elmagnificatEl Coro de Voces Blancas “Mansil Nahar” de Manzanares y el Coro Juvenil del Conservatorio de Tomelloso, junto con la Orquesta Sinfónica “Scalam”, arrancaron los aplausos de un Gran Teatro prácticamente lleno con su interpretación de “Magnificat” de Josu Elberdin, en el concierto ofrecido el viernes, con la colaboración de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Manzanares dentro de la programación de Navidad.

La unión de los dos coros infantiles puso sobre el escenario a 77 niños y niñas, que estuvieron apoyados por la interpretación de la soprano Alicia Hervás Delicado y la mezzo Marieli Blanco Cabezuelo. La música la puso la Orquesta Sinfónica “Scalam”, una joven orquesta ciudadrealeña integrada en su totalidad por profesores superiores de conservatorio. Bajo la batuta de Francisco José Román Ruiz del Moral, director del Coro de Voces “Mansil Nahar”, esta fusión de jóvenes talentos ofreció un concierto de cerca de dos horas que hizo las delicias del público.

“Magnificat”, del prolífico compositor vasco Josu Elberdin, fue estrenada en Bilbao el pasado mes de marzo y este viernes fue interpretada con una exquisita delicadeza por los dos coros de voces blancas de Manzanares y Tomelloso. Alicia Hervás Delicado y la ‘mezzo’ Marieli Blanco Cabezuelo también participaron en este estreno en Manzanares de esta singular obra. La orquesta “Scalam” incorporó instrumentos menos habituales, como el acordeón, para dar a esta obra el peculiar carácter que Elberdin ha querido dar a esta obra, que consta de siete movimientos que alternan tiempos fuertes y de gran intensidad, con sonidos más suaves.

La interpretación de “Magnificat” ocupó la primera de las dos partes de este concierto, que dedicó la segunda a la interpretación de varias piezas que recordaban las fiestas navideñas en las que nos encontramos.

El programa de esta segunda parte ofreció un repertorio muy variado, que incluyó obras clásicas muy conocidas, como “La Sinfonía de los Juguetes” de Leopold Mozart,  algunas piezas del Mesías de Haendel o el “Laudeamus te” de Vivaldi, con obras más modernas como el villancico de Eberdin para coro y orquesta “Din, dan, don” o el “Jingle bell Rock”, de J. Boothe, con arreglos del compositor vasco, a bandas sonoras como “Somewehere in my memory”, de John Williams, que fue interpretada por los coros de voces blancas y la orquesta Scalam.