Matilde Cortijo

Matilde Cortijo Otero, gerente de Cash La Bruja

Matilde Cortijo ha sido empresaria desde su nacimiento, ya que su trayectoria se ha desarrollado siempre en la empresa familiar, y además de la que actualmente gerencia, han sido varias por las que ha pasado como propietaria o gerente. Precisamente Cash La Bruja es un negocio que Matilde montó gracias a los conocimientos que había adquirido en una empresa dedicada a la fabricación de mobiliario para hostelería.

Pregunta.- ¿Cómo surgió la idea de montar Cash La Bruja?
Respuesta.- Durante muchos años estuve viajando a nivel nacional trabajando para una empresa familiar cuyo objeto era la fabricación de mobiliario para el sector hostelero. Nuestros clientes eran distribuidores de todo tipo de equipamiento y mobiliario de hostelería, con lo que conocía muy bien el sector. Cuando cerró dicha empresa yo no me quise desvincular del sector y, además, en Ciudad Real no había ningún Casch, por lo que pensé que este negocio debía salir bien. Fue una forma de marcarme mi propio reto profesional.

P.- ¿Qué significa Cash?
R.- En inglés significa “efectivo/caja”. Se identifica con tiendas en las que se compra y se vende, pero sobre todo que el producto se abona inmediatamente, en efectivo. Aquí todos los clientes entran, seleccionan su producto, lo cargan en su carrito, y pasan por caja.

P.- ¿Y La Bruja de dónde salió?
R.- Es un nombre que ya he utilizado en otras empresas que pertenecen a otro grupo. Es un nombre, con su icono personalizado, que aplicamos a varios negocios y que a mí siempre me ha gustado mucho. Es una expresión familiar (“bruji”) que a mí me aplicaban cariñosamente y que siempre me ha gustado. De ahí La Bruja.

P.- Así pues, usted se lanza a tumba abierta.
R.- Pues sí. Había visto bastantes Cash fuera de esta provincia y me dije, ¡vamos a abrir a ver cómo reacciona el cliente! Y la verdad es que al principio fue muy duro, porque los clientes del sector hostelero no estaban acostumbrados a este tipo de tienda, sobre todo a pagar en efectivo en el momento. Hasta entonces compraban por catálogo, se les servía la mercancía, y posteriormente pagaban según distintos acuerdos y plazos. Según hacían caja.

Y claro, aquí se cambió el sistema, tenían que pagar incluso antes de sacar el producto fuera de la tienda.

P.- ¿Y ya lo han aceptado?
R.- Sí, ya no hay ningún problema. Claro que tuve que empezar con precios muy agresivos y los seguimos teniendo. El cliente llega, coge lo que necesita en el momento como en cualquier supermercado, y al final pasan por caja. Al principio, como el hostelero es muy esclavo de su negocio y tiene poco tiempo, no estaba acostumbrado. Ahora aprovechan el día de descanso para hacerlo. En cinco años hemos conseguido tener más de 600 clientes, que ahora son fijos.

P.- ¿Cuáles son los principales productos que se pueden adquirir en Cash La Bruja?
R.- Cualquier suministro de hostelería, caso de celulosa, productos químicos, platos, menaje, cristal, mobiliario, sillas, mesas, mesas de trabajo, freidoras, pequeña maquinaria como planchas de cocina, cortadoras…

P.- ¿Cuál sería el producto con un precio más pequeño y cual con el mayor?
R.- Quizás el más barato sea un vaso, pero no se venden sueltos. Tendría que llevarse media docena o una, según como vengan en la caja. En cuanto al más caro podría ser un sillón de Contrac, que puede llegar hasta los 500 euros, o una freidora. Además hay muchos productos que se piden por catálogo, aunque de la mayoría tenemos muestras. No es lo mismo pedir todo por catálogo que verlo en la estantería. La ventaja del Cash es que aquí casi todo se puede tocar antes de comprarlo. Aquí se toca, se mide, se calibra, se piensa y, al final, al carro.

P.- ¿Con qué marcas trabajan?
R.- Con muchas, pero siempre con las mejores, líderes a nivel nacional. Damos mucha importancia a la calidad.

P.- O sea, que al final se ha abierto un hueco importante en el mercado.
R.- Sí. Ciudad Real lo necesitaba. No había ningún centro como este. Solo distribuidoras. Antes el cliente compraba sin ver el producto. Ahora antes de decidirse lo tiene en la mano. La única forma que tenía de verlo antes era acudir a las grandes superficies, pero el producto no es el mismo. Allí se enfoca al particular, al hogar. Aquí a los profesionales, al empresario. Y el producto es muy diferente. Y eso, que lo sabían pero no lo veían, ahora lo están comprobando.

P.- ¿Cash La Bruja sirve también a particulares, para el hogar?
R.- Sí. Naturalmente. Aunque aquí lo tienen muy limitado por las cantidades.

P.- Los productos químicos, para lavavajillas o lavasuelos que ustedes venden, ¿no pueden adquirirse en las droguerías normales?
R.- No. Los que nosotros vendemos deben estar homologados por Sanidad. Si un restaurante tiene una inspección le exigen las fichas técnicas de estos productos, algo que nosotros estamos obligados a proporcionar. Ellos no pueden echar cualquier detergente, debe ser especial para hostelería.

P.- ¿Cómo ha evolucionado el negocio en estos años?
R.- Muy bien. La clientela se ha fidelizado y muchos vienen de fuera de nuestra provincia. Sobre todo buscan el cristal, del que tenemos una gran variedad, y el producto químico. Una de las grandes ventajas de este negocio es que antes, debido a la falta de un negocio de ese tipo, los hosteleros debían tener un gran stokaje, mientras que ahora, con Cash La Bruja, van reponiendo según necesidades. Saben que siempre van a tener una reposición aquí.

P.- ¿De qué nivel son sus clientes?
R.- De todos. Desde el bar más pequeño a los salones de boda, pasando por restaurante, bares de copas o discotecas. Y no predomina ninguno.

P.- ¿Cómo ha afectado la crisis a este negocio?
R.- Justo empezamos con ella. Y no le tuve ningún miedo. Bueno, sí. Quiero decir que hice una apuesta muy importante y aquí estoy. Fue un reto profesional en el que arriesgué mis ahorros, los he luchado y los he salvado. Estoy contentísima con la forma en que me ha salido. Creo que el planteamiento del negocio ha sido bueno y he seguido la línea marcada sin desviarme. Y quiero destacar que una gran parte del éxito se debe a que mantenemos un trato muy directo con el cliente, muy personalizado, aunque por lo que he dicho antes pueda creerse que esto es un supermercado en el que sólo hay estanterías y caja, no es así, hablamos mucho con ellos, los acompañamos y aconsejamos, y eso, este intercambio de pareceres (incluso nos hablan de su negocio) les viene muy bien y lo agradecen. Creo que este punto ha sido muy importante para lograr el éxito.

P.- Finalmente, ¿proyectos de futuro?
R.- Abrir otros centros en la provincia, relativamente pronto, y fuera de ella a medio plazo.