como la tasa del 3% o la de Reposición, puesto que se está jubilando a muchos trabajadores y no se repone el puesto.

P.- ¿Algún punto que no hayamos tocado?
R.- Sí. Me gustaría explicar lo que hacemos con el dinero de nuestros afiliados. Lo invertimos de tal manera que obligatoriamente ha de revertir al propio afiliado. Y se hace mediante una serie de servicios como han sido los cursos de inglés enfocados a la Enseñanza, los temarios en la Universidad para las promociones internas de dicha institución, o los temarios sobre normativa actualizada para trabajadores de la Junta de Comunidades. Entre otras muchas cosas.