Una cooperativa ejemplo de solvencia, auge e innovación.
Primer presidente, Luciano González en nave de tinajas
Hace 55 años, camino de 56, concretamente un 28 de agosto de 1961, quince agricultores de Tomelloso emprendedores, viendo ya la inviabilidad de las pequeñas bodegas familiares y conscientes de que la mejor defensa de sus vinos era estando agrupados, fundaron la Cooperativa Vinícola Virgen de las Viñas. Bodega que presume de ser la mayor de Europa y casi del mundo, motor económico de la localidad tomellosera y referente del sector en innovación y tecnología puntera.
Más de medio siglo después, la fisonomía de la bodega Virgen de las Viñas de hoy no se parece a la de sus orígenes aunque en la mente y el corazón de su actual presidente, Rafael Torres, de los miembros del Consejo Rector y de los ya más de 2.000 socios continúa el mismo espíritu de ilusión, trabajo y perseverancia de los fundadores y del primer presidente, Luciano González, para fortalecerse, crecer y progresar.
Pero en Virgen de las Viñas se ha ido un poco más allá con un crecimiento imparable desde el primer momento. Muestra de ello fue la producción del primer año, de 300.000 kilos de uva que aumentó a los seis millones de kilos al año siguiente, “fue un salto tremendo y desde entonces hemos ido creciendo exponencialmente”, cuenta Rafael Torres. Hoy día ya se alcanzan los 232 millones de kilos y casi 70 personas en plantilla -100 en vendimia-, aunque las previsiones apuntan a una cosecha de entre 280 y 300 millones de kilos, en un futuro inmediato.
Desde los primeros años, la cooperativa Virgen de las Viñas ha disfrutado de una gran estabilidad y buen funcionamiento acorde a los tiempos vividos, con gran poso y legado históricos, como aquellos años 60 de acarreo de uva en carros y mulas y la molturación a mano (como se puede ver en su Museo Etnológico) hasta la tecnología más puntera del mercado con una renovación completa de instalaciones, capacidad de envase, equipos de frío además de una ambiciosa aula de formación “fundamental para reciclar a nuestros agricultores y técnicos”. De 16 años a esta parte, presidencia de Rafael Torres, la cooperativa ha sufrido una modernización completa, con la compra de más de 50.000 m2 y una remodelación de sus inmuebles históricos, reformas que continúan actualmente con la ampliación de la embotelladora, más envase con fermentación controlada o prensas neumáticas.
Los Reyes de España en la bodega en mayo de 2016 coincidiendo con el IV Centenario de la muerte de Cervantes
Mercados: alcoholes vínicos y exportación
Desde los comienzos y hasta no hace muchos años, el mercado del vino de Virgen de las Viñas estaba en Tomelloso, donde había una gran producción y donde se instalaron las grandes destilerías y alcoholeras de España como Osborne, Domecq, González Byass y luego Altosa, entre otras, que lo transformaban en alcohol para distribuirlo en empresas y bodegas de Jerez de la Frontera y de otros puntos del país para la elaboración de brandis.
Posteriormente, hará unos 30 años, Virgen de las Viñas distribuía sus vinos a destacadas empresas nacionales aunque no en tal cantidad como ahora.
Desde hace 15 años, con el acusado descenso en el consumo del vino y brandis, y la retirada de las ayudas a la destilación obligatoria, la cooperativa tomellosera se embarcó en la exportación. Empresa que le ha ido bien con una numerosa cartera de clientes de sus vinos a granel y embotellado en los cinco continentes, con una salida diaria de 700 a 800.000 litros. Entre sus marcas están Tomillar Tempranillo, Chardonnay; Lorenzete Airén, Fidencio…, con importantes reconocimientos de ámbito nacional e internacional.
Izqda., 2º presidente, Victoriano Ruiz (centro), junto a descargaderos antiguos
La bodega es la mayor empresa de Tomelloso del sector vitivinícola de la que actualmente dependen, directa o indirectamente, cuatro o cinco mil personas con independencia de los cerca de 3.000 socios si se suman los de la almazara, “cuando se produce una buena cosecha el despegue económico de Tomelloso es impresionante, se compran solares, fincas y maquinaria”.
Ese liderazgo y pujanza en el sector del vino se diversificó en 2009 en otra línea de negocio, el aceite de oliva virgen extra, con la fusión de la cooperativa oleícola Oración del Huerto. Como convencido de las fusiones, Rafael Torres no se pensó dos veces la oferta del anterior presidente de la almazara.
Desde entonces, ha renovado sus instalaciones y ha multiplicado hasta por diez el embotellado, con una producción última de más de tres millones de kilos de aceituna.
A esta fusión se une la realizada en 2011 con la Cooperativa vinícola San Gregorio de Arenales de San Gregorio. Gracias a esta apuesta por las fusiones, la cooperativa Virgen de las Viñas constituida como EAPIR (Entidades Asociativas Prioritarias de Interés Regional) se beneficia de ayudas del FOCAL mucho mayores que las cooperativas pequeñas, “las subvenciones han permitido mejorar notablemente nuestros vinos, que pueden competir en cualquier parte del mundo en calidad y precio”.
La patrona en la bodega
Como colofón a esta impecable trayectoria, la bodega y almazara reúne una gran obra social personificada en su Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena y su Certamen Cultural con una obra pictórica de primerísima calidad. Todo comenzó en una sala del casino de socios de la calle Campo y para 2018 se prevé que el museo esté lleno de obras, “si sigue esto así puede convertirse en el museo de arte contemporáneo más importante de Castilla-La Mancha, pero además queremos enriquecerlo rotando nuestras obras por Castilla La Mancha y España y traernos exposiciones de fuera. Todo esto me satisface muchísimo, haber podido darle a la sociedad parte de lo que la sociedad nos da”, ultima el presidente Torres.
Texto: Oliva Carretero Ruiz
Fotos: Cooperativa Virgen de las Viñas
