Más de 38 años de combate superándose día a día.

Club deportivo Ortega Judo

Sara y Samuel, junto a su padre José Manuel, presente y futuro del judo nacional

Corrían mediados los años 70 cuando un grupo de amigos de Ciudad Real adolescentes, empiezan a interesarse por las artes marciales, entre ellas el judo. Son autodidactas, pero consiguen recibir algunas clases de Perico, un profesor de El Doncel, el cual tiene algunos conocimientos. En este grupo se encontraba José Manuel, sin sospechar que estaba encaminándose a lo que en el futuro sería su pasión y su profesión. A finales de los 70 las artes marciales en nuestra ciudad se conocían y practicaban sobre todo a través de revistas pero no dejaban de ser “cosas de locos aficionados” que practicaban y aprendían entre ellos. Este pequeño grupo de amigos fueron los auténticos pioneros del judo ciudarrealeño. Con esfuerzo y voluntad fueron aprendiendo, realizando cursos, trayéndose profesores y formándose, especialmente José Manuel, quien empezó a buscar formación precisamente en Madrid y otras ciudades de España donde este deporte ya era un hecho. Al mismo tiempo comenzó a impartir clases a distintos grupos con el fin de practicar y hacer crecer este deporte en Ciudad Real, convirtiéndose en cierta manera en líder de este grupo. Así, siguiendo esta línea de progreso, en el año 1984 se crea la Federación de Castilla-La Mancha, obtiene el cinturón negro y realiza el curso de monitor a través de la misma lo que le permite empezar a dar clases de forma oficial y, a la vez, fundar un club deportivo que reúne a aficionados de distintas edades .Esto no hubiera sido posible sin la gran, inestimable y “paternal” ayuda de José Merino, profesor de judo en Guadalajara.

En esta época se empiezan a poner de moda las artes marciales entre los más pequeños y muchas de las solicitudes son de niños que, con el paso del tiempo se quedan ya como jóvenes y, posteriormente como adultos, de forma que en pocos años se trabaja ya con distintas edades. Todavía en los años 80 en nuestra ciudad, las artes marciales eran algo confuso para la gente en general y se acudía al club sin saber muy bien que se quería, ya dentro, se iban decantando por algo concreto, en este caso con el Judo, algo en lo que José Manuel terminó especializado puesto que ya en esa época empiezan a aparecer otros clubes que forman sobre otro tipo de artes marciales.

Ahora ya se actúa de otra manera y casi todo el mundo tiene muy claro lo que quiere y el proceso que ha de seguir, desde el judo iniciación, niños o adultos, recreativo o competición.

Licencia federativa

Primera licencia federativa concedida a José Manuel con fecha 6 de marzo de 1979

Pero hasta de llegar a lo que el judo es en la actualidad, hay un momento clave en todo el proceso: la olimpiada de 1992 en Barcelona. El judo era la única arte marcial olímpica. Posteriormente se han incorporado otras. En aquel momento se produjo un “boom” deportivo que duró toda la década de los 90 y alcanzó parte del 2000. La gente despierta de golpe y empieza a ver estos deportes desde otra óptica, no llega ya a dar una clase más sino que intenta mejorar de una clase a la siguiente, llegar a competir, en definitiva, se toma el judo como un reto más serio. Esta es una fecha clave en nuestra región, pues en otras partes de España eso ya se había dado antes, ya fuese en Madrid, que está a la cabeza del judo nacional, como en Valencia, País Vasco, Castilla León , etc. que nos llevaban bastantes años de adelanto. El hecho de que dos deportistas femeninas españolas, Miriam Blasco y Almudena Muñoz, consiguiesen la medalla de oro en esta olimpiada contribuyó mucho a esta proyección social del judo y darlo a conocer en su exacta medida.

Lógicamente esto se refleja en los proyectos de José Manuel, el cual aprovecha para dar un salto cuantitativo y cualitativo. Se empiezan a diferenciar las clases, tanto por edades como por conocimientos, incorporándose personas que antes apenas se interesaban por esta faceta deportiva. Esto lleva a más formación por parte del profesor (algo que por otra parte nunca ha dejado de lado), José Manuel ya es Maestro-Entrenador Nacional colegiado de la Real Federación Española de Judo. Los alumnos de competición empiezan a creer en sus objetivos y demandan una preparación específica, sin olvidar el “judo recreativo” que empieza a practicar mucha gente con edades que superan los 30 años los cuales, pese a que no tienen en mente la competición, sí muestran mucho interés. En resumen, se forman diversos grupos y cada uno de ellos muy especializado tanto en edad como en objetivos. Esta etapa, como se ha indicado antes se prolonga hasta el momento de la crisis, la cual también afecta al número de alumnos, los cuales durante los últimos años desciende, aunque manteniendo los objetivos de calidad y formación en los diferentes grupos. Esto ha llevado a que quienes se han mantenido se han convertido en alumnos más seguros y fieles en el tiempo, así como con una calidad técnica mucho mayor.

Llegados a este punto debemos aclarar que del judo profesional, sólo viven un puñado de personas. El resto, incluso la mayoría de los que luchan en las grandes competiciones, han de poner dinero de su bolsillo si desean triunfar, tanto a nivel nacional como mundial. Los viajes y el mOrtega Judoaterial necesario para competir, se comen mucho dinero y, salvo unos pocos judokas que consiguen un patrocinio o beca, nadie obtiene los ingresos suficientes para que la práctica de competición de este deporte le salga gratis si desea competir. La mayoría de ellos deben compaginar la competición en judo con su trabajo, siendo realmente algo muy sacrificado.

Cuando se empieza desde pequeño y se consigue ganar un campeonato se desea conquistar el siguiente objetivo que lleva a mirar aún más arriba. Esto cuesta dinero, mucho esfuerzo y sacrificio, y José Manuel lo sabe, porque de su club han salido muchos campeones autonómicos y medallistas nacionales como por ejemplo:

José Luis y Daniel Lorenzo, Quique e Inés Colomer, David y Daniel Parreño, Carlos Cabello, Juan Francisco Ruiz, Javier Pérez, José Luis Toribio…

En la actualidad son los hijos de José Manuel, Samuel y Sara Ortega con medallas nacionales en todas las categorías donde han estado, conjuntamente con Jorge Galán que el pasado año 2015 se proclamó Sub-campeón del Mundo de veteranos los que forman la gran parte del equipo de competición del club. No hay que olvidar la cantera de jóvenes judokas de categoría cadete que vienen pisando fuerte tras ellos como Ana Gómez, Irene Aguilar, Mercedes Sánchez-Herrera, Cesar Muñoz, Juan Antonio Gómez del Pulgar, etc. y que ya han participado en campeonatos de España.

Finalmente se nos plantea una última pregunta. Tras tantos y brillantes éxitos del Club Deportivo Ortega Judo, ¿qué nota daríamos a estos alumnos y, por extensión, a su profesor? Sin duda una nota alta, MUY ALTA.

Fotos: Club Deportivo Ortega Judo