Miguel Ángel Rivero López de Orozco / Presidente del Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Ciudad Real.

Ahora que se cumplen 25 años, qué pronto y deprisa como la Alta Velocidad Española (AVE), pasa el tiempo. Parece que fue ayer, para algunos que hemos nacido en esta ciudad, cuando se empezó a escuchar que un tren de alta velocidad pasaría y pararía (aquí hay que destacar la labor del alcalde de entonces, Lorenzo Selas, al igual que pasó en Puertollano, a continuación) en una ciudad que hasta la fecha siempre había sido de paso y “que había dejado ya escapar algunos trenes para su desarrollo económico y social”.

Con esta aventura, que luego afortunadamente fue una realidad, Ciudad Real y también Puertollano, se situaron en el mapa. La capital dejó de ser una pequeña capital de provincia a una ciudad con enorme presente y futuro con la llegada del AVE. La transformación de la ciudad fue evidente: las vías que “hacían de frontera” para la expansión de la misma desaparecieron, se pasó de una vieja estación de principios de siglo XX a una estación con futuro y con las mayores innovaciones hasta la fecha; el cambio de imagen, fue ya evidente.

Son muchos los beneficios lo que ha traído la Alta Velocidad, además de los mencionados en la transformación de las dos ciudades. Nuestra capital y Puertollano, como decía anteriormente, dejaron de ser tierra de paso y fueron varias las infraestructuras que llegaron a ser una realidad a continuación o en paralelo a la puesta en marcha del AVE.

Gracias a estas inversiones, sueños, por ejemplo, como tener una Universidad regional de prestigio o un Hospital General  de referencia a nivel nacional y que diera respuesta a las necesidades, fueron una realidad. La cercanía con Madrid y otras capitales significaron que grandes profesionales pudieran desarrollar su labor en nuestra provincia, esta cercanía con Madrid y el Sur (los viajes antes eran interminables pese a la poca distancia con trenes de otra época), hizo que la proyección y el conocimiento de las mismas fuera una evidencia.

Otro capítulo positivo fue que el comercio supo ver la necesidad y dio un paso adelante en la modernización del mismo. El pequeño comercio en las ciudades son garantes de “vida” en las mismas, por lo que supieron ver que una competencia, en condiciones desfavorables con Madrid, suponía un grave peligro, que aún, supone que siga la lucha para poder hacer frente a dicha competencia.

La Alta Velocidad Española ha sido muy positiva en términos generales, ya que gracias a ella estamos no sólo ya cerca de Madrid o Sevilla, sino mucho más cerca de otras ciudades que se fueron sumando a la Alta Velocidad a lo largo de los años.

No obstante, AVE no iba a ser la panacea o el único estímulo para crecer, Ciudad Real no ha podido o sabido aprovechar esta nueva situación en el mapa, capítulo que Puertollano sí supo, en mayor medida.

Las infraestructuras son esenciales para el desarrollo económico de las empresas. En su mayor parte son las pymes y los autónomos los verdaderos generadores de riqueza y empleo, por lo que a la puesta en funcionamiento del AVE, más tarde, tuvieron que haberse llevado a cabo infraestructuras como nuevas autovías, políticas de abastecimiento de agua y, sobre todo, políticas de apoyo a incentivar la presencia de nuevas empresas en la ciudad, (una vez estábamos situados en el mapa). Puertollano, sí logró en gran medida durante unos años, que la inversión se hiciera realidad con nuevas empresas en la localidad, pero Ciudad Real, incluso con campañas publicitarias a nivel nacional, no logró este objetivo.

Y para ello no hay sólo que mencionar las bondades de AVE, Hospital, UCLM o estar situado en un lugar estratégico de España, muy cercano a Madrid, sino ofrecer unas condiciones ventajosas para la instalación de grandes empresas y otras de menor tamaño. Esta oportunidad se dejó escapar cuando fuimos los primeros en esta infraestructura, ahora, aunque hayan pasado 25 años, sabemos que la situación económica ha cambiado y presenta las primeras cifras positivas, para hacer realidad estos sueños, que en su día fue también la Alta Velocidad.

Es un reto de todos nosotros y para ello la unidad de acción, en la que FECIR (Federación Empresarial de Ciudad Real), está inmersa, es un capítulo fundamental, porque creo que Ciudad Real y provincia tiene un gran presente y futuro.