Veronica Reolid Losa

Verónica Reolid Losa Dietista-Nutricionista
de la Asoc. de Celiacos de CLM

La enfermedad celíaca es una enfermedad crónica que puede manifestarse en cualquier edad, de alta prevalencia en la población (1 de cada 100), que sigue teniendo a día de hoy un infradiagnóstico. Los datos hablan de que solamente un 10% de la población celiaca está diagnosticada. El 90% de celiacos presenta la enfermedad de forma silente. Ello conlleva un deterioro progresivo del enfermo si no se realiza a tiempo el diagnóstico, así como un alto coste sanitario por la realización de pruebas no necesarias.

La primera prueba es una analítica de sangre con marcadores específicos. Cuando estos salen positivos, o bien siendo negativos existe una probabilidad clínica alta de sospecha de enfermedad celiaca, es conveniente derivar al paciente al gastroenterólogo. Aquí los tiempos de espera son lo que más perjudican en un diagnóstico precoz, porque el paciente no debe retirar el gluten de su dieta para no enmascarar futuros resultados.

El digestivo, ya sea de adultos o pediátrico, valorará la realización del estudio genético y/o una biopsia intestinal. La detección de anticuerpos (con la analítica de sangre) es muy útil como apoyo al diagnóstico de sospecha.

Una serología negativa no excluye el padecimiento de la enfermedad, por lo que en presencia de síntomas sospechosos, puede ser necesario una evaluación más exhaustiva.

La primera prueba es una analítica de sangre con marcadores específicos. Cuando estos salen positivos, o bien siendo negativos existe una probabilidad clínica alta de sospecha de enfermedad celiaca, es conveniente derivar al paciente al gastroenterólogo

La biopsia intestinal sigue siendo el patrón oro para verificar la presencia de una lesión de la mucosa compati ble con la enfermedad.

No se debe iniciar una dieta sin gluten sin haber realizado previamente una biopsia intestinal. El estudio genético permite detectar otros miembros de la familia susceptibles de padecer la enfermedad. La dieta estricta sin gluten constituye el único tratamiento actual de la EC. En la mayoría de los casos conduce a la desaparición de los síntomas, la negativización de los marcadores de sangre y la práctica normalización de las alteraciones intestinales. El régimen sin gluten debe seguirse durante toda la vida tanto en pacientes sintomáticos como asintomáticos. La causa más frecuente de falta de respuesta al tratamiento, es el incumplimiento de la dieta o la ingesta insospechada de pequeñas cantidades de gluten en la alimentación.

Las asociaciones realizan una gran labor de asesoramiento sobre la dieta sin gluten y el manejo de esta, y son de gran ayuda para la superación de los problemas sociales del paciente celiaco.