Cáritas encuentro diocesano 1990Una de las características de la actual crisis, vista desde Cáritas, es la existencia de los pobres limpios, gente que antes colaboraba con Cáritas y ahora es usuario. “Desde Cáritas hemos visto el hundimiento de una importante parte de la clase media. Como botón de muestra, puedo decir que el trece por ciento de los que pasan por nuestros centros son universitarios.

En una de nuestras casas hemos tenido como usuarios a un arquitecto y a un médico. La pobreza es hoy más transversal y Cáritas tiene, en estos días, mucho más trabajo y con situaciones cada vez más complejas. Quien de la noche a la mañana se encuentra que pasa de vivir muy bien a tener una mano delante y otra detrás tiene el problema añadido de desconocer esa situación.

En cuanto a la respuesta por parte del resto de la sociedad podemos decir que existe una gran solidaridad pero a niveles muy básicos. Cuando entras en harina la gente no quiere saber nada. Si se pide para solucionar carencias básicas, dar de comer o ropa, el 90 por ciento se rasca el bolsillo. Pero si se pide para talleres promocionales o para centros que acojan a marginados sociales, la cosa cambia. Para muchos si el necesitado tiene cama, comida y ropa, el problema se acaba. Sin embargo desde Cáritas el recorrido es mucho más largo. A esa persona hay que reintegrarla en la sociedad. Y nuestra sociedad está dejando a muchos en la cuneta. Hay muchas clases de pobres, muchas soledades. Nosotros promocionamos a las personas. Hay muchas personas que piensan que el pobre no tiene derecho a promocionarse”, comenta Gassol Peco.