Más de 35 años dedicados a enseñar a los más pequeños de la casa.

Heidi Garabatos

Parte de la plantilla actual de Heidi Garabatos.

Esta historia se remonta a 1981 cuando Araceli Gallego decidió quedarse con el traspaso de la Guardería Heidi, situada en la calle San Vicente. Un pequeño espacio que pronto se hizo grande porque su directora deseaba acabar con la idea de que una guardería es un lugar en el que se dejan a los niños mientras sus padres trabajan.

Araceli, conocida por el cariñoso apelativo de Nani, estudió Magisterio por vocación en una de las universidades de más prestigio en la materia: La Salle. Más tarde realizó un Máster en Gestión y Dirección de Escuelas Infantiles, con el objetivo de dedicarse al desarrollo intelectual de los niños, desde que nacen hasta los tres años de ahora, y antes que era hasta los cinco. Su inquietud por el aprendizaje infantil le llevó a buscar nuevos modelos educativos, ya que no estaba conforme con los de aquella época. Investigó, hasta que encontró el método pedagógico de Rosa Sensat basado en fichas de trabajo, un sistema pionero en el que la directora de Heidi Garabatos halló lo que buscaba: la excelencia educativa. Emprendió el camino que hoy se ha consolidado en Getafe con más de 35 años de andadura, adaptando la enseñanza globalizada en su curriculum de centro mejorando el modelo que le sirvió de guía.

En mayo de 1981 Nani adquirió la primera guardería; por aquel entonces contaba con veinte niños, pero su enseñanza innovadora corrió como la pólvora y pronto tuvo lista de espera. Los padres jóvenes deseaban llevar a sus hijos a una escuela en la que se sentían felices; en la que su directora, además de hablarles de los consabidos temas de alimentación o si dormían bien, les ponía al día de aspectos que ni ellos habían podido detectar, capacidades que en aquel momento pasaban desapercibidas porque la enseñanza infantil no las contemplaba.

En cuanto a las instalaciones, fueron adaptadas a su metodología y formó al personal docente, vigiló día a día para que su método se llevase de acuerdo con sus directrices y aquel pequeño centro, pronto se reveló insuficiente. Pasaron los años, sobre el año 85-86 nació un nuevo barrio en Getafe, el Sector III. Y en él abrió una escuela con espacio suficiente para su propósito con setecientos metros cuadrados, repartido en siete aulas que se llenaron de niños, no sólo de Getafe, sino de los pueblos colindantes atraídos por su método innovador. En aquellos tiempos, la escuela contaba con 160 alumnos, a los que hoy tiene el orgullo de conocer convertidos en hombres y mujeres capaces y felices, que llevan a sus hijos a un lugar que les ayudó a ser mejores personas y a desarrollar capacidades que ni ellos soñaban poseer.

Araceli Gallego

La directora Araceli Gallego, Nani, en el patio de una de sus Escuelas infantiles.

La semilla estaba plantada y sus frutos florecían bajo la estricta vigilancia de los ojos de su directora, que en 2005 creó la tercera escuela en la calle Horno con grandes espacios comunes. Un total de 1.000 m2 de instalaciones con una sala múltiple para audiciones, circuitos de psicomotricidad, biblioteca y cocina para talleres. En este punto, es de resaltar que Heidi Garabatos no utiliza ningún servicio externo, entre sus instalaciones cuentan con una cocina para asegurar que la alimentación es la misma que recibirían en sus casas, teniendo en cuenta alergias a determinados alimentos, la celiaquía y cualquier necesidad que los padres transmitan a su directora en el momento de hacer la matrícula.

Y siguiendo esta misma línea educativa, en enero de 2012 aparece en el barrio de Los Molinos un nuevo centro llamado Heidi-Garabatos lll.

Fomentando la autoestima de los niños

El personal de Heidi Garabatos es un valor añadido porque está formado por profesionales diplomadas en educación infantil con dominio de idiomas, educadoras infantiles, y auxiliares. Son veinte profesionales con prioridades marcadas por su línea educativa en fomentar la autoestima en el niño, para que se sienta el mejor sin necesidad de compararle con el de al lado. La forma de enseñar también ha ido cambiando aunque han sido innovadores desde el principio. Lo que caracteriza a las Escuelas Heidi Garabatos es su constante transformación, siempre introduciendo las nuevas tendencias pedagógicas.

En la actualidad trabajan con un proyecto sobre inteligencias múltiples, donde se hace hincapié en todos los aspectos, con el objetivo de ser felices. Conscientes de que esto ocurre cuando se sienten realizados a nivel profesional y tan importante es en la sociedad un pintor como un ingeniero o un mecánico. Es por ello que llevan a cabo talleres musicales, de cocina, disfraces, motricidad, lógica matemática o idiomas, todo ello con las más avanzadas técnicas audiovisuales, aunque los juegos populares y tradicionales se han mantenido. Todavía se sigue jugando a la silla, el pañuelo y al corro de la patata, actividades compatibles con el ocio doméstico junto a familiares y amigos. Aunque el material de enseñanza también ha ido cambiando, en los inicios era más casero. Inventaban y hacían los materiales ellos mismos hasta que el mercado fue creciendo en este sentido. Y ahora tienen de todo tipo de juegos y juguetes, cocinitas, casitas, muñecos, coches, motos, etc.

Heidi Garabatos en los años 80

Imágenes del carnaval en la primera escuela Heidi y representación de Peter Pan en los años 80.

Fue de las primeras en hacer el Festival de fin de curso en una escuela infantil. También excursiones con los padres para pasar el día como experiencia de convivencia, una cabalgata en Halloween para repartir caramelos, lo que fomenta la generosidad de los más pequeños. Otra actividad que llena de orgullo a su directora es la merienda anual de antiguos alumnos, en las que se reúnen para charlar con los padres y entre ellos y es una experiencia bonita.

Heidi Garabatos en 1981

Heidi Garabatos en 1981, festival de fin de
curso.

Como punto final, Araceli Gallego nos muestra una reflexión respecto a su profesión, “no es una carrera más, es una profesión que hace falta amar para conseguir su propósito, que no es otro que el desarrollo del niño desde su nacimiento hasta los tres años. Este periodo es el más importante de nuestra vida, porque en él se afianzan los valores de autoestima, la seguridad en sí mismo, la generosidad con los más débiles y, en definitiva, la inteligencia emocional, capacidad que nos permite alcanzar las metas deseadas luchando por conseguirlas, sin que para ello tengamos que sacrificar al de al lado”. Por todo esto, Nani es una mujer realizada porque ha ido viendo durante estos 35 años cómo se cumplían sus sueños infantiles y eso es lo que ella enseña en sus centros educativos.

Texto: Natalia Sánchez Martín-Albo
Fotos: Heidi Garabatos