Aurelio Maroto
La Agrupación Local de Protección Civil terminó una feria ‘tranquila pero con mucho trabajo’. Un total de 7 voluntarios de La Solana y varios refuerzos de fuera han servido como apoyo en labores de seguridad y ayuda ciudadana. El jefe local, Rogelio Padilla, ha destacado la tranquilidad de esta feria, aunque las horas de trabajo han sido muchas, día, tarde y noche.
En declaraciones a Radio Horizonte, Padilla destaca el despliegue realizado en los actos más significativos, caso de los toros, los desfiles de motos y caballos, la procesión de Santiago o la inauguración oficial. Pero también han permanecido todas las noches en la caseta instalada junto al ferial. Allí han atendido a múltiples ciudadanos que buscaban ayuda por distintos motivos, entre ellos pequeñas heridas. “Atendimos a una chica con una brecha en la cabeza, otra con un golpe en un pie y los típicos casos de rozaduras y algunos cortes”. Pero no son sanitarios y ante cualquier caso de más enjundia en seguida son derivados al Centro de Salud.
También han repartido medio centenar de pulseras anti-pérdidas para niños, además de atender cualquier eventualidad en este sentido. “Un noche llegó un matrimonio con un niño perdido y se quedó con nosotros hasta que encontramos a los padres”. En resumen, los voluntarios de Protección Civil son una especie de ‘chicos para todo’.
Esa labor tiene como recompensa la satisfacción personal y, en ocasiones, el reconocimiento social de la ciudadanía. “Mucha gente nos da su apoyo y valora nuestro trabajo, aunque algunos te preguntan cuánto cobramos”. En fin, ignorantes hay en todos sitios.
