Ino Crespo, Asesora de imagen

Ino Crespo, Asesora de imagen

Hemos vuelto al curso dando a conocer nuestras vivencias veraniegas subidas a la red, para envidia de los que se quedaron. Esas fotos que ya miramos con cierta nostalgia pero dispuestos a que la renovación otoñal nos vuelva a estimular el espíritu.

El cabello soleado también pide a gritos su reconversión en melena perfecta, y, para ello, estamos dispuestos a trabajar todos y cada uno de los profesionales peluqueros del mundo. La pregunta clave es ¿qué me hago? El eterno dilema… Lo tengo horroroso sin embargo el punto de claro que tengo ahora me encanta.

Estoy harta de esta melena pero, ¿me quedaría bien el corte de Eva Hache?
¡Tantos años tiñéndome! ¿Cómo me quedarían las canas?

Esas y otras muchas preguntas nos asaltan en nuestra necesidad de renovarnos pero, a veces, el miedo a que el resultado no sea el esperado nos inmoviliza tomando la decisión de no arriesgar y quedarnos con nuestra imagen de siempre. Apostar por un cambio aunque sea pequeño es cuánto menos estimulante. Vamos a dar un repaso a claves de imagen según los distintos tipos de rostro y tonos de piel a ver si nos refuerza el atrevimiento.

Yo aconsejo siempre que lo primero a tener en cuenta es saber bien cuáles son las limitaciones del cabello que tenemos, pero también sus cualidades, para sacarle el máximo partido y que nos favorezca. Hay tres pilares fundamentales para lucir un cabello bonito. Primero, un color bien elegido, segundo, un corte adecuado a las características de la persona que lo lleva y lo más imprescindible, que esté sano.

A partir de ahí la duda está en elegir el color que nos favorezca sin dejarnos llevar por la creencia que los rubios disimulan mejor las canas o que nos hace más joven. Lo esencial es que, tanto nuestro color de piel como nuestro prototipo físico, guarde el equilibrio perfecto con la imagen que queremos dar. Hay ejemplos significativos, mujeres como Isabel Preysler, Nieves Álvarez, Ava Gardner, Audrey Hepburn o la princesa Carolina entre otras muchas son el prototipo de mujer fiel a una imagen cercana a la realidad de su naturaleza de cabello moreno o castaño y piel clara, todas ellas han cambiado el color de su pelo pero siempre manteniéndose en la claridad justa para no desentonar, pasando a una imagen más artificial.

Otros modelos de mujer como Gracia de Mónaco, Meryl Streep, Uma Turman, Michele Pfeiffer o Cameron Díaz, y muchas más, son prototipos de mujeres con distintas tonalidades de rubios cercanos a su naturaleza con lo cual aciertan en conseguir una imagen de rubia natural, sin artificio. En cambio, tenemos ejemplos de mujeres que cambian totalmente la naturaleza del color de su pelo como Jenifer López, Rihanna, o Marilyn Monroe, entre otras que buscan dar una imagen artificiosa y sexy a través del fuerte contraste, distanciándose totalmente de su físico original.

Pero esos resultados tan espectaculares no se consiguen siempre, así que mi consejo es que hay que tener cuidado con los rubios extremos, si tenemos físico de cantante caribeña.

En nuestro próximo número seguiremos aproximándonos a la metamorfosis.