Francisco Javier Morales

Francisco Javier Morales Hervás/ Doctor en Historia

La provincia de Ciudad Real cuenta con un amplísimo elenco de joyas patrimoniales que, sorprendentemente, son desconocidas para buena parte de los habitantes de este territorio que presenta, además, una gran variedad de paisajes y entornos naturales que hacen de nuestra provincia un lugar privilegiado para planificar escapadas en las que reencontrarnos con las huellas de nuestro rico pasado y disfrutar de parajes únicos en los que la naturaleza se manifiesta con una expresividad irrepetible.

A lo largo de los próximos meses vamos a intentar presentar una selección de destacados elementos de nuestro rico patrimonio provincial que merece la pena conocer y visitar. Vamos a empezar por una atractiva propuesta: la visita al Parque Minero de Almadén. La trascendencia, la singularidad y los valores del patrimonio minero de Almadén recibieron el reconocimiento internacional de la UNESCO con la declaración en 2012 de Patrimonio de la Humanidad, en una candidatura conjunta con la ciudad eslovena de Idrija.

A pesar de esta extraordinaria distinción, resulta sorprendente el gran desconocimiento que existe en nuestra provincia sobre la importancia histórica de las minas de cinabrio de Almadén, explotadas a lo largo de más de 2.000 años. La mejor forma de subsanar esta deficiente información es visitar las instalaciones del Parque Minero, donde podremos recrearnos en unas prácticas mineras que se remontan, al menos, a la época romana, aunque ciertos indicios apuntan que la explotación del cinabrio en esta comarca ya se pudo iniciar hacia el siglo VIII a.C., lo que daría lugar al desarrollo de importantes núcleos de población en el entorno, entre los que debemos destacar el yacimiento de Sisapo, localizado en la aldea de La Bienvenida.

5 Mineros embarque pozoSegún algunos cálculos, se considera que en torno a un tercio de todo el mercurio consumido en el mundo a lo largo de la historia procedía de las minas de Almadén y su entorno, que constituye, sin duda, el yacimiento de cinabrio más importante de todo el planeta. A través de una sugerente travesía por las entrañas de la tierra podremos conocer todo el proceso que se desarrollaba para extraer el mineral de cinabrio. Durante unas horas nos convertiremos en mineros para protagonizar un viaje en el tiempo en el que podremos encontrarnos con romanos, musulmanes, banqueros alemanes o ingleses y donde reconoceremos las duras condiciones de trabajo, la organización de las tareas, las increíbles soluciones técnicas.

A lo largo de un intenso trasiego por galerías ganadas a la dura roca, nos sumergimos en una historia que se torna casi real gracias a una tenue iluminación que permite generar una idónea ambientación para recrear una experiencia que nos envuelve y que no deja a nadie indiferente, sobre todo cuando contemplamos y admiramos sorprendentes obras de ingeniería como el magnífico baritel de San Andrés. El retorno a la luz del día lo realizaremos mediante unas vagonetas, cuyo rítmico traqueteo nos ayudará a retornar a una realidad, que necesariamente será distinta tras la intensa experiencia vivida.

Seguramente la visita a la mina nos habrá abierto el apetito y para dar respuesta a esta demanda Almadén cuenta con una amplia oferta gastronómica, basada en la calidad de los buenos productos de la zona, con un peculiar toque que sabe aunar tradiciones manchegas, andaluzas y extremeñas y en la que no podemos dejar de saborear las estupendas alboronías. Una vez que hayamos recobrado fuerzas retomaremos nuestra visita a otros puntos de interés de la localidad, pues aún nos quedan muchas cosas que conocer, pero de ello hablaremos en otra ocasión. Almadén, Patrimonio de la Humanidad, espera la llegada de espíritus inquietos, deseosos de vivir experiencias únicas.