El artista vasco Kepa Junkera y las polifacéticas mujeres de Sorginak cautivaron con sus melodías pegadizas a las 160 personas que completaron anoche el aforo dispuesto en el patio del Museo Comarcal. La maestría de Junkera con la trikitixa (un instrumento vasco similar a un pequeño arcodeón) estuvo arropada con las voces, la percusión y los bailes de tres de las jóvenes que le acompañan en ‘Maletak’, su último disco y base del repertorio de esta gira con la que celebra 35 años de carrera.

En su presentación, Kepa destacó que “todas estaban en su salsa y muy contentas de estar en Daimiel ya que sorginak significa brujas en euskera”.Una complicidad que fue ganando enteros en cada tema y a la que también contribuyó el artista vasco con sus continuas interpelaciones al público, al que, por ejemplo, hizo cantar el estribillo de “Marea Zumaian”.

Más de una hora y media de concierto donde también hubo tiempo para escuchar alguno de sus grandes éxitos como “Bob Spok”, y que en varios momentos propició un mestizaje musical con el folclore manchego.

Seis bailarines de la asociación Virgen de las Cruces bailaron a ritmo de jota un tema tradicional vasco, e incluso se atrevieron a danzar con dos de las componentes de Sorginak. Además, en la recta final de la actuación, Kepa Junkera invitaba al escenario a la cantante daimieleña Prado Pérez de Madrid, amiga del artista, con la que interpretó una nana en euskera.